tribuna libre / OPINIÓN

Una nueva era educativa: innovación, eficiencia y personalización del aprendizaje

Foto: KATERINA HOLMES/PEXELS
4/12/2023 - 

La inteligencia artificial (IA) está transformando muchos ámbitos, y la educación no escapa a esta realidad. Esta tiene el potencial de transformar la educación de manera innovadora, mejorando la eficacia y calidad de la enseñanza. Desde el aprendizaje personalizado, hasta la automatización de tareas administrativas, vemos cambios que se manifiestan tácitamente  en la forma como los estudiantes aprenden y los docentes enseñan.

La IA puede generar contenidos y guías de aprendizaje, demostraciones de materias, diseños de asignaturas, actividades y proyectos, rúbricas de evaluación, contenidos multimedia en cualquier idioma, vídeos explicativos con voces e imágenes reales, pruebas de evaluación, entre otros. Con los comandos correctos, la IA puede generar todo el material educativo para una materia o titulación, por lo cual representa una herramienta valiosa en la educación del futuro.

Para quienes consideran que la IA puede suplantar a los estudiantes en algunos procesos, esto no debiera ser motivo de preocupación, pues para la solución de este problema se puede utilizar un aula invertida, donde se utilice IA para explicar contenidos y métodos de enseñanza en casa, mientras los profesores aplican conocimientos y habilidades junto con los estudiantes en el aula.

La IA en la educación puede liberar o aligerar muchas tareas y procesos que consumen mucho tiempo. Además, permite hacer algo que es "prácticamente" imposible para los docentes: proporcionar planes de aprendizaje individualizados para cada uno de los alumnos. Esto incluye satisfacer necesidades especiales derivadas de su motivación, habilidades, consideraciones culturales o religiosas, estilos de aprendizaje, conocimiento previo, etc.

Imagen de archivo. Foto: RF._.STUDIO/PEXELS

Sin duda, una de los beneficios más resaltantes de la IA es el tema de la personalización del aprendizaje. Los sistemas de IA pueden adaptar los materiales de aprendizaje a las necesidades individuales de cada estudiante, contribuyendo así a la creación de un plan de estudios más adecuado, mejorando así la eficiencia y el rendimiento académico. También puede detectar dificultades tempranas en el desempeño de los estudiantes y desafíos en el proceso de aprendizaje. Los estudiantes pueden aprender a su propio ritmo, repasar conceptos que les resulten difíciles y avanzar rápidamente en áreas que ya dominan.

Al generarse para cada niño planes individuales de aprendizaje con ayuda de IA, el maestro se encargaría de acompañar y hacer un seguimiento de los procesos, evaluar el alcance de los objetivos de aprendizaje y, en función de ellos, solicitar a la IA un nuevo desarrollo con los reajustes necesarios.  La IA puede a su vez aumentar la eficiencia al automatizar muchas tareas administrativas propias del entorno educativo, ayudando a los profesores a dedicar más tiempo a enseñar y acompañar a sus estudiantes.

A pesar de los numerosos beneficios de la IA, es poco probable que reemplace a los docentes, debido a que esta profesión es profundamente humana e implica algo que va más allá de impartir conocimientos. Los maestros desempeñan un papel vital en el desarrollo social y emocional de sus alumnos, que no puede ser replicado ni reemplazado por la IA.  La enseñanza requiere interacción social, creatividad, pensamiento crítico y adaptabilidad, procesos fundamentalmente humanos que la IA no puede replicar. Por lo tanto, no debiera ser una amenaza, sino una herramienta que puede mejorar la educación y ayudar a los docentes a hacer su trabajo de manera más eficiente.

Imagen de archivo. Foto: E.PARRA/EP

Así como la IA posee muchas ventajas en la educación, también tiene sus limitaciones y desafíos, los cuales son necesarios abordar. Uno de los mayores desafíos es garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a las herramientas y plataformas de IA. Con la creciente disponibilidad de educación en línea y recursos educativos en Internet, es importante garantizar que todos los estudiantes, independientemente de su situación socioeconómica o ubicación, tengan acceso a dichos recursos.

También preocupa el impacto de la IA en la privacidad de los estudiantes y la seguridad de los datos. Los educadores también han señalado la capacidad del Chatbot para generar respuestas significativas a preguntas de evaluaciones y exámenes. Y a menudo no es posible atribuir estas respuestas a una fuente concreta, lo que dificulta la detección del plagio.

Otro motivo de preocupación es el posible desplazamiento de puestos de trabajo en el sector educativo a medida que avanza la tecnología, porque con la automatización de muchas tareas administrativas, puede haber menos puestos de trabajo disponibles para educadores o el personal de apoyo.

De igual forma, otro desafío de la IA en la educación está en la necesidad de desarrollar currículos de competencias tecnológicas orientados a su implementación en el campo correspondiente. Además, es importante considerar las tendencias de la tecnología educativa y la aplicación práctica de la IA en la educación.

Imagen de archivo. Foto: KAROLINA GRABOWSKA

Asimismo, debe darse atención a las consideraciones éticas. Por ejemplo, si un sistema de IA comete un error al calificar una prueba, ¿quién es el responsable? ¿Cómo se protegen los datos personales de los estudiantes? A medida que la IA se integre cada vez más en la educación, estas son cuestiones que también deben abordarse.

Es fundamental evaluar el impacto de la IA en los resultados de los estudiantes. Esto se puede lograr mediante pruebas estandarizadas y evaluaciones formales del aprendizaje. Sin embargo, también es importante considerar indicadores más cualitativos, como el compromiso de los estudiantes y la satisfacción con la experiencia de aprendizaje.

Como ya sabemos, la IA tiene el enorme potencial de innovar y mejorar la educación. Sin embargo, también plantea desafíos importantes. Los educadores, los formuladores de políticas y los desarrolladores de IA deben trabajar juntos para maximizar los beneficios de la IA en la educación y al mismo tiempo abordar sus desafíos, ya que con la misma no se pretende disminuir la calidad formativa, ni reemplazar a alguno de los actores del proceso de enseñanza aprendizaje, sino que sirva de apoyo para mejorar y lograr una educación significativa para todos.

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Pedro Adalid es doctor en Educación y profesor universitario de Políticas de Calidad Educativa y Planes de Mejora.

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