Una prueba de carácter para el Castellón

CASTELLÓ. El Castellón afronta una semana de trabajo con propósito de enmienda después de dos jornadas consecutivas sin ganar. El equipo albinegro quiere resarcirse del empate con sabor a derrota cosechado en Córdoba después de llegar al descanso con dos goles de renta y de la derrota sufrida ante el Mirandés con tres goles encajados en nueve minutos.

La racha en sí no es significativa, pero sí la forma en que se ha producido. Por ello, llega una prueba de carácter para el equipo de Dick Schreuder en su visita al Huesca, rival que examinará la capacidad de los albinegros de corregir los errores cometidos en esos partidos. También calibrará la recuperación de algunos de los jugadores que han sido importantes en el arranque de curso y que no pasan por su mejor momento.

Los castellonenses empiezan a preparar el choque frente al equipo del Alto Aragón este miércoles en su regreso a los entrenamientos tras dos días de descanso. Será la primera de las cuatro sesiones que tiene previstas Schreuder esta semana antes de viajar a Huesca, donde le espera un rival que puede ser directo en la lucha por la salvación.  

Buenos precedentes

Mucho se ha hablado desde el propio equipo de la necesidad de corregir lagunas mentales como las que se evidenciaron en esa breve pero destructiva ráfaga de nueve minutos en los que el Mirandés anotó tres goles al Castellón. Al no ser la primera vez que el equipo se hunde ante el primer golpe –le pasó algo parecido frente al Cádiz-, tanto el entrenador Dick Schreuder como su capitán Salva Ruiz han reconocido la necesidad de priorizar el aspecto mental en el trabajo diario del equipo.

No obstante, hay algunos detalles de esa mentalidad que sí están funcionado en el Castellón esta temporada. Y es que, si los orelluts sufren desconexiones durante los partidos tras un mazazo, tienden a reponerse en el medio y largo plazo. La prueba está en que los castellonenses siempre reaccionan bien tras un resultado negativo.

Hasta ahora, los orelluts han ganado cuatro de los cinco partidos que han disputado inmediatamente después de perder. Sus víctimas, Almería, Tenerife, Levante y Zaragoza. El otro lo han empatado, frente al Oviedo, en un partido en el que les ha penalizado la falta de puntería.

Ahora llega la oportunidad de confirmar esa tendencia frente a un rival que lleva una dinámica muy mala, con seis jornadas consecutivas sin ganar.