los afectados piden soluciones y los expertos admiten que es "la siguiente bola de nieve"

Al menos 50.000 valencianos sufren (o sufrirán) la covid persistente

24/07/2021 - 

VALÈNCIA. Para muchas personas, la covid no termina cuando reciben el alta hospitalaria o cuando dejan de dar positivo en una prueba PCR. Los síntomas de la infección pueden prolongarse semanas, meses y quién sabe si incluso años: es la covid persistente o 'long covid'. Un eco de la enfermedad que mantiene los mismos -o a veces distintos- síntomas de menor, igual o mayor intensidad de forma cíclica pero, a veces, también constante. 

Una definición tan difusa y compleja que invita a entender por qué todavía no existe un consenso entre la comunidad médica sobre sus características, más allá del reconocimiento de su existencia. El Ministerio de Sanidad, en su página web, lo explica así: "Es un síndrome que se caracteriza por la persistencia de síntomas de covid-19 semanas o meses después de la infección inicial, o por la aparición de los síntomas tras un tiempo sin ellos". Además, también se indica que su aparición "no está relacionada con la gravedad de la infección inicial, por lo que puede afectar tanto a pacientes leves como a graves hospitalizados".

Así, desde el ministerio se subraya que la covid persistente puede producir "un elevado impacto en la calidad de vida, ámbito laboral y social" y, en cuanto a la proporción de afectados, considera que 1 de cada 5 personas tiene algún síntoma tras cinco semanas de la infección mientras 1 de cada 10 personas tiene algún síntoma tras 12 semanas de la infección.

Fuente: Ministerio de Sanidad

Unas cifras que ya preocupan a las autoridades sanitarias y a los distintos gobiernos y que incluso algunos amplían. El propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mencionó en su comparecencia del pasado jueves: "Todos corremos el riesgo de la covid persistente. Algunos estudios apuntan a que entre el 15% y el 20% de contagiados pueden padecer de forma indefinida dolor de cabeza, malestar y síntomas que afecten a la salud mental", destacó el jefe del Consell, por lo que pidió a la ciudadanía "el máximo sentido común y prudencia" para este verano.

Según la actualización de datos de este viernes de la Conselleria de Sanidad, 445.893 personas se han contagiado por coronavirus en la Comunitat Valenciana desde el inicio de la pandemia, registrándose un total de 7.478 fallecimientos desde marzo de 2020. Atendiendo a la estimación que hace el ministerio -de marzo de 2021- y a los porcentajes de otros estudios que menciona Puig, todo apunta a que al menos 50.000 valencianos sufren (o sufrirán) covid persistente. Quizá algunos tengan la suerte de que sólo se prolongue tras cinco semanas de la infección, si bien otros los sufrirán durante 12 semanas (o incluso más) tras el diagnóstico.


Es el caso de Elizabeth Semper (Alcalá de Henares, 1985), presidenta de la Asociación Covid Persistente España, una organización surgida gracias a los contactos virtuales que fueron produciéndose durante el confinamiento entre personas que no terminaban de recuperarse de la enfermedad y que cuenta con cerca de 3.000 miembros en Facebook. Esta pedagoga madrileña se contagió, junto a sus hijos, al principio de la primera ola y, un año y medio después, sigue mostrando síntomas constantes. 

"Pronto nos dimos cuenta de que los médicos no tenían respuesta para los síntomas que muchos hemos mantenido desde las siguientes semanas del diagnóstico hasta hoy en día", relata a Valencia Plaza.

Un año y medio de calvario que, gracias a la conexión con otras personas en esa situación, les permitió vaticinar que el impacto de la pandemia "iba a ser más grande de lo que se preveía inicialmente".  "Vivir con síntomas todos los días es desesperante", subraya, pero también habla del "miedo" que implica la falta de seguridad respecto a la sintomatología posterior que por ejemplo han ido sufriendo sus hijos -dermatológicas, gástricas...- que ha costado mucho que sean detectadas por los especialistas sanitarios.

Y es que, según la propia web del Ministerio de Sanidad sobre la covid persistente, se enumeran varios posibles síntomas, pero existen decenas. "Depende del cuadro de cada persona. El protocolo en España es cauto y no existe un criterio unificado. Pueden existir cuadros gástricos, cognitivos, hematológicos... que derivan hacia otros casos", explica Semper, quien insiste en que para sufrir la covid persistente no tiene por qué haberse sufrido de forma grave la enfermedad. "La mayoría de los que estamos así ni siquiera llegó a pasar por el ingreso hospitalario", recalca.


