CASTELLÓ. El Corte Inglés ha inaugurado este jueves en Castelló la exposición fotográfica Colección Jaime Blanch, una selección de imágenes del fotógrafo Jaime Blanch (Barcelona, 1885 – Castelló, 1972), quien durante toda su vida amó la fotografía como expresión artística y reflejo de la realidad circundante.
Este pionero de la fotografía se traslada a Castelló con su familia siendo todavía muy joven. Estudia el Bachillerato en los Jesuitas de Valencia, y posteriormente Farmacia en la Universidad de Barcelona. Abrió su primera botica como farmacéutico en Cabanes. En 1910 ingresa en el Cuerpo de Sanidad Militar donde permaneció hasta 1941, año en el que se jubiló con el grado de coronel.
Desde pequeño practicó la fotografía. Cultivó sobre todo el paisaje y el documentalismo costumbrista. Experimentó con maestría las impresiones nobles, especialmente la goma bicromatada, el bromóleo y el carbón-fresón. Publicó artículos de divulgación sobre sus experiencias en la revista Agrupació Fotogràfica de Catalunya durante los primeros años treinta. Obtuvo varias medallas en los salones internacionales de Japón, Holanda, Suiza y Francia entre 1920 y 1935.
La colección está formada por más de 400 negativos, la gran mayoría en placas de vidrio. Su obra, considerada como una muestra del pictoralismo, abarca desde los primeros años del siglo XX hasta el año 1941 y presenta una amplia temática, con escenas populares, paisajes y retratos familiares y militares, que nos aportan información sobre los modos de vida de una época.
Sus paisajes favoritos corresponden a espacios urbanos unas veces y agrícolas otras, de diferentes lugares de España, muchos de la Comunitat Valenciana o de Catalunya. Peñíscola, ciudad que cautivó a Jaime Blanch, es una de las protagonistas de esta muestra a través de escenas costumbristas captadas a principios del siglo XX en sus calles recoletas. Como curiosidad, durante su estancia como militar en el Protectorado Español de Marruecos fotografió paisanos y paisajes sobre todo de Larache.
La exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 29 de mayo en la planta S1 de El Corte Inglés, se completa con una serie de fotografías y placas cedidas por su familia. Las placas se encuentran en buen estado de conservación, guardadas en las cajas originales con las que se comercializaron a principios del pasado siglo.
