VILA-REAL (EFE). El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Vila-real dispone ya de la liquidación del presupuesto de 2023 que arroja un remanente de algo más de 9 millones de euros.
El alcalde de la ciudad, José Benlloch, ha explicado que “fruto del plan de ajuste y priorización presupuestaria y el plan especial de liquidación de pagos pendientes que aplicamos el pasado año ante la delicada situación económica del Ayuntamiento, el ejercicio de 2023 se cierra con un remanente de 9 millones de euros que, en la coyuntura actual, deben destinarse a seguir cumpliendo con los proveedores y hacer frente a las sentencias urbanísticas heredadas de la etapa del PP que siguen siendo el principal lastre para esta ciudad”.
“Además de pagar lo que se debe y la sentencias también hay que hacer frente a algunos de los proyectos y necesidades que se quedaron pendientes el pasado año, fruto de las dificultades económicas del último trimestre y el bloqueo que varias sentencias nos generaron a las cuentas”, agrega.
Benlloch ha subrayado que la información sobre la liquidación del presupuesto de 2023 ha sido facilitada este miércoles a los grupos de la oposición para su conocimiento y estudio. “Por nuestra parte, como siempre, máxima transparencia para que todos los grupos municipales conozcan la realidad económica del Ayuntamiento que en este momento es especialmente delicada por la amenaza constante de las sentencias urbanísticas y al contar con un presupuesto prorrogado”.
El alcalde ha defendido la necesidad de continuar en la línea del plan especial de liquidación de pagos pendientes que se inició en julio del pasado año para agilizar el cumplimiento de los compromisos pendientes con proveedores, propietarios afectados por las últimas sentencias y empastres urbanísticos del PP y a los funcionarios.
“Estamos en un momento muy delicado, fruto de la situación de presupuesto prorrogado y de la tormenta perfecta que vivimos el pasado año con un presupuesto que tardamos en aprobar, merma de ingresos por las bonificaciones de impuestos al comercio y hostelería, reducción de ingresos por plusvalías y el impacto en las cuentas de las medidas por la covid así como los efectos de la guerra de Ucrania, con el incremento de los costes energéticos”, recuerda Benlloch.
A ello se han sumado otras complicaciones como la falta de personal, por jubilaciones y dificultad en la cobertura de plazas, sin olvidar que “no dejamos de arrastrar la losa del urbanismo y la deuda del PP que supone un mínimo de 7 millones de euros para las arcas municipales cada año”. En este sentido, el alcalde lamenta que “el riesgo es constante” y de hecho en pocos días el consistorio podría tener que hacer frente a varias sentencias millonarias, entre ellas por el solar del jardín de Botànic Calduch, que “el PP ocupó en 2010 sin pagar al propietario”.
“Una gestión responsable y prudente, con el poco dinero que dispone esta ciudad y las necesidades actuales del presente, el futuro y, por desgracia, la herencia del pasado, permite que estos remanentes nos ayuden a hacer frente a las dificultades en estos momentos”, señala el alcalde, quien ha querido agradecer también a la concejala de Hacienda, Sabina Escrig, su trabajo, así como a todo el departamento de Intervención, Tesorería y Oficina presupuestaria en una situación de dificultades en cuanto al personal, con la vacante del jefe de la Oficina presupuestaria todavía sin cubrir.
“Pese a eso, y dedicando muchas horas al día, han logrado liquidar el presupuesto para poder hacer frente a las necesidades de la ciudad casi con un mes de antelación a lo que suele ser habitual en otros años pues los ayuntamientos disponemos hasta el 1 de marzo para poderlo hacer”, concluye el alcalde.