CASTELLÓ. Vicente Montesinos tomó las riendas del CD Castellón en Tercera División con el propósito de llevarlo al fútbol profesional en cinco años y cumplió el objetivo en tres. Su camino, sin embargo, estuvo repleto de obstáculos debido a la herencia envenenada que le dejó su antecesor en el cargo, David Cruz. Hoy en día puede celebrar un salto a Segunda que parecía quimérico hace pocos años, cuando el club estaba al borde de la desaparición. En esta entrevista concedida a Castellón Plaza, el presidente albinegro advierte de la importancia de extraer lecciones de la época más nefasta que vivió la entidad y aboga por dar continuidad al modelo de gestión que ha trazado desde su llegada.
P. ¿En qué momento de la temporada sintió que el Castellón podía ascender?
R. Las sensaciones las teníamos desde el inicio de temporada por el buen fútbol que se estaba haciendo, pero era solo el principio y no lo sabíamos todavía. El momento real fue el mercado de invierno. Veíamos que teníamos opciones y buscamos los refuerzos que necesitábamos para llegar al play off sí o sí y optar al ascenso. Ya no era una sensación, sino una exigencia.
P. Durante el estado de alarma hubo momentos de confusión respecto a la reanudación de la actividad. Incluso se habló de la posibilidad de declarar nulos los ascensos. En esos días, ¿qué es lo que se le pasó por la cabeza?
R. Si hubo algo peor que la tensión habitual de los partidos de liga fue todo lo que ocurrió a raíz del coronavirus. Fue horrible. El mero confinamiento ya nos generaba estrés, pero a eso había que sumar toda la incertidumbre sobre la vuelta a la competición. Fue muy duro para todos porque afectaba a las personas y a la dinámica de grupo que estábamos teniendo. A eso hay que añadir que la gente de arriba es la que marca las reglas del juego y la que decide si hay play off o si se declara nula la temporada. También estaba pendiente el recurso del TAD. Fue muy duro para toda la gente del club y también para mí. He sufrido demasiado. No se lo deseo a nadie.
P. ¿Cuál ha sido el efecto económico de esta crisis para el Castellón?
R. Ha afectado muchísimo. Personalmente he tenido que hacer desembolsos económicos importantes para poder llenar el depósito del barco y generar una dinámica lo más positiva posible en el club para que todo el mundo tuviese la seguridad económica y la garantía de que hay un proyecto. Eso también ha hecho que jugadores y cuerpo técnico se hayan sentido arropados. Aquí hemos arrimado el hombro todos.
P. ¿Cuánto dinero ha tenido que poner para reparar esta situación?
R. En la Junta General de Accionistas habíamos hablado de que el roto que se podía producir esta temporada era de 600.000 euros y que si se hacía el play off perdíamos unos 200.000, pero al final podemos haber llegado a 1,2 millones de euros de pérdidas. Esto es dinero que había que poner y que se ha puesto. Si se lograba el ascenso, estupendo, pero si no se conseguía, habríamos tenido que poner más dinero aún.
P. ¿Se ha podido cuantificar el impacto económico que va a tener este ascenso?
R. No nos ha dado ni tiempo de hacer una prospección, más allá de la que podría hacer cualquiera. Hay que tener en cuenta que, debido a la circunstancia de la COVID-19, yo no tengo una seguridad de que el pasado sea igual que el mañana. Si nos vamos al pasado podemos establecer seis millones de televisión y dos millones de ingresos de club, aproximadamente. Serían ocho millones en total. Pero, para la próxima temporada hemos hecho una campaña muy agresiva en favor de los aficionados y vamos a ingresar menos dinero en abonos. Es una manera de compensar las jornadas que se han perdido este año y las que podrían perderse la próxima temporada si no se resuelve la situación del coronavirus. Esto va a hacer que los ingresos sean más bajos y quizás estemos en siete millones, no lo sé. Pero, lo más importante es lo que va a permitir la Liga con el control financiero que establece para el presupuesto de las plantillas. En cualquier caso, vamos a gestionar los recursos lo mejor posible, como hemos hecho hasta ahora, y trataremos de configurar el mejor equipo que podamos para asegurar nuestros objetivos.
