VALÈNCIA. El Bloc, ahora ya Més Compromís, cerró este domingo su VIII Congrés Nacional. Una cita clave para el futuro de la formación mayoritaria de la coalición valencianista, que inicia una nueva etapa tras la refundación de este fin de semana y que ha dejado además varias sorpresas durante su celebración. Principalmente, en los resultados de las votaciones sobre el cambio de nombre y la elección de la candidatura, pues ambas han evidenciado una división interna que no puede tildarse de anecdótica.
Después de que este sábado se resolviera el sufragio sobre el cambio de nomenclatura y la ponencia de estatutos, este domingo la jornada arrancó con los discursos de los dos candidatos en liza para liderar el partido. Dos intervenciones diametralmente opuestas: mientras la Àgueda Micó apostó por un perfil transversal, de enfoque social y sin profundizar en exceso en las raíces identitarias -tan solo subrayó que la formación no es como PSOE y PP porque no le deben nada a nadie y, por tanto, son los que "mejor" defienden los intereses de los valencianos-, su oponente, el alcalde de Bellreguard, Àlex Ruiz, empleó un tono mucho más duro y transitó, precisamente, esta vía.
Advirtió que el congreso era el "más importante para el nacionalismo" y expuso que en él se pretendían diluir conceptos como "la soberanía nacional". "Hay que mantener la llama del valencianismo"; "No debemos ser un satélite de la izquierda española" -dijo en referencia a Más Madrid); o "debemos mantener la identidad sin complejos", fueron algunas de las aseveraciones más duras que realizó con respecto al proyecto presentado por la candidatura favorita, que contaba con todo el respaldo de los cargos institucionales del Bloc. Además, tampoco perdió la oportunidad de de criticar la situación del partido en la actualidad, "con menos concejales y diputados". "El partido no está mejor", concluyó.
Poco después los delegados pudieron votar la ponencia política, la que en definitiva engloba ese giro a la izquierda que buscaba la dirección y un mayor aperturismo para atraer más votantes. El respaldo que obtuvo el texto, coordinado por el conseller de Educación, Vicent Marzà, fue superior al 75%. Una cifra que demostraba un apoyo significativo si se tiene en cuenta que la participación rozó casi el 90% de los delegados acreditados para este encuentro. Con todo, la mañana discurrió con normalidad y los asistentes, así como los invitados a la clausura del encuentro, entre los que destacaron Íñigo Errejón y Mónica Oltra -que pudieron comer juntos acompañados del resto de visitantes-, hicieron una pausa para retomar las votaciones sobre las candidaturas a primera hora de la tarde.
Y con el postre, el cierre de urnas, llegó la segunda sorpresa del congreso tras el golpe del nombre que se produjo un día antes: la dirección del Bloc pudo revalidar su liderazgo, pero con un porcentaje de oposición ciertamente significativo. Casi un 37% se postuló del lado de Ruiz, que defendía una vía más reivindicativa en el ámbito nacionalista. Nombre nuevo, estatutos nuevos, liderazgo renovados sin bicefalias, pero también corrientes internas descontentas con los resultados. Estas son las siete claves que ha resuelto el octavo cónclave del partido referente del valencianismo político:
1. Micó revalida su liderazgo, pero con un importante bloque crítico. La jornada de este domingo resolvió una de las cuestiones sobre las que, probablemente, existían menos dudas al respecto: la continuidad de la secretaria general, Àgueda Micó, al frente del proyecto. O, visto de otro modo, la primera dirigente del recién estrenado Més Compromís. Ahora bien, las votaciones dejan un sabor agridulce a la nueva dirección, pues no solo exhiben la división interna que existe en el partido al respecto. También muestran que la líder de la formación cuenta con un importante bloque crítico al que no debe perder de vista y no es baladí: su candidatura obtuvo un rechazo de casi el 37%, frente a un 61,7% de apoyos.
