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los datos evidencian un ascenso de incidencia incluso más alta de los que tienen la restricción

50 municipios de más de 5.000 habitantes entran en riesgo extremo sin toque de queda 

  • Foto: KIKE TABERNER
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VALÈNCIA. Los datos de los últimos días han puesto en una situación difícil a la Comunitat Valenciana en su lucha contra el coronavirus. Una batalla que se hace extensiva a todo el país, dado que las cifras están creciendo exponencialmente desde finales de junio pese al alto ritmo de vacunación. De hecho, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, junto al resto del Consell, decidió la pasada semana dar un paso atrás en la desescalada con restricciones que ya funcionaron en su día como la limitación de reuniones públicas y privadas a un máximo de 10 personas en la Comunitat y la implantación del toque de queda entre la 1 y las 6 de la madrugada en 32 municipios.

Unas medidas que afectan a derechos fundamentales y que tuvo que autorizar el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), algo que no ha ocurrido en otras autonomías como Aragón. De hecho, en la sala se produjo el voto discrepante de uno de los magistrados, al considerar, entre otras cuestiones, que la limitación de las reuniones debería permanecer tan solo para las localidades a las que se les impusiera el toque de queda.

Quizá esta sea una pista para entender por qué el Gobierno valenciano no solicitó esa restricción horaria para toda la autonomía: habría sido más difícil de justificar una medida de esas características para todo el territorio, si bien sí se ha conseguido la aprobación para la citada limitación de las reuniones. Ahora bien, el modelo del toque de queda para una serie de municipios podría haberse quedado corta debido a que el avance de la pandemia parece más rápido de lo que la tramitación de estas decisiones puede llevarse a cabo.

Así, según los últimos datos actualizados en la web de la Conselleria de Sanidad con fecha de 12 de julio, sitúan con una incidencia de riesgo extremo a 50 municipios valencianos de más de 5.000 habitantes que no fueron incluidos en los 32 a los que se les impuso el toque de queda que entró en vigor este lunes. Esto es, localidades medianas y grandes que han superado una incidencia acumulada a 14 días de 250 casos por cada 100.000 habitantes.

Cabe recordar que los municipios -y su correspondiente incidencia actual entre paréntesis- sobre los que se decretó el toque de queda son los siguientes: Benicàssim (1.018), Almàssera (887), Buñol (568), El Puig (493), Tavernes Blanques (552), Vilamarxant (454), Alboraya (897), Benaguasil (453), Benetússer (413), Benifaió (600), l'Eliana (789), Meliana (638), Moncada (417), Picanya (379), Picassent (465), Puçol (400), Requena (700), Riba-roja (492), Sedaví (336), Silla (545), Utiel (619), Alaquàs (454), Aldaia (471), Burjassot (582), Catarroja (398), Quart de Poblet (426), Xirivella (612), Gandia (550), Mislata (521), Paterna (489), València capital (774) y Sant Vicent del Raspeig (181).

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