VILA-REAL. Desde la derrota del Villarreal ante el Atlético de Madrid por 3-1 del pasado12 de noviembre hasta el amistoso contra el Leicester del último sábado pasaron 251 días. Más de ocho meses de sufrimiento y esfuerzo para un Yeremy Pino que ha estado alejado de los terrenos de juego por culpa de la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Ahora esa larga travesía por el desierto ha llegado a su fin y el futbolista groguet no puede estar más feliz.
"Estoy muy contento, las sensaciones son buenas y me quedan muchos partidos antes de que empiece LaLiga para seguir cogiendo sensaciones y confianza”, explica en una entrevista para los medios del club. Incluso reconoce que estaba nervioso “desde la noche anterior” al amistoso contra el Leicester, en el que partió como titular y el cual se llevó el conjunto inglés por 1-2.
Sobre la recuperación, el canario agradece el apoyo de sus compañeros y en especial el de sus padres y su hermana: “Se han comido conmigo estos ocho meses que han sido bastante duros”. Algo que muchos no saben es que, cuando Yeremy ya empezaba a ilusionarse con su recuperación, le detectaron una bacteria que le obligó a volver a ser operado. “Fue volver a empezar de cero”, afirma.
Ahora el objetivo de Yeremy está más que claro: quiere llegar al 100 % a la primera jornada de Liga, que el Villarreal disputará el lunes 19 de agosto en La Cerámica ante el Atlético de Madrid: “Mi objetivo es poder competir de nuevo el 19, estar como un avión para poder ayudar al míster y a mis compañeros”.
Dice haberle preguntado a Marcelino por la posición en la que se va a desenvolver esta temporada, pero el entrenador asturiano se limitó a decirle que lo importante es llegar bien a nivel físico y de sensaciones.
A nivel colectivo, Yeremy parece ilusionado con el equipo de cara a esta nueva campaña. “A la afición le digo que esté ilusionada porque han visto el final de temporada con Marcelino y este año promete. Seguramente vamos a hacer una temporada espectacular porque estamos trabajando mucho mejor, el equipo lo nota y está mucho más unido”, vaticina Pino.
En la entrevista también tiene palabras para su compañero y amigo Álex Baena, que tras ser campeón de la Eurocopa se encuentra en París para disputar los Juegos Olímpicos. “Mi primer partido en el Villarreal lo jugué con sus botas porque no tenía y él me dejó unas. A partir de ahí fuimos coincidiendo en la residencia y ha sido siempre un apoyo. Tengo agradecimiento total a él, me alegro un montón por lo que está pasando ahora y espero que traiga el oro”, concluyó sobre el de Roquetas de Mar.