Un Ibex con poca presencia en la presentación del plan de choque del Gobierno fue de más a menos

VALÈNCIA. Mientras Pedro Sánchez anunciaba ayer lunes el nuevo plan de choque del Gobierno -valorado en 16.000 millones de euros- como respuesta a los daños colaterales de la guerra que libran ruso y ucranianos, el Ibex 35 tanteaba los 8.500 puntos subiendo casi un 2%. Un nivel que no recupera desde el pasado 18 de febrero cuando lo perdió. Analistas, operadores, gestores e inversores en particular pensaban que era cuestión de tiempo que el barómetro de la renta variable española franqueara dicha cota... pero finalmente no sucedió.

El principal índice bursátil nacional se fue replegando conforme transcurría la sesión para cerrar con una suave subida del 0,42%, lo que le llevó a perder los 8.400 puntos al despedir la primera jornada bursátil en los 8.365,60. Además, muy cerca de los mínimos intradía (8.354,40 puntos).

Un Ibex 35 que se deja este año en el camino un 4%, lo que contrasta con la subida del 1,20% que se anota su homólogo londinense FTSE 100 (+1,20%). Sin embargo, el resto de principales índices europeos presenta mayores descensos que el español. A saber: el FTSE Mib italiano cae un 9,63%, el paneuropeo Euro Stoxx50 un 9,57%, el Dax Xetra 40 alemán un 9,24% y el Cac 40 francés un 7,88%.

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Las eléctricas fueron las grandes animadoras de la sesión en el parqué doméstico con Endesa (+2,80%) a la cabeza. Y precisamente su consejero delegado, José Bogas, fue uno de los contados pesos pesados de las cotizadas del Ibex 35 en dejarse ver en la presentación de dicho plan de choque. Junto a el estuvieron José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica y sus homólogos de Acerinox (Bernardo Velázquez), ACS (Florentino Pérez), Aena (Maurici Lucena), Enagás (Antonio Llardén), FCC (Esther Alcocer), Indra (Marc Murtra) y Red Eléctrica (Beatriz Corredor). Ni que decir tiene que buena parte de dichas cotizadas corresponden a empresas donde el Estado tiene una participación.

Justo hace una semana, Pedro Sánchez y la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reunieron con los principales ejecutivos de las energéticas. Allí acudieron los presidentes de Acciona (José Manuel Entrecanales), Iberdrola (Ignacio Sánchez Galán) y Naturgy (Francisco Reynés); así como los consejeros delegados de EDP (Ana Paula Marques), Endesa (José Bogas) y Repsol (Josu Jon Imaz). "No hemos hablado de impuestos a las grandes compañías, sino de cómo conseguir una energía más barata y cómo pueden contribuir en mucha mayor medida al confort de los consumidores", advertía la ministra en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

En busca de apoyos

Mientras tanto Pedro Sánchez pidió ayer el apoyo de las fuerzas políticas y de los actores institucionales y sociales al plan que el Gobierno aprobará este martes para paliar las consecuencias que está suponiendo la guerra de Ucrania en la economía española. A su juicio, esto consiste en "comprometer a nuestro país en una causa justa y salir adelante con orgullo", aunque advirtió que las dificultades serán "extraordinarias". En este sentido manifestó que la única senda de prosperidad posible pasa por los valores europeos que son los mismos que están inscritos en la Constitución.

El presidente del Gobierno avanzó los cinco ejes en los que van a consistir las medidas, que aprobará hoy el Consejo de Ministros para "repartir de forma justa" los efectos de la invasión de Ucrania por parte de Putin. Lo hizo recordando que en los últimos dos años España ha sido golpeada por la "peor calamidad mundial" que supone la pandemia, por la erupción del volcán de La Palma y ahora, por una guerra. Tras este resumen se preguntó: "¿Qué más tiene que ocurrir para que respondamos unidos, para dejar de lado las rencillas y los sectarismos y sumar fuerzas?".