MADRID. Teniendo en cuenta los flujos de caja, las acciones de Banco Santander podrían estar ligeramente infravaloradas porque dan un resultado sobre los 4,90 euros, más de medio euro por encima del cierre de ayer lunes. Asimismo, el banco presidido por Ana Patricia Botin tiene un PER -relación precio/beneficio- de 10,4 veces, batiendo así a la media de la banca española que es de 11,6 veces y mucho mejor que las 17,8 veces de la media del mercado bursátil.
De cara a sus resultados anuales de 2018, que se presentarán el próximo 30 de enero, se espera un aumento del beneficio del 9,6%. Todo un dato a tener en cuenta con el precio oficial del dinero del BCE en el 0% y con las perspectivas de que la política monetaria ultralaxa de la institución dirigida por Mario Draghi se mantenga -como mínimo- de aquí a final de año.
La tasa de crecimiento interanual de los beneficios del también llamado 'banco rojo' ha sido positiva en los últimos cinco años; pero eso sí no ha logrado superar al promedio del sector quedándose en la media del 7,1%. Además, a lo largo del último ejercicio el Banco Santander (SAN) no ha utilizado de manera eficiente los fondos de los accionistas, con un retorno sobre el patrimonio ROE del 8%, que si bien ha sido superior a la media de los bancos (6,3%), ha quedado por debajo del 20%, un nivel que se considera como óptimo.
Por su parte, y atendiendo a los dividendo, podemos decir que el que remunera la entidad de origen cántabro (4,3%) se sitúa por debajo del 25% que abonan las cotizadas españolas con una media de casi el 5%.
Por otro lado, 2018 fue un ejercicio complicado para el SAN dado que cayó desde los 5,86 euros que tocó a comienzos de febrero hasta los mínimos generados en diciembre en los 3,80 euros. Cierto es que 2019 se ha iniciado con un mayor optimismo para los accionistas del banco, que han visto recuperar más del 17% desde los mínimos.
Si nos fijamos en el gráfico diario se observa que la tendencia del Santander es bajista, acercándose a la directriz que todavía no ha logrado superar. En estos momentos los indicadores técnicos comienzan a marcar lo que puede ser un giro en el rebote. El RSI está dando un cruce bajista a su media móvil; mientras el CCI está saliendo de la sobrecompra.
En este contexto, el movimiento del precio sigue siendo bajista hasta que no se confirme un cambio de tendencia. Entendemos que para que el gráfico mejore habría que ver un cierre diario por encima de los 4,539 euros, lo que representaría una superación de la media de 200 periodos y de la resistencia el pasado 21 de septiembre. Si eso ocurriese, podríamos comenzar a pensar en una nueva perspectiva de inversión para el Santander; pero mientras no ocurra hay que vigilar soportes para entradas en corto.
Sergio Ávila es analista de IG