Semper también pone el acento sobre la falta de reconocimiento de su situación. "Es una pesadilla, no tenemos descripción ni codificación. Para una baja dependes del criterio del médico de cabecera y según los recursos de la zona en la que estés, pueden estar más avanzados y actualizados sobre lo que está ocurriendo con la covid o no. Es una enfermedad invisible, que puede derivar en cuadros de depresión, ansiedad...", subraya.

La presidenta de esta organización señala que en agosto del pasado año tuvieron un primer contacto con las autoridades gubernamentales sanitarias aunque todavía no se han producido avances. "Comprendes que la urgencia sea evitar la presión hospitalaria y salvar a las personas pero, ¿cómo no ha se ha desarrollado en un año y medio una logística para afrontar esta situación? ¿Qué ocurre si este covid persistente desemboca después en enfermedades graves?", se pregunta.

Por otro lado, desde la asociación tampoco comparten las estimaciones que se realizan desde el Ministerio de Sanidad, donde se calcula que sólo un 10% sufre covid persistente. "Por nuestros cálculos, hablaríamos de en torno a un 40%", estima, si bien detalla que los casos de síntomas constantes y permanentes como el suyo no son los más habituales. "Los más frecuentes, según vemos en nuestro colectivo, son personas que compaginan periodos de bonanza con recaídas de los síntomas", comenta.

Los expertos reconocen el problema: "Es la siguiente bola de nieve"

Este mismo jueves, varios expertos conversaban en Plaza Radio sobre diversas cuestiones, entre ellas la covid persistente. Coincidían en la existencia del problema y en la preocupación por el mismo, pero también en la necesidad de "definir de forma exacta" el síndrome.

Salvador Peiró, investigador de la Fundación para Fomento de Investigación Sanitaria y Biomédica CV (Fisabio), describe esta afección como "una gran bola de nieve que dará mucho trabajo en los próximos meses". "A veces son casos más leves y pasajeros, pero estamos viendo otros muchos que se prolongan y con cuadros muy molestos para la vida de las personas. Dolores de cabeza persistentes, intratables, la anosmia (pérdida de olfato) y la ausencia del gusto permanente también es muy molesto, se pierde apetito, a las personas les dejan de gustar las cosas y otros muchos síntomas de este estilo, algunos bastante graves", enumera Peiró, quien insiste por ello en la importancia de la inmunización "por la vía de la vacuna" y no por "la vía salvaje" que supone el contagio masivo. Para el investigador, la covid persistente no está todavía "bien definida". "Los dolores de cabeza, por ejemplo, funcionan de una forma que no son la habitual, y así con cada cosa. Se aplican tratamientos más basados en la experiencia de cada uno que en estudios de cómo se deberían manejar", afirma.

Salvador Peiró (Fisabio) y Rafa Toledo en el estudio de Plaza Radio. Foto: VP


Una línea que suscribe Rafa Toledo, catedrático de Parasitología de la Universitat de València, quien recalca la necesidad de tener "una definición exacta" de la covid persistente, porque "cada medida que tomemos va a tener un coste social y hay que evaluar bien el riesgo y el beneficio", reflexiona. "Debemos definir lo mejor posible lo que es covid persistente antes de adoptar medidas en base a algo que no sabemos qué consecuencias tiene. No digo que no haya que tomarlas pero hay que aquilatarlas porque implican un daño social importante", recalca.

Por otro lado, Rafa Bengoa, codirector del Institute for Health and Strategy y exasesor de la OMS en temas de salud, pone el acento en los más jóvenes. "Muchos niños y adolescentes en septiembre tienen peligro de contagio porque no estarán vacunados. No habrá apenas mortalidad, pero se estaba dando por supuesto que no sufrían covid persistente y ahora todo indica que sí. Y además, de forma más amplia de lo que pensábamos. Los últimos estudian apuntan a que un 8% de los niños van a sufrir la covid persistente y esto no es algo que se pueda minimizar, por lo que hay que vigilar la protección a los menores en su vuelta al colegio".

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