Ana Botín, presidenta Banco SantanderVALÈNCIA. Banco Santander (SAN) avanzó ayer un 3,46% en el parqué bursátil para cerrar en los 1,97 euros. O lo que es lo mismo: volverse a enfrentar con el hueso duro de roer que se ha convertido la cota de los 2 euros en las últimas dos semanas. La entidad presidida por Ana Botín tiene este martes la oportunidad de superarla... si los resultados trimestrales que publica convencen al mercado.
Pero lo cierto es que, pese a la fuerte revalorización de ayer, el también llamado 'banco rojo' es el quinto peor valor del Ibex 35 -y el decimosexto de todo el Mercado Continuo- en lo que va de ejercicio. La entidad de origen cántabro se deja en el camino un 47,19%, cuya pérdida solo es superada por IAG y Banco Sabadell, que comparten desplomes del 64,97%, Meliá Hotels (-48,37%) y Bankia (-47,54%). Tres bancos en el 'Top 5' de derrotados por los tipos de interés negativos, la hiperregulación del sector, la cada vez mayor competencia y, por si faltaba algo, la crisis del coronavirus.
El pésimo comportamiento del SAN en bolsa ha llevado a reducir su capitalización hasta los 32.734 millones de euros, lo que la sitúa en el tercer escalón dentro del principal índice bursátil español tras Inditex (74.114 millones de euros) e Iberdrola (57.489 millones). Pero eso sí, Banco Santander puede presumir de la más que atractiva rentabilidad por dividendo -una de las mayores no solo en España sino entre los grandes valores europeos-, que supera la cota de 8%.
¿Y qué esperar de los resultados trimestrales? "Los beneficios también registrarían un notable paso atrás para caer hasta el entorno de los 1.700 millones -en línea con el dato ajustado del primer trimestre de 2019-, a los que habría que restar las dotaciones a provisiones para blindar sus cuentas durante la crisis del coronavirus, y que podrían pegar otro buen bocado a sus cuentas. Los bancos de inversión más pesimistas advierten de que dicho mordisco podría hacer caer incluso sus ganancias por debajo del umbral de los 1.000 millones de euros, según las previsiones más funestas del mercado". Así lo señala Aitor Méndez, analista de IG.
A su juicio el SAN podría superar los 3.000 millones en provisiones por insolvencia y otras dotaciones; mientras barrunta una revisión de objetivos, es decir, un 'profit warning', lo que en teoría impactaría a la baja sobre las acciones del banco. Conviene recordar que hace dos semanas, la entidad advirtió que no iba a cumplir con su objetivo anual de negocio en México; y, además, suspendió sus previsiones en Estados Unidos. En ambos casos por el 'efecto coronavirus' como contó entonces este diario.
Méndez considera que Banco Santander no debería tener problema para alcanzar los niveles de capital requeridos por el Banco Central Europeo (BCE). "Pese a que la anulación de la distribución de beneficios nunca es una noticia agradable para ningún accionista, con este dinero a su disposición el banco no debería tener problemas para alcanzar los requerimientos de solvencia exigidos, ya que tampoco partía de una mala situación para ello", reconoce. Conviene recordar al respecto que SAN anunció en la víspera de su pasada junta -celebrada a primeros de este mes-, la suspensión del pago de dividendos por la crisis sanitaria.
Pero lo cierto es que Banco Santander tocó el pasado martes los 1,865 euros, mínimos de hace nada más y nada menos que 24 años. "Su cotización actual se sitúa en torno a un 80% por debajo de su precio objetivo medio a 12 meses, que se encuentra actualmente en los 3,53 euros por título. Dicho potencial alcista hace que la visión generalizada de los analistas sobre el valor sea todavía positiva, con 17 recomendaciones de compra sobre las 27 emitidas, frente a los 6 consejos neutrales y otros 4 de venta", señala el analista de IG.
