¿Arte o porno? El portal Behance censura una obra de Josep Renau

VALÈNCIA. ¿Arte o pornografía? Parece que los límites entre una cosa y otra quedan difusos en el ámbito de las redes sociales. Habituados a la censura de desnudos en Facebook o Instagram, es ahora Behance –plataforma de portfolios propiedad de Adobe- la que ha limitado el acceso a dos piezas de los cartelistas Josep Renau y Manuel Monleón. Las imágenes forman parte del catálogo de la exposición La Modernitat republicana a València, diseñado por Estudio Menta, quienes compartieron algunas de las páginas del volumen en el portal y que, poco después, eran catalogadas como no aptas para menores de 18 años.

En concreto, las imágenes censuradas son las portadas de los números 151 y 152 de la revista Estudios, realizada por Josep Renau y por Manuel Monleón respectivamente en el año 1936. Ambas reflejan desde el realismo los torsos desnudos de una mujer y un hombre, un retrato sensual en el que son los únicos protagonistas de la imagen. Estas obras forman parte del macroproyecto expositivo que acogió el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) en primavera de 2016, cuyo catálogo fue seleccionado a la postre en los premios de la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV) en la categoría de ‘Diseño Editorial: Mejor libro y colección’.

Esta no es la primera vez que obras de arte son sometidas a la censura de las redes sociales. Uno de los casos más polémicos fue el de El origen del mundo, de Gustave Courbet. Expuesto en el Museo de Orsay, la pieza fue eliminada de Facebook, una censura que, sin embargo, llegó a los tribunales en Francia al considerar que el gigante americano no hacía distinción entre arte y pornografía. Este es un ejemplo de tantos, algunos también de ámbito local, pues fue retirada una obra de Miquel Navarro hace apenas unos meses. Lo mismo pasa en Instagram, red dedicada específicamente a la fotografía, una censura enfocada específicamente a los genitales y pechos femeninos que también ha servido de inspiración para algunos creadores valencianos, como los proyectos de Naro Pinosa o Aina Reig, que juegan a bordear los límites impuestos por la red.