SIN COMPLEJOS / OPINIÓN

Vivir el presente

29/11/2021 - 

De entre todos los tiempos que vivimos, el más complicado siempre es el presente. Sobre todo, el que tenemos hoy en la Comunitat Valenciana. Entre una factura de la luz desorbitadamente disparada, unos precios lanzados en cohete y un coronavirus que vuelve a asomar la patita justo ahora en Navidad, los valencianos no tenemos tregua. Por eso, lo más sencillo para algunos es escaparse del mismo en dos direcciones: hacia un futuro brillante y esplendoroso que nunca llega o hacia un pasado distorsionado por el retrovisor cóncavo con el que la izquierda lo mira todo. Esta es la realidad del Botànic, ni más ni menos.

Respecto al futuro, hemos visto continuamente como los ‘ximoanuncios’ nos iban contando todos los planes que este Consell iba a implantar para convertir el País Valencià (porque este es el verdadero objetivo de este gobierno dentro de unos años, a poco que se les deje) en una especie de paraíso sostenible, verde, feminista y, por supuesto, progresista, porque otra ideología no cabría. ‘El País Valencià será el país del futuro y siempre lo será’ podría ser el lema de esta Generalitat Valenciana con unas previsiones tan ilusorias como irrisorias. Y todo porque, claro, poniendo en los presupuestos 3.000 millones de euros del País de Nunca Jamás pues es imposible que eso llegue. Tengo la impresión de que Vicent Soler jamás podrá capturar a su sombra.

Porque no es lo mismo estar en el gobierno que ser gobierno. Y creo que es el principal pecado capital de esta amalgama socio-nacionalista que se juntaron para alcanzar el poder para no se sabe qué. Porque gobernar es gestionar los recursos existentes, administrarlos según las necesidades y crear oportunidades de riqueza y empleo para mejorar la vida de los valencianos. Justo lo contrario de lo que tenemos. Es decir, aquí hay un plan (reitero, que se llama País Valencià) y voy a llevarlo a cabo pase lo que pase y haya lo que haya. Todo esto nada más que conduce a una melancolía perpetua, de ahí que esta salida hacia el futuro sea inviable.

De ahí que sigamos con el soniquete de que ‘contra Franco vivíamos mejor’, convertido por la izquierda en ‘contra el PP en el gobierno vivíamos mejor’. O sea, retrotraernos al pasado tan cómodo para los ahora consellers cuando con unas camisetas y unos gritos desaforados ya tenían la labor hecha. Ni una lección al Partido Popular ni como gobierno ni como oposición. Se acabó el rollito de la herencia recibida. Por si no lo sabían, les anuncio a miembros del PSOE, Compromís y Podemos: ustedes están en la Generalitat Valenciana.

Este es el presente, la realidad. Y esta es muy dura en la calle. Lo que necesitan nuestro sector turístico y hostelero son medidas de protección sanitaria para evitar que una quinta ola vuelva a paralizar toda la actividad, en una época tan determinante como la campaña de Navidad; nuestros médicos y enfermeras es que no les echen después de tanto esfuerzo y nuestros agricultores quieren agua a precios razonables para que puedan producir a costes competitivos para entrar en los mercados y que los consumidores puedan adquirir producto local, más sabroso y en las mismas condiciones económicas.

Lo que toca ahora es hablar de por qué se han quitado las deducciones a las familias que tienen que conciliar; qué se va a hacer para reducir las facturas energéticas en medio de DANAs, borrascas y heladas; cómo se van a controlar los precios sin intervenir el mercado. En definitiva, vamos a trabajar en el hoy para poder tener de verdad un mañana de salud, empleo y prosperidad para todos.

Otros no lo quieren afrontar porque lo que tienen delante es, sencillamente, la puerta de salida.

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