BRUSELAS. El Parlamento Europeo votó ayer a favor del mini-acuerdo de agosto entre la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos (EEUU), firmado aún con la Administración Trump, que elimina los aranceles sobre las langostas norteamericanas, entre otros productos. Precisamente este marisco es el que ha dado nombre al acuerdo, comúnmente conocido como el “Acuerdo de la Langosta”. Se trata del primer acuerdo entre ambas potencias sobre reducción de cargas arancelarias en las últimas dos décadas y del único durante el gobierno del presidente Donald Trump, que dinamitó el polémico Tratado de Libre Comercio con la Unión, conocido como TTIP.
Ese acuerdo permitirá abrir la negociación sobre los aranceles que gravan el aluminio europeo. Otros productos que van a tener una trato diferenciado son los mecheros, las pinturas, el revestimiento no refractario para preparación de fachadas, paredes interiores, suelos, techos o similares que no sean a base de caucho. Y, por supuesto, también se deja la puerta abierta a comidas preparadas como la paella de marisco, a cambio de la langosta.
La comisión de Comercio Internacional del Parlamento (INTA), de la que es miembro la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero, apoyó el 10 de noviembre por 40 votos a favor y dos en contra el acuerdo alcanzado entre la UE y los EEUU en agosto de 2020. El acuerdo eliminará los aranceles sobre las langostas vivas o congeladas importadas desde este país. A cambio, el gobierno norteamericano aceptó una exención de aranceles del 50% para determinados productos europeos, que suponen un ahorro económico comparable por unos 168 millones. Ente los productos europeos más favorecidos se encuentran las comidas preparadas, las pinturas para exteriores, ciertos cristales de vidrio y los encendedores.
La Comisión INTA dio su consentimiento al mini-acuerdo tras las elecciones estadounidenses, como señal de esperanza de que se reanuden las negociaciones entre ambas partes, y a pesar de las continuas disputas con los Estados Unidos por la aplicación de cargas arancelarias sobre productos europeos como el acero, el aluminio o las aceitunas. El principal escollo que se espera retomar son las sanciones con que atacó la Administración Trump a una largo listado de productos agrícolas europeos en represalia por las subvenciones a la empresa Airbus. Cabe decir que la UE hizo lo mismo en reciprocidad porque, a se vez, la empresa aérea norteamericana Boeing también había sido favorecida por el Estado.
El informe ha tenido la dirección y el apoyo sin fisuras del grupo socialista en el Parlamento (S&D) y es una buena forma de mostrar las intenciones de colaboración de la UE con EEUU, dando la bienvenida a la Administración Biden.
El Consejo anunció esta semana que respaldaba el acuerdo y trasladó su decisión al Parlamento. Tras la adopción de la posición del europarlamento en primera lectura, se pidió al Consejo que adoptara formalmente el Reglamento para su publicación en el Diario Oficial y entrada en vigor. Tras las formalidades jurídicas, el acuerdo se aplicará retroactivamente a partir del 1 de agosto de 2020 y por un periodo de cinco años.