Es momento electoral y merece detenerse en las aportaciones que cada una de los partidos ofrece en materia económica. Y para empezar esta serie que nos llevará semanas, trataré de descifrar lo mejor y peor de cada una de las propuestas. Por empezar, es momento de hacerlo con el recién llegado, Vox, a quien prácticamente todas las encuestas dan representación, en mayor o menor medida.
A día de hoy, el programa electoral se limita a lo publicado sobre las 100 medidas para la España Viva. No aparece tampoco una memoria económica adjunta sobre los motivos que las originan, su aplicación y su viabilidad. Te las puedes creer si quieres o no.
Entrando en materia, la parte económica se limita al epígrafe Economía y Recursos, se diferencian tres tipos de medidas. Las dirigidas a planes energéticos, hidrológicos e industrialización, un segundo tipo encaminadas a la reducción del gasto público y el tercer tipo, reducción de un amplio número de impuesto junto con la aplicación de bonificaciones y reducciones en las cuotas de la Seguridad Social.
Sobre los planes, el primero se centra en el agua con un nuevo Plan Hidrológico Nacional, más allá del enunciado, desconozco el contenido, pero me imagino que se pretenderá rescatar el PHN presentado en su momento por el gobierno de José María Aznar y que ya suscitó polémica. En la parte energética, Vox propone energía limpia, barata y sostenible. Está bien que no se pierda la intención, pero llevamos mucho dinero invertido en energías renovables y la luz y la contaminación siguen subiendo. Un enunciado de buenas intenciones, pero sin más desarrollo no me parece una medida novedosa. Por último, se propone un plan de reindustrialización en una suerte de cooperación empresa-estado, medidas para favorecer a las empresas españolas, con sede y tributación en España en los concursos públicos. A mi entender, esto no aporta nada nuevo a lo que ya conocemos. Y añado, esconder la competencia y las capacidades de las empresas detrás de la bandera no lo veo acertado ni para los ciudadanos ni para las empresas.
no es nada acertado esconder la competencia y las capacidades de las empresas detrás de las banderas, no beneficia ni a los ciudadanos ni a la economía
El siguiente bloque de medidas está enfocada a la eficiencia y eficacia del Estado. Se propone la reducción del gasto público eliminando duplicidades y cerrando organismos que crean estructuras paralelas al Estado. Dentro de este punto, se habla desde Consejos consultivos hasta Agencias Meteorológicas pasando por las televisiones autonómicas y finalizando con un “etcétera”, que supongo que será lo que ellos consideren. Se habla de fusionar ayuntamientos y limitar el número de asesores, para potenciar las carreras profesionales de los empleados públicos. Simplificación normativa para el comercio y la industria y eliminación de costes y tasas para la creación de empresas. Estas iniciativas, sin una cuantificación o una estimación del ahorro previsto, sin valorar los beneficios sobre la ciudadanía no deja de ser una propuesta a la altura de buenismo tuitero. Por eliminar y fusionar, podemos eliminar y fusionar a la Administración entera.
Por último, las medidas de reducción de impuestos. Se propone la reducción del impuesto de sociedades, la reducción del impuesto de la renta, exención para las pensiones contributivas y la implantación de un tramo único, en realidad de dos tramos, uno del 20% y otro del 30% para las rentas más altas. Reducción del impuesto del valor añadido para determinados productos y fármacos infantiles y geriátricos. Ayudas para las familias números, reducciones de las cuotas de autónomos en determinadas situaciones, así como reducciones en la cuota de la seguridad social para la contratación de españoles y menores de 24 años, reforma del sistema de pensiones proponiendo un sistema mixto de capitalización y reparto, finalizando con la liberalización total del suelo. Analizando por partes, creo que algunas de las bonificaciones a la Seguridad Social en función de la nacionalidad igual se las puede tumbar el Tribunal Constitucional, pero no soy experto en leyes. Todas estas reducciones de impuesto las veo poco creíble, máxime cuando no han nombrado ni una medida ni un objetivo con respecto a la deuda pública, que marca la necesidad recaudatoria y por lo tanto limita las reducciones impositivas a diestro y siniestro.
Bajo mi perspectiva, de todo el programa económico considero que las que podrían tener más recorrido son la liberalización del suelo (o liberalizarlo un poco más), el tramo único de la renta y el sistema mixto de capitalización de pensiones.
En síntesis, la parte económica carece de lo esencial, un estudio que lo soporte y le aporte credibilidad, más allá de eso no deja de ser “make Spain great again”, cáptese la ironía, hay mucho más de Trump en este programa que de la Escuela de Salamanca. Necesita mejorar.