Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja. Foto: KIKE TABERNER VALÈNCIA (EP). La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reclama un plan estratégico a corto, medio y largo plazo en apoyo al campo valenciano por parte de todas las administraciones, "tanto a los nuevos ayuntamientos como a la Generalitat y al Gobierno", para revertir su "situación crítica" que en el último curso 2018-2019 ha acumulado "unas pérdidas récord de 439 millones de euros".
Según un estudio técnico de la entidad, los problemas estructurales de producción y mercado y, en menor medida, las adversidades climáticas, han arrojado "números rojos en prácticamente todos los cultivos y cabañas ganaderas". Para AVA-Asaja, resulta "especialmente sangrante" el balance de la campaña citrícola, con 305 millones de pérdidas económicas, lo que supone "la peor, en términos de rentabilidad, de las últimas décadas", lamenta en un comunicado.
En el apartado agrícola también resalta el impacto negativo de las temporadas del caqui (42 millones de pérdidas), frutales de hueso (32 millones), olivar (26 millones) o viñedo (20 millones). Las pérdidas totales ocasionadas en las producciones agrícolas ascienden a 432 millones, según el balance de la organización.
En cuanto a los ganaderos valencianos, la "dramática crisis" de rentabilidad se ha agravado este ejercicio con unas pérdidas cercanas a 7,4 millones de euros. Las cabañas de ovino-caprino, vacuno y cunicultura se han saldado con 3,8 millones de pérdidas, 1,9 millones y 390.000 euros respectivamente.
Además de esta situación, la Asociación Valenciana de Agricultores lamenta que "tampoco los apicultores se han salvado de la debacle tras sufrir unas pérdidas de 1,3 millones de euros"
Por todo ello, el presidente, Cristóbal Aguado, ha exigido "un cambio inmediato y contundente del rumbo de las políticas agrarias a fin de garantizar la supervivencia del agricultor, ante unos resultados absolutamente desoladores y catastróficos que, lejos de tratarse de algo excepcional, se suman a una tendencia de extrema gravedad que está provocando un envejecimiento nunca visto de la población rural y el abandono de campos".
Tras la puesta en marcha de los nuevos gobiernos municipales y el autonómico, mientras sigue la negociación del ejecutivo estatal, AVA-Asaja quiere que "pasen de las palabras a los hechos y apliquen un verdadero plan de choque".
La asociación dirigirá un escrito a los ayuntamientos valencianos para demandarles que aprueben mociones en las cuales que trasladar una serie de medidas a la Generalitat y a varios ministerios del Gobierno, junto a otras iniciativas dentro de las competencias locales.
En concreto, insta al 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, "una implicación más decidida y ambiciosa hacia el colectivo", a través del incremento en un 20% del presupuesto de la Conselleria de Agricultura en las líneas "estrictamente agrarias". También solicita a la consellera, Mireia Mollà, a "una aplicación inmediata de la Ley de Estructuras, un impulso del IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias) para ganar en eficiencia y una política de sanidad vegetal clara y rigurosa contra las plagas", entre otras prioridades.
Las peticiones de AVA-Asaja al Ministerio de Agricultura se enfocan hacia una interlocución "más potente" en Bruselas, la defensa de la agricultura mediterránea en los tratados comerciales con terceros países, la agilización de protocolos de exportación a nuevos mercados, una normativa más flexible en el marco de las organizaciones de productores, mejoras en la ley de la cadena alimentaria para reorganizar el poder de negociación, una legislación que ponga coto a los daños de la fauna salvaje y una reducción de los trámites burocráticos.
Dentro del Gobierno, también plantea iniciativas a otros ministerios, como al del Interior --más recursos para luchar contra la lacra de los robos en el campo-- o al de Hacienda, mediante ventajas fiscales como el módulo cero en la declaración del IRPF correspondiente a 2019 en los cultivos y ganaderías que han sufrido pérdidas, créditos bonificados a interés cero o la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones para favorecer el relevo generacional.
AVA-Asaja incluye un conjunto de medidas a aplicar por los propios consistorios, como la exención de impuestos relacionados con la actividad agraria, como el IBI Rústico; la intervención para crear batidas junto con las asociaciones de cazadores, con las que controlar los perjuicios producidos por la fauna silvestre, la conservación de caminos y vías rurales o una mayor vigilancia en los términos para frenar los robos.
