tribuna libre / OPINIÓN

Un nuevo modelo de Sistema Nacional de Salud

Foto: EVA MÁÑEZ
13/11/2023 - 

El Sistema Nacional de Salud presenta desde hace una década una serie de síntomas que afectan a su concepción inicial y su eficacia social. Esta situación se ha visto agravada con la epidemia de covid que puso en tensión a todas sus personas y a todos sus mecanismos.

Los síntomas que se perciben son  generales y afectan a todos los elementos y relaciones del Sistema Nacional de Salud (en adelante SNS). Además no existe, entre los actores del SNS, ni unanimidad ni globalidad de alcance en el diagnóstico, ni tampoco en la propuesta de solución ya no solo admitida, ni siquiera admisible, de ser válida. Se percibe como una situación irresoluble.

Las personas del SNS están cansadas. Se perciben a sí mismas como entregadas a una labor que no es reconocida en su esfuerzo por el propio SNS, no el del político cuando habla en público de ellos, sino el del SNS como gestor inmediato. Además no se reconocen –ellas mismas– como parte activa y generadora del problema

Las estructuras del SNS se rozan entre sí con una fricción que produce ineficiencia en los procesos y, se comienza a percibir, ineficacia en los resultados de mejora de la salud.

Los recursos materiales son infrautilizados. El ritmo de uso de los mismos está adecuado a las condiciones laborales y no a las necesidades del enfermo.

Foto: EVA MÁÑEZ

El esfuerzo de crecimiento en el número de personas trabajadoras del SNS –19% en subsector público y 25% en subsector privado en la década 2020/2011– no ha compensado el crecimiento de la demanda –en parte  autogenerada por el efecto agencia y en parte por abuso del ciudadano en materializar su derecho a la salud – a pesar de los avances tecnológicos y terapéuticos. Se ha metido más oferta y demanda en la misma horma, en el mismo modelo organizativo.

La oferta en estructuras de provisión (hospitales, centros de salud, etc.) ha llegado a su límite. No tanto por decaimiento de la demanda política y social sino por razones de tamaño óptimo para realizar una buena medicina y obtener un alto rendimiento.

El actual SNS, fruto de la Ley 14/1986 General de Sanidad, comienza a ofrecer síntomas evidentes de obsolescencia técnica –la descoordinación entre Servicios regionales– y  respecto a los valores fundacionales con ciertas consecuencias no deseadas en la equidad y en la eficacia.

La Ley 14/1986, fundamental y necesaria para transitar, desde un sistema escaso, disperso e inconexo de proveedores y con beneficiarios de seguridad social y de beneficencia, hasta el paradigma actual de derecho universal a la salud, requiere de un nuevo consenso político de Estado para renovar su eficacia por otros cuarenta años venideros.

Foto: EVA MÁÑEZ

Se impone definir un nuevo modelo general para el SNS y, dentro de ese modelo general, un nuevo modelo de gestión del mismo. En términos informáticos: un software de base y un software de aplicación.

El software de aplicación tiene los siguientes cinco focos de desarrollo:

-La gestión de la enfermedad

-La gestión del Paciente

-La gestión de la formación y de la motivación

-La gestión de la operativa y de la logística

-La gestión de los sistemas de información

El software de base tiene los siguientes focos de desarrollo:

-La conexión entre los subsistemas del SNS.

-La medición de la recuperación de la salud.

-La financiación por resultados.

-La gestión con riesgo de los proveedores de asistencia.

-La progresiva implantación del régimen común de contratación laboral.

Este conjunto de focos es admisible hoy en día en la ideología de los españoles aunque requerirá de una gran etapa de conceptualización analítica, difusión y debate. Además son alcanzables materialmente dado el desarrollo actual de herramientas técnicas de que disponemos.

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