VILA-REAL. El Ayuntamiento de Vila-real ha prorrogado dos años más, hasta septiembre de 2026, el contrato del servicio de abastecimiento de agua potable, en manos de la empresa Facsa desde 1997.
La extensión de la concesión llega en un momento en el que Facsa y el consistorio están inmersos en diferentes proyectos de modernización de la red municipal para mejorar la calidad del agua potable que consumen los vecinos de Vila-real. El desarrollo agrícola ha provocado en los últimos años altas concentraciones de herbicidas como el bromacilo y el desetil terbutilazina en los acuíferos de Vila-real, lo que ha mermado la calidad del agua, aunque sin poner en riesgo su potabilidad.
Los vecinos del municipio consumen agua procedente del pozo Bassa del Poble y de otros tres más: Amorós, Carinyena y Reg Nou. Además, el nuevo Consorcio Provincial de Aguas de Castellón proporciona un caudal adicional de 5.500 metros cúbicos diarios.
En el pozo Amorós, la empresa Facsa ha colocado recientemente una nueva bomba sumergida con una inversión municipal de 68.414 euros. Además, el Ayuntamiento ha pagado otros 55.605 euros más para instalar medidores de cloro, del pH y de la turbidez de las aguas.
Facsa también ha instalado este año en el pozo Bassa del Poble una planta de tratamiento de las aguas mediante carbón activo granular para eliminar plaguicidas. La nueva planta, construida a cielo abierto con una inversión de 676.712 euros, es capaz de tratar hasta 350 metros cúbicos por hora de agua, equivalente a la capacidad de la Bassa del Poble.
Por último, Facsa gestiona las obras de renovación de la red de agua potable en un tramo de la calle Cordón. La inversión, de 18.836 euros, también forma parte del contrato de abastecimiento prorrogado hasta septiembre de 2026. Los trabajos afectan a tramo comprendido entre el número 69 de la calle Cordón y el cruce con la calle San Juan Bosco.