CASTELLÓ. La compañía alemana Next Tuna valora ubicar en el puerto de Castellón una granja para la cría en cautividad del atún rojo. El recinto portuario del Grau está entre las diferentes opciones que actualmente baraja la firma para instalarse en la Comunitat, algo que definirá un estudio de viabilidad para el cual ha contratado a la ingeniería valenciana Vielca.
Aunque oficialmente no se ha trasladado cuáles son los puertos de la Comunitat en que se puede ubicar la instalación, el de Castellón está en la terna. Y es que son muchos. En un principio Next Tuna y Vielca abordaron con Puertos del Estado la posibilidad de materializar la instalación de acuicultura en alguno de los recintos de titularidad estatal, pero la elevada inversión -que podría alcanzar los 70 millones de euros- y el hecho de que la firma teutona solicite a la Administración que asuma una parte de la misma han motivado que baraje otras opciones, como ubicarla en un puerto deportivo o pesquero, algunos de estos competencia de la Generalitat, con una legislación diferente y con la posibilidad de acometer menos obras. En un momento inicial también se estimó la posibilidad de ubicar la granja marina en Italia, pero esto fue deshechado.
De momento, Vielca Ingenieros se encarga del estudio de viabilidad de un proyecto subvencionado por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología con más del 70% de los costes iniciales, que además de los estudios incluyen los permisos y licencias. También el Ministerio de Economía alemán, dentro del programa Invest Venture Capital, respalda la iniciativa.
De lo que se trata es de que la empresa con sede en Frankfurt pueda escoger la mejor opción para aplicar los últimos avances científicos en la cría del atún rojo y desarrollar esta instalación de acuicultura en la Comunitat. Y es que hasta ahora no se ha logrado completar el ciclo reproductivo de este túnido a gran escala para satisfacer la creciente demanda.
Por ello, el gerente de Vielca Ingenieros, Vicente Candela, califica el proyecto de "especialmente interesante": "Se trata de un gran desafío con importantes implicaciones medioambientales, económicas y de sostenibilidad. El atún rojo del Atlántico es la especie de atún de mayor calidad. Si a ello unimos que aproximadamente el 43% de las poblaciones de atún están sobreexplotadas o al borde de la extinción, es fácil entender la importancia de este proyecto, en el que colabora también el Instituto Español de Oceanografía".
En este sentido, lo máximo que se ha conseguido en la actualidad es el engorde de los ejemplares en granjas. En algunas de ellas, como las de la compañía Balfegó, frente a las costas de Tarragona, colaboran embarcaciones castellonenses, que se encargan del traslado de las jaulas desde donde los atunes son capturados hasta su ubicación definitiva.
El hecho de que, precisamente Balfegó y otras grandes empresas almadraberas del Estrecho de Gibraltar, copen la mayor parte de la cuota anual de capturas de atún rojo autorizada en España ha motivado que la provincia, y Castelló en particular, haya perdido la relación que en el pasado tenía con este túnido. Antes de la protección de esta especie por la sobrepesca, la lonja del Grau era uno de los lugares habituales de descarga de ejemplares de cientos de kilos, muchos de ellos pescados con línea de mano.
Ahora, los trabajos encargados a Vielca incluyen el diseño previo, la estimación de costes de las obras e instalaciones a ejecutar, así como un análisis detallado de los procedimientos administrativos a seguir para obtener tanto la concesión del espacio público como las licencias y permisos municipales y ambientales para la construcción de las instalaciones.
Estas, en caso de materializarse la propuesta más ambiciosa, incluyen diques de abrigo, muelles de gravedad, otros de pilotes, operaciones de dragado y formación de explanadas, un edificio principal de estructura prefabricada de hormigón con más de 18.000 metros cuadrados de superficie útil, instalaciones de captación de agua marina subterránea mediante pozos de bombeo, un emisario submarino, así como costes relativos a la urbanización, instalaciones y otros aspectos. Con todo ello, el proyecto prevé una inversión total aproximada de 70 millones de euros, e incluiría incluso la ampliación del puerto elegido para acoger este tipo de instalación, señalan desde la ingeniería.