P. ¿Se han resuelto todas las deudas con Hacienda?
R. La situación con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria está totalmente controlada. Este año nos pusimos al día de las deudas pendientes de la pasada temporada y llegamos a un acuerdo con los dos organismos. No ha habido ninguna problemática, más allá de temas meramente transaccionales y administrativos. La Federación tenía que hacernos unos ingresos corrientes y lo que dijimos es que en lugar de pagarnos esa cantidad a nosotros, que se la pague a Hacienda y eso está en trámite. Desde el inicio de nuestra llegada hemos hecho desembolsos millonarios a Seguridad y Hacienda y eso se tiene que saber. No nos vamos a detener en una problemática puntual que pueda haber de 100.000 euros en Hacienda con las cifras que manejamos.
P. ¿Se han producido avances con el Ayuntamiento respecto al proyecto de Ciudad Deportiva?
R. Lo que hemos avanzado con el Ayuntamiento es que son conocedores de la necesidad y de que llegará algún momento en que nos tendremos que sentar a hablar de eso. Quizás el momento ha llegado ahora, porque cuando realmente estás solventando una problemática histórica y encima las cuotas que te habías marcado a cinco años las alcanzas en tres, es incontestable. Estoy convencido de que avanzaremos y seremos capaces de seguir creciendo porque va a ser bueno para nuestra ciudad y nuestra provincia.
P. ¿El convenio de cesión de Castalia entra en el mismo discurso?
R. Así es. Sí que te digo que es necesario que avance mucho más rápido porque no hay que hacer inversiones. Es un tema de voluntad política y de creencia de que es necesario dar esa estabilidad a un proyecto y yo creo que, como club, hemos demostrado de sobra lo que teníamos que demostrar. Yo estoy convencido, y así se nos ha transmitido, de que vamos a tener un convenio importante, como tienen muchos otros clubes.
P. Ya puestos a avanzar en temas de Ayuntamiento, ¿se ha planteado la opción de ampliar el aforo de Castalia ante la creciente demanda de abonos que tiene el club?
R. Este ha sido un tema goloso en época de elecciones y se podía proyectar una ampliación de la capacidad del estadio o incluso la construcción de uno nuevo. Yo siempre he dicho que no es necesario. No porque no lo vaya a ser algún día, sino porque ahora no toca. No podemos plantear inversiones faraónicas por parte del Ayuntamiento para una ampliación que podría salir no rentable el día de mañana. Sí soy partidario de una reforma que permita su adecuación al siglo XXI. Si eso significa ampliar algo por un tema de reajuste, a lo mejor se podría sacar algo, pero igual hay que reducirlo un poco para sacar otros espacios. Nosotros hemos parado hasta 14.000 abonados porque podemos necesitar asientos disponibles si se reducen algunas zonas del estadio para gente con movilidad reducida o cualquier circunstancia inclusiva que pudiese haber. Ahora lo que toca es un buen convenio y una adecuación del estadio. Porque vamos a vender ciudad y provincia en toda España y tenemos que demostrar que estamos más vivos que nunca y que somos una ciudad y una provincia muy potente.
P. Una vez alcanzada la meta de devolver al Castellón al fútbol profesional, ¿cuál es el próximo objetivo?
R. El principal objetivo es tratar de que no vuelva a ocurrir lo del pasado. Siempre he dicho que hay que mirar atrás y ver de dónde venimos para evitar que se produzcan circunstancias de ese tipo. Para eso hay que trabajar con seriedad y honestidad, pensando siempre que lo primero es el CD Castellón y que hay que servir al club y no servirse de él. Queremos seguir construyendo club, pero con cautela, porque es más fácil bajar que subir.
P. ¿Qué modelo de gestión se va a desarrollar en Segunda División para que el club sea a la vez competitivo deportivamente y sostenible económicamente?
R. El que hemos venido haciendo hasta ahora. Este año, con los convenios que tenemos, hemos subido al Joventut Almassora y al Nou Bàsquet Femení; con ASORCAS seguimos apostando por un deporte inclusivo; a través de la Fundació Albinegra son más de 750 niños y niñas que están bajo nuestra formación y nuestro paraguas; hemos subido al juvenil A a División de Honor y al juvenil B a División Nacional; tenemos a toda la cantera en las máximas categorías en las que se puede estar. Vamos a seguir en la misma línea y esperando que crezcamos.