CASTELLÓ (EP). En personas sin problemas de pensamiento y memoria, un simple test puede predecir el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo años más tarde, según un estudio publicado en el número online de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
"Cada vez hay más pruebas de que algunas personas que no tienen problemas de pensamiento ni de memoria pueden tener en realidad signos muy sutiles de deterioro cognitivo temprano --señala la autora del estudio, la doctora Ellen Grober, de la Facultad de Medicina Albert Einstein (Estados Unidos)--. En nuestro estudio, una prueba de memoria sensible y sencilla predijo el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo en personas que, por lo demás, se consideraba que tenían una cognición normal".
En el estudio participaron 969 personas con una edad media de 69 años sin problemas de pensamiento o memoria al inicio de la investigación. Se les sometió a una sencilla prueba de memoria y se les hizo un seguimiento de hasta 10 años.
La prueba consta de dos fases. En la fase de estudio, se muestran a las personas cuatro tarjetas, cada una con dibujos de cuatro elementos. Se les pide que identifiquen el elemento que pertenece a una categoría determinada. Por ejemplo, los participantes nombrarían el artículo "uvas" después de que se les pidiera que identificaran una "fruta".
Para la fase de prueba, primero se pide a los participantes que recuerden los elementos. Esto mide su capacidad para recuperar información. A continuación, en el caso de los ítems que no recuerdan, se les dan claves de categoría. Esta fase mide el almacenamiento de la memoria.
Los participantes se dividieron en cinco grupos, o estadios del cero al cuatro, en función de sus puntuaciones en las pruebas, como parte del sistema de estadios de deterioro de la memoria objetiva (SOMI). El estadio cero representa la ausencia de problemas de memoria.
Los estadios uno y dos reflejan una dificultad creciente para recuperar recuerdos, que puede preceder a la demencia entre cinco y ocho años. Estos participantes siguen siendo capaces de recordar elementos cuando se les dan pistas. En los estadios tercero y cuarto, las personas no pueden recordar todos los elementos ni siquiera cuando se les dan pistas. Estas fases preceden a la demencia entre uno y tres años.
El 47% de los participantes se encontraba en la fase cero, el 35% en la fase uno, el 13% en la fase dos y el 5% en las fases tres y cuatro combinadas. De los participantes, 234 personas desarrollaron deterioro cognitivo.
Tras ajustar por edad, sexo, educación y un gen que afecta al riesgo de padecer Alzheimer, el APOE4, los investigadores descubrieron que, en comparación con las personas que se encontraban en el estadio cero de SOMI, las que estaban en los estadios uno y dos tenían el doble de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo. Las personas que se encontraban en los estadios tres y cuatro tenían tres veces más probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo.
Tras ajustar los biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer, como las placas amiloides cerebrales y los ovillos de tau, el sistema SOMI siguió prediciendo un mayor riesgo de deterioro cognitivo.
Los investigadores calcularon que, al cabo de 10 años, alrededor del 72% de los pacientes en los estadios tercero y cuarto habrían desarrollado deterioro cognitivo, frente al 57% de los que se encontraban en el segundo estadio, el 35% de los que estaban en el primero y el 21% de los que estaban en el estadio cero.
"Nuestros resultados respaldan el uso del sistema SOMI para identificar a las personas con más probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo --afirma Grober--. Detectar el deterioro cognitivo en sus fases más tempranas es beneficioso para los investigadores que estudian tratamientos. También podría beneficiar a aquellas personas a las que se les detecte un mayor riesgo, consultando con su médico e implementando intervenciones para promover un envejecimiento cerebral saludable".