Foto: Ayuntamiento de Vila-realVILA-REAL. El alcalde de Vila-real y presidente del Consorcio del Paisaje Protegido del Mijares, José Benlloch, junto al concejal de Servicios Públicos y de Medio Ambiente, Xus Madrigal, ha comprobado esta mañana los daños ocasionados por el paso de jabalís en el ermitorio de la Virgen de Gracia.
“Es una vergüenza que, por no autorizarnos la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) la instalación de jaulas trampa para el control de la sobrepoblación de jabalí, tengamos que ver cómo campan por el paraje provocando importantes daños en las zonas ajardinadas y en las infraestructuras del entorno. La sobrepoblación de jabalís es un problema para la seguridad, para el tráfico, las infraestructuras de riego, para nuestros campos y para el ecosistema. Por eso, ante la falta de respuesta de la CHJ, estamos trabajando ya en las autorizaciones para instalar posibles sistemas de control en infraestructura pública municipal”, valora Benlloch.
“Hace ya más de medio año que requerimos a la CHJ para que nos permitiera instalar jaulas trampa en el paisaje protegido de la desembocadura. A día de hoy, seguimos sin solución y el único motivo que se nos da es que las jaulas podrían provocar problemas de inundabilidad en el caso de lluvias. Una argumentación muy peregrina, si tenemos en cuenta que la CHJ tiene completamente abandonados nuestros barrancos. Si temen por posibles riadas, lo primero que tienen que hacer es tener los barrancos, que son su competencia, en condiciones”, aboga el alcalde.
Benlloch advierte que el gobierno municipal ve también con “preocupación” la situación en los cauces antes posibles avenidas de agua. En la misma línea, Benlloch recuerda que el año pasado, cuando sí se autorizaron jaulas trampa, se logró capturar a más de 30 ejemplares de jabalís.
“Los datos demuestran la efectividad del sistema, porque el año pasado no tuvimos esta problemática, mientras que ahora ya hay gente que ni siquiera se atreve a salir a dar un paseo por el Termet. Se está generando incluso una cierta alarma social ante la cual no podemos permanecer pasivos: es urgente adoptar medidas, pero desde el Ayuntamiento no podemos actuar sin la autorización pertinente”, lamenta. Por este motivo, Benlloch está planteando ya la posible instalación de sistemas de control de la sobrepoblación de jabalís sobre infraestructura municipal.
Mientras tanto, de cara al año que viene, Benlloch trabaja también en la posibilidad de organizar esperas con arco para controlar la población de jabalís. “Estoy pendiente de poder cerrar el tema con la Federación de Caza, pero estoy seguro de que este sistema puede ser muy interesante, mientras no se nos den otras soluciones, para controlar una situación que está provocando graves daños a la biodiversidad, la seguridad y alarma social”, concluye Benlloch.