El primer sufragio que se produjo el sábado, eso sí, ya avanzó que la candidatura de Micó sería la que saldría vencedora con toda probabilidad del cónclave, pues su informe de gestión obtuvo un 77% de votos favorables frente a un 17% de oposición. Era la favorita para el proceso y la que defendía la tesis de la refundación, el cambio de nombre y la transversalidad para ampliar la base electoral. Tesis que, finalmente, han sido las que se han impuesto -aunque sea con mayores o menores reticencias-. Sin embargo, la votación sobre el cambio del nombre fue toda una sorpresa que voces autorizadas del partido intuían que podría pasarle factura en la votación de la candidatura. "La dirección se ha significado mucho con este cambio de nombre que tiene a casi la mitad del partido en contra", apuntaba un referente de la formación a este diario. "No creo que con esa contestación deba continuar adelante con él", añadían. Quién sabe si ambas cuestiones habrán tenido relación.
2. El cambio de nombre parte a la formación. Esta, sin duda, es la segunda cuestión más polémica y que dejó un resultado inesperado junto a la votación de la candidatura. La denominación Bloc ya desaparece como tal y el partido pasa a llamarse Més Compromís, pero lo hace con casi la mitad de la militancia en contra. Solo un 55% de los delegados que asistieron al VIII Congrés Nacional secundaron este cambio, y el 43% se opuso a él. Desde la dirección, que defendía la modificación de las siglas, lo entienden como una reticencia al cambio al tratarse de una cuestión "emocional" tras más de 20 años siendo el Bloc Nacionalista Valencià, pero diversas fuentes de la formación advertían que el cambio por el cambio no era una decisión oportuna. Además, lamentaban que en ninguna parte de la nueva nomenclatura aparezca el término "Valencia" o "valencià".
En cualquier caso, los reparos existentes a variar de siglas ya sepudieron apreciar en cierta manera en marzo cuando se celebró el proceso participativo al que se presentaron cinco nombres alternativos -Ara, Avancem, Lliures, Més y Valentia-, la militancia no se mostró partidaria de realizar ninguna variación. De hecho, poco más del 37% del censo decidió emitir su voto en la primera fase de la votación, mientras que en la segunda, apenas lo hizo un 30%.
3. Porcentaje de bloques. El partido llegó a la votación de este domingo con las dos candidaturas vivas, pues a pesar de los varios intentos de integración por parte del equipo favorito, Ruiz descartó el entente hasta el final al considerar que su proyecto y el de Micó eran como el agua y el aceite. A su juicio, la refundación que proponía la secretaria general desnaturalizaba lo que tradicionalmente ha sido el Bloc. El apoyo a Micó rozó el 62%, pero sumó un rechazo de casi el 37%. Una contestación a la que el entorno de la dirección actual restaba hierro minutos después del sufragio: "Más o menos era lo que esperábamos", advertían.
Sin embargo, a la salida del cónclave otros sectores de Més Compromís comentaban el resultado con cierto estupor: cualquier porcentaje que superase un tercio de oposición, para estos, es negativo puesto que supone que complica en cierto modo la imposición de cambios profundos y ponen en tela de juicio la tesis del grupo que rodea a la actual dirección. Pese a los inesperados porcentajes sobre las candidaturas, quien sí podría decirse que sale reforzado es Vicent Marzà, pues la ponencia política que él coordinaba -y que recogía las tesis de la candidatura- obtuvo un respaldo del 75%, un 13% más que los apoyos depositados en la secretaria general.
4. Gana el giro a la izquierda y la apuesta por la transversalidad. La ponencia de estatutos, así como diversas enmiendas planteadas en el cónclave, versaban sobre la definición del Bloc y su aperturismo hacia otros posibles grupos de simpatizantes. La candidatura crítica cuestionaba que esto diluía el acento nacionalista del partido, pues la esencia dejaría de ser el nacionalismo para ser el "soberanismo" entendiendo este como un empoderamiento personal como individuo que luego pasase a lo colectivo y pudiese servir para profundizar en el concepto de nación. Un giro que, en definitiva, como defendían los afines a la dirección anterior y actual, busca ampliar la base electoral de Més Compromís para crecer en un espacio político.
