ALICANTE. Joni Antequera Amatria (Ciudad Real, 1984) prepara el lanzamiento completo de su último disco, que se hará público el 23 de octubre. Sin embargo, el público alicantino tendrá el privilegio de conocerlo antes de tiempo, en el concierto que dará este sábado en Noches Mediterráneas. Un disco es el título de este álbum del que ya ha venido proyectando algún misil, desde que hace un año optara a la selección de canciones de España para Eurovisión con Un alud, tema que tanta popularidad y éxito le ha reportado en el circuito underground y festivalero. Con todo, confirma que la nueva canción Un amor está cerca de superarlo, aunque el álbum contiene mucho más y está deseando presentarlo.
En este tiempo de cierta parálisis ha estado centrado en el trabajo de estudio, creando nuevas canciones, pero ya ha llegado el momento de salir a cantarlo todo. “Necesito tomar la temperatura al público”, confiesa. Y no se refiere a una cuestión de prevención sanitaria, que también se hará, sino a recibir la respuesta de la gente a sus últimas creaciones musicales. “En directo ahora solo se pueden hacer cosas aisladas y en unas condiciones muy extrañas, pero no podíamos retrasarlo más”, explica. “Hemos estado intentando alargarlo un poco porque es muy raro sacar el disco sin una presentación; es algo a lo que no estamos acostumbrados, pero ya no se podía alargar más porque son canciones que necesito sacar para seguir adelante”.
Será, como dice Amatria, “un concierto muy especial”. En este adelanto de la presentación oficial estarán las cinco canciones que ya se han dado a conocer, pero también el resto del álbum inédito. Un disco, con artículo indeterminado delante, tratando que quitarle hierro a los asuntos concretos de los que habla. Una rápida, Una ciudad, Una advertencia… “Siempre con un artículo indeterminado porque intento quitar importancia a los hechos, ya que para mí son trascendentes, pero no dejan de ser cosas que le pasan a todo el mundo”, describe humilde, restándose importancia. Pero, en este momento, quizá es difícil aplicar esa ‘indeterminación’ o equilibrio exacto entre la trascendencia y la importancia que realmente tienen las cosas. “Es muy complicado hacer ese ejercicio y evitar caer en el hoyo porque, por un lado, sabes que es algo que le está pasando a todo el mundo y no podemos evitar, pero, por otro, es tan nuevo y hay tan poca certeza que eso hace que se te pasen mil cosas por la cabeza”, describe.
“No me afectó el confinamiento porque era algo que nos pasaba a todos, así que lo acepté y bien, pero estar sin tocar cuando hay vida ahí fuera, eso es algo que me afecta mucho a mí, pero también a todo el gremio”, describe. Aunque, por otro lado, también hay satisfacciones. “Es reconfortante que dos de mis canciones más conocidas sean de este último disco”, afirma. Algo que viene a confirmar que ‘progresa adecuadamente’ y no se queda en el pasado. De hecho, esta situación de parálisis de la actividad en directo, lejos de significar un paréntesis en su carrera, le está reportando un mayor número de reproducciones de sus temas en los canales digitales. “Ahora se me escucha más que nunca”, confirma, sin esperar nada especial o arrollador en el futuro, cuando volvamos a la ‘verdadera normalidad’, si es que llega. “No quiero pensar en el futuro, prefiero seguir trabajando en el día y día y lo que tenga que venir, ya vendrá”.
La prioridad ahora es dar a conocer Un disco y seguir adelante. “No estoy metido en algo nuevo ya, pero sí necesito sacar esto, ver qué piensa la gente y cómo lo reciben; es un proceso natural para mí porque yo no hago tornillos sino canciones que dentro tienen historias que voy viviendo”, explica sobre la fluidez natural de su proceso creativo, para el que ha repetido productora: Vanana Records, la suya propia. “Es autoproducción premium”, afirma. Conoce lo que es la autoproducción real y esto no deja de serlo, pero con grandes con diferencias. “Somos cuatro socios que somos artistas, pero también llevamos a otros como Ginebras, que ha sacado un discazo, y eso hace que a mí decir ‘autoproducción’ ahora me parezca raro; tenemos armas gordas como para sacar un producto de calidad”, explica.
En ese camino hacia adelante, si surgiera la oportunidad de volver a ser seleccionado entre las cien canciones que optan a representar a España en Eurovisión, no descarta participar. “Primero te eligen, así que no es una decisión meditada, pero no es algo que me preocupe”, sentencia. Con once años de carrera musical a su espalda, entiende que un hecho tan puntual como ese requiere cierto ‘cuidado’. “Tiene tanto alcance que yo no quiero que me conozcan solo por eso, sino por toda mi trayectoria”, explica. “Si llega la ocasión, sí que iría, pero con una canción brutal que sea muy mía, porque si llegas ahí con una carrera que ya habla por ti, pues llegas como alguien que ya era un personaje antes de ir y no te conviertes en un personaje de Eurovisión; eso a mí me aterra y no lo quiero, por mucha publicidad que dé”.