CASTELLÓ. La Universitat de València (UV) -a través del grupo de investigación Redolí-, el Institut Valencià d'Investigacions Agràries (Ivia) -por medio de su Grupo de Entomología y el Centro de Agroingeniería-, el centro tecnológico Ainia, Locatec Aplicaciones Informáticas y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) colaboran en un nuevo proyecto que pretende desarrollar herramientas digitales para la detección temprana y el control de una serie de plagas clave en la citricultura.
Bajo el título de Sensoplag, este proyecto desplegará una amplia gama de innovaciones tecnológicas tales como vehículos terrestres robotizados, drones, sensores fijos, información satelital y fotografías tomadas por el propio agricultor, las cuales, a través de una aplicación de móvil, permitirán recopilar datos destinados a la detección temprana, el monitoreo y la lucha frente a algunas de las principales plagas que amenazan el cultivo de los cítricos. La aplicación contará además con la capacidad de recomendar y optimizar tratamientos en función de la presencia, el tipo y la evolución prevista de cada plaga.
Las entidades y empresas que participan en este proyecto van a trabajar sobre las plagas más importantes que ya están causando graves daños en los cítricos valencianos como son los casos del cotonet de Sudáfrica (Delottococcus aberiae), la araña oriental (Eutetranychus orientalis), la araña de Texas (Eutetranychus banksii) y trips que afectan al cultivo: pezotrips, trips de la orquídea y Scirtothrips aurantii.
Asimismo, entre los patógenos objeto de este proyecto también se contemplan los vectores del greening o huanglongbing (HLB), la enfermedad más letal de la citricultura mundial que aún no está presente en España: Trioza erytreae y Diaphorina citri. No en vano, el primero de estos insectos ya ha sido detectado en la Península Ibérica.
Los impulsores del proyecto destacan “la necesidad de introducir tecnología y digitalización en el sector agrario para prevenir y combatir plagas en un contexto donde cada vez hay más limitaciones en el uso de materias activas fitosanitarias. Hemos de tomar este camino porque los avances tecnológicos nos van a permitir aplicar una agricultura de precisión, planta a planta, lo que reducirá costes, incrementará la productividad y mejorará la sostenibilidad medioambiental. Y, además, queremos conseguirlo de una manera sencilla para el agricultor, mediante la creación de repositorios de información, herramientas informáticas y aplicaciones para móviles que resulten fáciles, intuitivas y ágiles de utilizar incluso para pequeñas explotaciones”.
Sensoplag realizará sus ensayos en Finca Sinyent, el centro de experimentación agraria y transferencia tecnológica de AVA-Asaja. Su periodo de vigencia finaliza en septiembre de 2023 y está financiado por la Agencia Valenciana de Innovación (AVI) de la Generalitat Valenciana.