De hecho, en el discurso de cierre, Micó deslizó mensajes que no pasaron desapercibidos en este sentido: "Necesitamos sumar. Queremos ser más. Más fuertes, más útiles y más gente para la construcción nacional y popular del País Valencià", expuso. Esta última frase, precisamente, fue la que pronunció Errejón minutos antes.
La estrategia, para Ruiz, no era un objetivo prioritario ni acertado, dado que este espacio ya lo ocupan formaciones como pueden ser Podemos. Con todo, los primeros estatutos de Més Compromís fueron aprobados por el 78% de los delegados que asistieron al cónclave, y, con ello, el partido pasa a definirse como progresista, de izquierdas, ecologista y feminista. También se incluye ahora el término "antifascista" en los elementos conceptuales. Una cuestión que salió sin dificultad adelante: el texto presentado por Fran Ferri obtuvo un respaldo de 374 votos a favor, 6 abstenciones y 2 votos en contra. En total, casi un 98% de los sufragios, si bien la participación fue baja teniendo en cuenta que el número de delegados anunciados era de 800.
5. Nuevo Estatuto. Una de las enmiendas más interesantes que pasaron el corte y no llegaron siquiera a debatirse en el VIII Congrés Nacional marca una línea política a adoptar por parte de Més Compromís y radica en la reivindicación de un nuevo Estatuto de Autonomía. Una exigencia que enmarca al partido en una petición activa de nuevas competencias que puede poner en aprietos el equilibrio dentro del Consell del Botànic, donde comparte existencia con PSPV y Unides Podem.
6. El futuro de Compromís, una federación de partidos. El proceso que cerró Més Compromís este fin de semana también es clave para el futuro de la coalición valencianista. Desde esta formación, y especialmente desde la actual dirección, se había venido exigiendo pasar de una marca electoral a una fuerza política más cohesionada y organizada. Así, durante la presentación del informe de gestión este sábado, Micó reconoció que la convivencia entre los partidos que componen la UTE electoral no había sido siempre fácil y subrayó que, tras los procesos internos que tenía que transitar tanto su partido, como Iniciativa -que debe hacerlo antes de finalizar el año-, se deben dar "pasos más allá". Al menos, "constituir una federación de partidos", señaló, si bien admitió que el Bloc siempre había apostado más bien "por ser un partido único".
Una promesa que, eso sí, ya se hizo antaño y quedó enquistada por las reticencias de Iniciativa sin que a día de hoy haya indicios de que la cuestión podría desbloquearse. La situación ahora, no obstante, podría dar un giro: la líder de Iniciativa, Mónica Oltra, acudió al acto de clausura del congreso y deslizó que Compromís, después de todos los procesos internos que deben afrontar los partidos que componen la coalición, puede "dar un pasito más adelante e ir un poco más allá".
7. Alianzas futuras. Con la victoria de Micó, todo apunta a que se fortalecerán los acuerdos con Más País, liderado por Íñigo Errejón, manteniendo posturas más alejadas con Unides Podem. Una línea que en determinados momentos generó críticas de la oposición interna que prefería presentarse a los comicios sin compañeros de viaje. Errejón, de hecho, fue uno de los invitados estrella al acto de clausura del VIII Congrés Nacional: tomó la palabra -en valenciano, como ya ha hecho en ocasiones anteriores- e, incluso, pronunció una frase que agradó en el sector crítico con el aperturismo del partido: "No compartimos la misma nación, pero sí un sentimiento de construcción nacional popular. Visca el pobe, visca el País Valencià".
Micó, por su parte, realizó un guiño en su discurso de cierre tanto al aperturismo hacia la izquierda, como a posibles futuras alianzas: "Queremos combatir la extrema derecha del centro, y queremos hacerlo desde Madrid, y ahí tenemos a nuestra gente de Más Madrid que ha hecho un trabajo ingente y ha conseguido ser la primera fuerza política de izquierdas allí, y es muy buena noticia para nosotros", zanjó.