CASTELLÓ. El defensa Héctor Verdés, nuevo fichaje del Castellón, se ha mostrado directo a la hora de analizar sus características de juego y no ha ocultado su tendencia a recibir tarjetas de cualquier color, tal como ha ocurrido a lo largo de su dilatada carrera.
El central ha recibido tarjeta amarilla en 109 de los 221 partidos profesionales que ha disputado y ha sido expulsado en 11 de ellos, dos de forma directa. Esto significa que ha aparecido en la lista de amonestados o expulsados en la mitad de los encuentros que ha disputado, situación que, a tenor de sus declaraciones, no parece que vaya a cambiar mucho en su nueva etapa de albinegro. “Soy un central de los que van quedando menos. Me gusta ir al límite del reglamento y cada jugada me la tomo como si fuese la última”, reconoce.
El veterano zaguero ha subrayado el poder de atracción que tiene el Castellón entre los jugadores. “Es uno de los equipos de los que menos cuenta te das de que están en Segunda División B porque cada dos semanas juega en un campo con unas características que no son propias de esa categoría y esa es una de las razones que me ha hecho venir aquí”, ha comentado.
Verdés augura una buena temporada del Castellón en su segunda campaña consecutiva en Segunda División B, pese a las dificultades que tuvo el curso pasado para salvar la categoría. “Es un club histórico que tiene mucho que decir y que está en un momento ideal para despegar. El año pasado sufrió, pero esta temporada empezamos de cero y podemos tener un año bonito”, ha declarado.
El defensa ha tenido su primera toma de contacto con sus nuevos compañeros este viernes y ya entrena a las órdenes de Óscar Cano, que espera disponer de nuevos refuerzos en las próximas semanas después de concretarse ocho en lo que va de mercado.