Comienza un nuevo curso político y en breve un otoño que esperemos nos traiga las ansiadas lluvias que tanto necesitan nuestros agricultores y ganaderos.
Termina un verano en el que la gente del campo se ha cansado de mirar al cielo esperando un agua que no llegaba. Al final el agua llegó pero por desgracia no del cielo, ha sido la magnífica gestión del exconseller de Agricultura, José Luis Aguirre, de Vox, la que ha conseguido paliar las duras condiciones que han tenido que soportar los ganaderos, que sufrían cada día la incertidumbre de como abrevar su cabaña ganadera. La previsión del exconseller Aguirre, dejando todo preparado antes de su salida, ha sido la que ha hecho posible que hace unas semanas llegara ese salvavidas en forma de agua. A veces los frutos del trabajo bien hecho son visibles incluso después de que uno se haya marchado.
Lo importante es que el agua llegó y se pudo salvar el ganado. Bien está lo que bien acaba.
Termina un verano en el que hemos podido disfrutar, como cada año, de las fiestas y tradiciones de nuestros municipios a lo largo y ancho de la Comunidad Valenciana. Fiestas y tradiciones en las que el mundo del toro desempeña un papel protagonista principal y este año además con un añadido extra que esperemos se consolide y perpetúe, el Circuito de Novilladas de la Comunidad Valenciana. Una iniciativa promovida y gestionada por la hasta hace poco, vicepresidencia primera y Conselleria de Cultura en manos del ahora exvicepresidente Vicente Barrera y la Fundación Toro de Lidia.
Una iniciativa que promociona a posibles futuras figuras del toreo de nuestra región, a la vez que dinamiza municipios, muchas veces casi olvidados por las administraciones, al organizar ese circuito de novilladas de norte a sur y de este a oeste de la Comunidad Valenciana.
Termina un verano en el que la avalancha migratoria ha roto todos los récords y a la que nuestra comunidad no es ajena. Cada verano y este no ha sido una excepción, vemos como asaltan nuestras costas, sobre todo en la provincia de Alicante, cientos de inmigrantes ilegales atraídos por las políticas de efecto llamada del gobierno de Sánchez con el visto bueno del partido popular de Núñez Feijóo. Por cierto, un Núñez Feijóo que obligó a sus presidentes regionales a romper los pactos de gobierno con Vox aceptando el reparto de inmigrantes ilegales, que propone Sánchez, por toda nuestra geografía. Pero parece que al final del verano puede reinar un poco de cordura en este tema y que el nuevo Consell acepte y adopte la propuesta de Vox para limitar el efecto llamada, una propuesta que supone que los barcos de ONGs que facilitan el trabajo de las mafias que trafican con seres humanos dejen de tener un trato de privilegio en los puertos dependientes de la Generalidad. Una “genialidad” que se le ocurrió al anterior gobierno del Sr. Puig y la Sra. Oltra, que mientras la flota pesquera de Burriana y Vinaroz ha de hacer frente al pago de los gastos que supone un amarre en el puerto, estos buques de las ONGs están exentos de estos pagos. Esperemos que el Consell se mantenga firme en este tema, ¿acaso pedirán que los vehículos de ONGs como Cruz Roja, Intermón Oxfam, AECC o Cáritas entre otras, dejen de pagar el impuesto de circulación? Algunos me dirán que no dé ideas, porque hay a quien la demagogia les sale por todos los poros de la piel.
Como dice la canción El final del verano llegó y tu partirás…
Ha llegado el final del verano, Vox partió del gobierno, pero como hemos visto su impronta aún dura en nuestro campo, en nuestras fiestas y en la lucha a favor de la protección de nuestras fronteras.
Seguiremos luchando y trabajando por los principios y valores por los que nacimos, dentro o fuera de los gobiernos. Por ahora fuera para no ser cómplices del desastre al que nos llevan las políticas de Sánchez y Feijóo.