los socialistas valencianos consideraban controlada a la oposición con casado al frente

Zozobra en el PSPV: "La crisis del PP es muy divertida pero..."

Foto: GVA
25/02/2022 - 

VALÈNCIA. Tras una semana de trágica crisis en el seno del Partido Popular, al séptimo día llegó, no la resurrección, pero sí cierta calma. La reunión en Génova en la noche del miércoles entre el presidente nacional, Pablo Casado, y los presidentes autonómicos de la formación, se cerró con una conclusión bastante parecida a un fin del conflicto: el líder no se presentará a la reelección, conducirá al partido -aunque de forma simbólica- hasta el congreso de abril y se señaló al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, como favorito para la sucesión.

De esta manera, aunque no con poca sangre y escarnio, los populares cimentaban el final de la crisis desatada días antes con el enfrentamiento público entre la dirección nacional y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Una guerra civil que, especialmente desde el eterno rival, el PSOE se observaba con cierta sorpresa por su virulencia y, por qué no decirlo, con algo de regocijo.



En esta línea, también los socialistas valencianos seguían con atención el intercambio de disparos en la calle Génova. No en vano, el presidente del PPCV, Carlos Mazón, se convirtió en líder en la Comunitat gracias al respaldo del ya ex secretario general del partido, Teodoro García Egea, y del propio Casado. Así, ver al jefe de la oposición del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, obligado a desmarcarse de sus valedores en mitad de la crisis, fue motivo de satisfacción en la cúpula del PSPV al considerar que Mazón inicia una etapa de mayor debilidad en su relación con la dirección nacional del PP.

Ahora bien, tal y como reflexionaba este jueves un veterano dirigente socialista preguntado por este diario: "La crisis del PP es muy divertida pero...". Y en ese 'pero' se incluyen muchas variables en el escenario político nacional y valenciano que pasan a ser incontrolables. Es decir, hasta ahora, Puig y su entorno mostraban una preocupación por la labor de Mazón en la oposición en cierto modo relativa: marcaban de cerca al líder del PPCV pero con la creencia de que no tendría los suficientes apoyos para darle la vuelta a la tortilla en las elecciones de 2023 y convertirse en presidente de la Generalitat.

Foto: EFE


Un pensamiento basado en diversas razones: una de ellas, la situación de debilidad de la marca del PP y del propio liderazgo de Casado, acosado por un crecimiento de Vox que, al mismo tiempo, también implica un mayor efecto movilizador para la izquierda. Otra de las cuestiones que aporta cierta calma en el Palau es el todavía pobre grado de notoriedad -aunque creciente- del propio Carlos Mazón. Para los socialistas valencianos, el efecto presidencial de Puig, especialmente si se consigue gestionar con habilidad la llegada de fondos europeos de recuperación frente a la covid y si se cierra algún hito importante como el aterrizaje de la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto, sería suficiente para contrarrestar un hipotético aumento de visibilidad del líder del PPCV.

Así pues, aunque sin dar la victoria asegurada en 2023, sobre todo por la inquietud que genera la solvencia en las urnas de Unides Podem, entre los socialistas valencianos sí se respiraba cierto clima de tener la situación controlada. Algo que ahora sucede en menor medida. El pensamiento extendido en el PSPV es que, pese al sufrimiento de estos días del PP y el consiguiente daño infligido a la marca, un liderazgo de Núñez Feijóo puede ser mucho más sólido en pocos meses del que disponía Casado. Si a ello se uniera una victoria a final de año en Andalucía, los populares podrían llegar a la gran cita electoral de autonómicas y locales de 2023 en mucha mejor posición de la que se encuentran ahora. 

En esta ruta, los dirigentes socialistas más optimistas creen que, para empezar, la decisión sobre el pacto o no con Vox en Castilla y León ya puede complicarle la vida a Feijóo -si bien no será oficialmente líder todavía-, así como la postura que adopte frente a la formación Santiago Abascal y en otras cuestiones en las que Casado había embarrancado.

"¿Y lo de González Pons?"

Por otro lado, en el PSPV eran varios los que este jueves se preguntaban si el cambio de líder en los populares podía traer a medio plazo un replanteamiento en las candidaturas en la Comunitat Valenciana. Los socialistas especulaban con la posibilidad de que el exconseller y eurodiputado Esteban González Pons, con buena relación con Feijóo y designado como presidente del Comité Organizador del Congreso del PP, pudiera aterrizar en un momento determinado como candidato a la Generalitat en sustitución de Mazón o incluso como aspirante a la Alcaldía de València, y que fuera la actual portavoz municipal, María José Catalá, la cabeza de lista autonómica.

Foto: EDUARDO MANZANA


Más allá de estas elucubraciones -González Pons parece estar muy cómodo en Bruselas-, es cierto que los cambios en Génova añaden cierto picante a la escena política valenciana, dado que cosas que hasta ahora se daban por sentadas estarían sujetas a revisión si, llegado el momento, la nueva dirección nacional estima que pueden mejorarse las prestaciones electorales con otros candidatos. Sobre esto, fuentes populares consultadas por este diario no creen que Núñez Feijóo, si finalmente se convierte en líder como todos apuntan, entre en Génova con la intención de realizar cambios gruesos de este tipo. Ahora bien, sí podría dar alas a dirigentes valencianos con los que mantenga buena relación y habían sido arrinconados con la llegada al poder de Mazón.


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