VALÈNCIA. El Bloc se enfrenta los próximos 26 y 27 de junio al VIII Congrés Nacional del partido. Un cónclave que debería haberse celebrado hace casi un año y que se vio aplazado por la irrupción de la pandemia.
Sin embargo, pese al tiempo transcurrido y la modificación de las condiciones bajo las que, probablemente, deba celebrarse, la línea de la que ya informó este diario a finales de 2019 sigue intacta: este cónclave debe servir para la refundación del partido.
Más allá del cambio de nombre -'Mes-Compromís' ha sido la opción más votada, aunque probablemente se presenten enmiendas-, la ponencia política liderada por Vicent Marzà hecha pública este martes, apunta a determinados cambios en los principios ideológicos de la formación que, en muchos casos, y aunque ya se vinieran aplicando en el discurso y en las políticas que el partido ejerce en las instituciones, no figuran negro sobre blanco en los documentos del partido.
Así, en la citada ponencia se percibe un giro a la izquierda del Bloc que, atendiendo a los últimos años, ya había ejecutado hace mucho tiempo, pero que ahora se pretende constatar y concretar en el citado cónclave, incluyendo además claves de futuro para una mayor transversalidad y modernización de esta fuerza política que le permita alcanzar a mayor número de electores.
La inclusión de los términos 'feminista' y 'ecologista' en la definición del partido, la preocupación por los servicios públicos especialmente en el ámbito sociosanitario o el tránsito del valencianismo político hacia "un nuevo modelo de nacionalismo" basado en el "modelo soberanismo democrático", son algunas de las nuevas claves de esta refundación que vienen marcadas en una ponencia política que, además, pone el acento en el "empoderamiento del pueblo valenciano" con "una soberanía entendida como más y mejor autogobierno, más democracia y más justicia social".
La ponencia política detecta siete emergencias: la climática, la sociosanitaria por "el desmantelamiento de los servicios públicos por parte de la derecha", la feminista, la social, la territorial "provocada por un modelo centralista y la discriminación del mundo rural", la democrática "entre el vaciado de la democracia y la amenaza de los movimientos de la extrema derecha" y la lingüística por la "subordinación" del valenciano.
Para combatirlas, el Bloc defiende que el pueblo valenciano "tiene que ganar y compartir soberanías" mediante "una respuesta democrática al modelo neoliberal y a la amenaza autoritaria, la urgencia de una transición ecológica ambiciosa o la necesidad de una red asistencial sanitaria integral". La ponencia plantea así una transformación democrática de la economía y un nuevo sistema de valores con un feminismo transversal y interseccional "capaz de cambiarlo todo".
En esta línea, propone una reformulación del proyecto valencianista en dos vertientes: la actualización ideológica y refundación organizativa, con el objetivo de conservar el "legado" de los predecesores y ser "dignos herederos de la valentía que siempre ha demostrado el valencianismo". Y apuesta por "un valencianismo en clave propia, sin complejos y horizontal".
Esto supone, a su juicio, abrir nuevas vías de participación en el partido para facilitar espacios de coordinación con movimientos sociales, generar políticas públicas "transformadoras", acompañar a sus representantes en las instituciones, en el gobierno y en la oposición, y contar con una estrategia territorial que alcance la diversidad de las realidades sociales de la Comunitat.
En definitiva, "un valencianismo más fuerte será capaz de fortalecer Compromís y de dar continuidad al Botànic", el gobierno valenciano que comparte la coalición con PSPV y Unides Podem, un proyecto capaz de tejer alianzas a nivel estatal, europeo y global.
La ponencia estatutaria, por su parte, plantea unos nuevos estatutos para adaptarse a los cambios y a la evolución del partido o para resolver "lagunas" detectadas en los últimos años. También incorpora la información que formaba parte del código ético y del reglamento de acceso a la información y participación.
Como novedad, además de incluir términos 'feminista' y 'ecologista' en la definición del partido, se proponen medidas concretas para garantizar la igualdad, como pedir paridad en los nombramientos en cada nivel de responsabilidad o crear una asamblea feminista,
El Bloc también propone incorporar la figura del activista como persona que participa y difunde sus actividades y propuestas sin vinculación directa. A nivel interno se concreta la convocatoria y el desarrollo de las reuniones, así como las votaciones, notificaciones, suplencias y sustituciones, para que haya un mínimo regulado en los órganos que no aprueban reglamento propio.
Por otro lado, se incluye la incompatibilidad total de la secretaría general -actualmente, Àgueda Micó, favorita para repetir- con cualquier otro cargo orgánico e institucional, se flexibilizan los cargos que pueden ocupar los alcaldes y se limitan los mandatos en el ámbito municipal.
Con la presentación de las dos ponencias, estatutaria y política, el partido integrado en Compromís arranca el proceso previo al congreso de junio, el de las enmiendas, hasta el 16 de mayo. Las que queden vivas se votarán en el cónclave.