VALÈNCIA. Mientras el Valencia CF cogió ayer domingo algo de aire tras su triunfo en Valladolid, su máximo accionista -y dueño- Peter Lim vio como su holding sanitario que cotiza en la Bolsa de Singapur vivió un 'annus horribilis'. Thomson Medical Group (TMG) se dejó un 21,9%, un porcentaje muy superior al del 11,7% que presentó de caída el índice bursátil más representativo del pequeño estado asiático como es el Straits Times Index.
El mal comportamiento de TMG, tal y como ha venido contando este diario periódicamente, vino dado por el deterioro de los activos -valorado en casi 58 millones de euros- que tiene en Iskandar Malaysia, la' megaciudad verde' donde el dueño del Valencia CF entró en hace ocho años. Una circunstancia motivada por la incertidumbre política en Malasia, la debilidad del mercado inmobiliario y la covid-19.
De hecho solo en la primera parte del pasado ejercicio -últimos datos publicados-, Thomson Medical Group perdió 60 millones de euros al cambio. Una cifra que casi se ha cuadruplicado -a peor- en bolsa, por cuanto TMG se dejó en el camino el pasado año 230 millones de euros. El holding formado por Thomson Medical, TMC Life Sciences y Vantage Bay Healthcare City despidió 2020 con una capitalización de 818 millones de euros al cambio, es decir, lo que vale en la bolsa española la histórica papelera Ence.
Una TMG que hace un mes reforzaba el negocio healthcare (salud), con el lanzamiento de Thomson X como contó entonces Castellón Plaza. Se trata de una filial del grupo cotizado en la Bolsa de Singapur, cuyo objetivo no es otro que buscar alianzas con tecnológicas del sector salud.
La 'hoja de ruta' de Thomson X pasa por asociarse con compañías emergentes líderes en tecnología de la salud, así como con asociaciones internacionales. Todo ello para proporcionar soluciones innovadoras de salud y bienestar a nivel mundial a través de esta filial de Thomson Medical Group.
Mientras tanto TMG -como el resto de empresas de Singapur- han visto como el PIB de pequeño reino asiático se contraía el pasado año un 5,8% por los efectos económicos de la crisis pandémica, según informó este pasado lunes el Ministerio de Comercio e Industria de Singapur. Se trata del peor dato en los registros desde su independencia en 1965.
La ciudad-Estado, cuya economía se encuentra en recesión, acumula cuatro trimestres consecutivos con registros negativos en el PIB, algo que sucedió por última vez en 2001 afectada por entonces por la caída del sector tecnológico. Hasta ahora la peor recesión en Singapur se remontaba has el año 1998, con una bajada del 2,2% en el PIB como consecuencia de la la crisis financiera asiática.
Durante el último trimestre de 2020, la economía singapurense cayó un 3,8% respecto al mismo periodo de 2019, aunque mostró una mejoría del 2,1% respecto al tercer cuarto (julio-septiembre) de este año a raíz de la progresiva relajación de medidas impuestas para combatir la pandemia.
El sector servicios y la construcción son los sectores más afectados, con bajadas anuales del 12,6% y 33,7% respectivamente, mientras que la manufactura registró un aumento del 7,1 % apoyada en la "expansión de la producción en electrónica, fabricación biomédica e ingeniería de precisión", según dicho comunicado.
La ciudad-Estado entró hace una semana en la última fase de relajación de medidas de restricción, que entre otras aumenta de cinco a ocho el límite permitido en reuniones sociales y familiares, y espera recuperar la normalidad a lo largo del año. En noviembre, el Gobierno indicó que prevé un crecimiento económico del entre 4 a 6 % durante 2021.
"Tras nuestra peor recesión desde la independencia, esperamos un repute durante 2021", dijo el primer ministro, Lee Hsien Loong, durante su discurso televisado de fin de año, donde advirtió que el crecimiento será "desigual" y tardará "algún tiempo" en llegar a los niveles anteriores a la pandemia.