Ayuntamiento de Vila-realVILA-REAL. Si todas los edificios e inmuebles de Vila-real optasen por la energía solar fotovoltaica, la ciudad podría albergar hasta 443.466 paneles solares con los que suministrar el 80,2% de las necesidades energéticas del municipio. Esta es una de las principales conclusiones del estudio de la potencia fotovoltaica de Vila-real impulsado por el Ayuntamiento, a través de la empresa ImpactE y financiado a través de subvenciones autonómicas.
El alcalde, José Benlloch, acompañado del concejal de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Xus Madrigal, y el CEO de ImpactE, Ximo Masip, han presentado esta mañana los resultados del diagnóstico, que incluye, además, un mapa interactivo para consultar los datos de potencia correspondientes a cada inmueble. Una herramienta tecnológica que, incardinada en la estrategia local de lucha contra el cambio climático y la Agenda Urbana Vila-real 2030, está abierta y disponible para toda la ciudadanía a través de la web municipal.
Este estudio de potencial indica que el ahorro máximo que se conseguiría con energía fotovoltaica contando con todas las cubiertas de Vila-real sería de 47,5 millones de euros anuales, evitando la emisión a la atmósfera de 40.907 toneladas de dióxido de carbono. La potencia instalable permite además conocer los ahorros medios en la factura eléctrica, que ascienden a 262€ al año por vivienda, 459 € al año por comercio y 5.1803 € al año por industria. Con esta potencia el municipio podría generar como máximo el 80,2% de las necesidades energéticas anuales del municipio.
Toda esta información se pone a disposición de la ciudadanía a través de un mapa solar interactivo, que permitirá a cada vecino conocer el potencial máximo y el óptimo según consumo de su propio edificio. El mapa también indica el número óptimo de paneles a instalar e impactos económicos y ambientales como el coste aproximado de la inversión, la rentabilidad, el ahorro anual y las emisiones equivalentes ahorradas.
“Presentamos hoy esta herramienta tecnológica tan interesante, pero esto no quiere decir que empecemos ahora en nuestra estrategia de lucha contra el cambio climático. De hecho, este estudio se incardina perfectamente con los compromisos aprobados con un consenso social y político histórico en la Agenda Urbana de Vila-real”, incide Benlloch. En esta línea, el alcalde recuerda algunas de las acciones implementadas en esta línea en los últimos 10 años, como la electrificación de la flota de vehículos de Servicios Públicos, que ha pasado del 14% de 2104 al 100% actual, o la sustitución progresiva de farolas por led, que alcanza ya el 30% de luminarias de la ciudad.
En el apartado de energías limpias, Benlloch destaca el trabajo realizado en instalación de placas solares, que han llegado ya a 11 centros escolares, además de los proyectos en licitación que, con un importe de 350.000 euros, permitirán suministrar energía eléctrica a 17 edificios municipales a partir de los paneles que se instalarán en los pabellones Melilla y Bancaja y Servicios Públicos Vila-real, además del colegio Carlos Sarthou. Los proyectos de instalación de placas solares cuentan con financiación del Ivace. “Además, el año pasado fuimos pioneros en la aprobación de bonificaciones fiscales a las viviendas que instalen placas solares en sus cubiertas”, recuerda el alcalde.
Además, el estudio elaborado por la empresa ImpactE analiza también los consumos de los edificios municipales con el objetivo de elaborar una estrategia para seguir avanzando en el objetivo de cero emisiones del Ayuntamiento. Para este objetivo, el análisis que ha detallado su CEO, destaca un escenario óptimo, “hacia el que se camina poco a poco”, en el cual, con 22 instalaciones solares, se podría cubrir la demanda de 62 edificios municipales, logrando un ahorro estimado de 302.000 euros al año, entre otras conclusiones.
“La fórmula del autoconsumo colectivo ofrece grandes ventajas para el Ayuntamiento de Vila-real, como la reducción del tiempo de retorno en 1,2 años o un 3% más de rentabilidad y 90.000 euros más de ahorro al año”, concluye Masip. “En definitiva, un paso más en la lucha contra el cambio climático en la cual, dentro de nuestras posibilidades y las dificultades económicas y de personal del Ayuntamiento, seguiremos avanzando para hacer de la nueva Vila-real del siglo XXI una ciudad más sostenible, innovadora y de oportunidades”, zanja Benlloch.
