Castellón Plaza y BBVA reúnen a los principales actores económicos de la provincia

Un reto que exige comunicación y colaboración: así ven la sostenibilidad las empresas castellonenses

15/04/2021 - 

CASTELLÓ. La sostenibilidad es, probablemente, uno de los términos más utilizados por gurús, expertos, políticos y empresarios de todo el mundo en los últimos años. En boca de todos, pretende un cambio de concepción de la actividad humana que debe ir más allá de la lucha contra el cambio climático, sin duda el desafío más importante al que se enfrenta el planeta a corto plazo. 

Para abordar este concepto tan amplio, Castellón Plaza, en colaboración con BBVA, reunió este miércoles a un puñado de representantes de los principales actores económicos castellonenses. Entre las conclusiones que deja el debate La sostenibilidad, factor clave, hay varias: es un reto, pero también ofrece oportunidades a las empresas; además, debe abordarse desde un punto de vista global, con una mirada que trascienda el medio ambiente y abarque el ámbito social, así como también la economía, de forma que las compañías puedan continuar desarrollando su labor. 

Asimismo, y dado que es un problema mundial, "exige que hablemos, las mejores oportunidades en términos de sostenibilidad están en la cooperación", señala el CEO de Cuatroochenta, Alfredo Cebrián. Este punto de vista lo compartieron varios de los participantes en el debate desarrollado en Cámara Castellón, como el director general de Grupo Gimeno, José Luis Vilar, al señalar como un aspecto clave "la capacidad para gestionar grandes proyectos transversales" en busca de un mundo más sano. 


También la responsable de Industria y Sostenibilidad de la Cámara, Victoria Rubio, resalta que el desarrollo sostenible "va más allá del medio ambiente, hace especial hincapié en las personas", como recogen los Objetivos de Desarrollo Sostenible lanzados por la ONU hace ya seis años. 

Es así la vertiente social otro aspecto a considerar en esta "disrupción" conceptual, como la califica el especialista en Sostenibilidad y Financiación de BBVA, César González. Este experto ve también una oportunidad en el asunto. No en vano, para que lo actual perdure, se debe poder mantener económicamente. Así González destaca que hay "vías para fortalecer la cuenta de resultados apostando por la sostenibilidad, con una mejor estructura de costes". De hecho, hay empresas que han hecho de estos "comportamientos éticos, respetuosos con el medio ambiente, con criterios sociales y laborales" una seña de identidad con la que diferenciarse de su competencia y destacar ante el consumidor final.

Un ejemplo es LM Wind Power. El fabricante de palas eólicas, con una gran factoría en les Coves de Vinromà, tiene en la sostenibilidad su "negocio", resalta su director general, José Luis Grau. Pero "vender un concepto de sostenibilidad sin que tu negocio sea sostenible, no es posible", remarca, de ahí que la compañía fuese "la primera empresa de la industria eólica neutra en carbono", un logro que alcanzó en 2019. 

Para lograr que el gran cambio de paradigma cuaje, Grau considera necesario que entre en la lógica del capitalismo: se debe convertir la sostenibilidad "en una propuesta de valor de la empresa". Esto, además, es lo que ha comenzado a hacer que en los países en vías de desarrollo empiecen a interesarse por el tema, asegura. Aunque en ellos la regulación es mucho menos dura, la concepción mundial -el cliente- "es la misma que para nosotros". Y dado que su punto de partida es mucho más contaminante "tienen compromisos más exigentes que nosotros". 

Toda una ruptura en la concepción que muchas compañías del primer mundo tienen de la sostenibilidad, que ven en ella una amenaza competitiva respecto a rivales que no están obligados a cumplir los mismos estándares ambientales. 

Un gran desafío para el azulejo

El ejemplo más claro en la provincia está en el sector azulejero. Con los objetivos de descarbonización impuestos por la Comisión Europea a diez y treinta años vista pendiendo como una espada de Damocles sobre él, la principal industria castellonense debe acometer su enésima reinvención. Y esto puede conllevar "un coste brutal" no solo para las empresas, sino también, por ejemplo, en la mejora de las redes eléctricas, remarca Juan Vicente Bono, presidente de la patronal de maquinaria cerámica, Asebec. 


Todo un "desafío para el sector", apunta el secretario general de Ascer, Alberto Echavarria, sobre todo "porque no sabemos hacia dónde tenemos que ir; ni la normativa está definida", censura. Con él coincide su homólogo de Anffecc, Manuel Breva, quien incide en que se está obligando a las empresas "a hacer los deberes de manera anticipada" con el agravante de que la tramitación no va al mismo ritmo: "La Administración también va a tener que ser sostenible; la burocracia dilata nuestros proyectos". 

Proyectos que conoce bien el director del ITC-Aice, Gustavo Mallol, quien destaca el momento "apasionante" en este sentido: "No sabemos qué se va a utilizar en el futuro como aporte energético en nuestras empresas, pero si no nos ponemos a investigar no podremos fabricar azulejos". De ahí que el instituto tecnológico esté ampliando su sede en Almassora para ubicar una planta piloto donde testar los diferentes proyectos que busquen reducir emisiones o capturar dióxido de carbono (CO2).

El transporte, esencial

Íntimamente vinculada a la actividad cerámica está la logística. Y a la hora de transportar los azulejos y baldosas los puertos son elementos fundamentales, ya que al comparar el ratio de consumo de energía por tonelada en los diferentes medios de transporte, "un buque mediano consume en torno a 50 veces menos que un camión", señala el presidente de PortCastelló, Rafa Simó

Esta concepción basada en tres pilares, el medioambiental, el económico y el social, la comparte la directora general de Aerocas, Blanca Marín, quien remarca la "estrategia de diversificación" en que se ha embarcado el aeropuerto de Castellón para avanzar en este sentido, como también el rol de la infraestructura "en el desarrollo territorial" de la provincia, al tratar de servir de "rótula entre la costa y el interior". 

La tecnología, aliada y amenaza

Y en toda esta labor, en la que "la innovación será una palanca importante", como señala Simó, esta también presenta amenazas. El CEO de Cuatroochenta resalta que la tecnología "puede estar fomentando modelos de consumo que sean todo lo contrario" a la sostenibilidad, porque no hay un consumo "responsable". En este sentido, Cebrián destaca que está empezando a surgir "el elemento de la basura digital" y se pregunta "cuánto cuesta almacenar un giga". 

En resumen, un debate en el que quedó claro que la sostenibilidad "no solamente es necesaria, sino que además es rentable", como apuntó el director de zona de BBVA en Castellón, Pedro Ramírez. No en vano, al igual que hace unos años la transformación digital generaba dudas, ahora nadie se lo plantea y "nosotros estamos convencidos de que va a suceder lo mismo con la sostenibilidad: las empresas que primero se posicionen en este sentido van a tener una ventaja competitiva sobre el resto".