CASTELLÓ. Seis empresas optan a la adjudicación de las obras del bulevar San Jaime de Almassora. La mesa de contratación, reunida este lunes en el consistorio, ha abierto las plicas de las seis mercantiles candidatas tras finalizar el plazo de 20 de días de presentación de ofertas. Los trabajos, que salieron a concurso público por 580.800 euros, supondrán la conclusión de la reforma de esta vía de acceso y salida del municipio en el primer semestre del año. Las empresas candidatas son: Becsa, Jujosa, Maquiver, Obras y Servicios Sercyoval, Pavasal y Grupo Ravi.
Las obras están cofinanciadas por los fondos Feder de la Unión Europea y el Ayuntamiento de Almassora al 50% y tienen un plazo de seis meses de ejecución tras la firma del acta de replanteo. Responden al proyecto diseñado desde el departamento de Urbanismo para modificar la configuración de la calle entre los cruces con Dos de Mayo y San Luis, de manera que conecte con la reciente reofrma de este vial.
Se trata de medio kilómetro de bulevar para garantizar la accesibilidad peatonal y de mejora de la seguridad, de manera que descienda la velocidad de la circulación y ciclistas y transeúntes dispongan de más espacio en la acera y el nuevo carril bici. La reforma permitirá igualar este tramo a los ya ejecutados tanto en la propia calle San Jaime como en San Luis hasta l’Alcora.
El documento de 536 páginas elaborado por los técnicos municipales recuerda que, cuando el consistorio programó la reforma en 2017, el vial presentaba un deterioro considerable, “tanto de las aceras como de la parte de rodadura, las condiciones de accesibilidad eran inexistentes y contenía deficiencias en cuanto a la seguridad tanto de los peatones como de los vehículos que circulan por ella”.
De hecho, antes de la ejecución de las tres primeras fases, San Jaime disponía de carriles de circulación de más de seis metros, un hecho que alentaba la alta velocidad de la circulación y las correspondientes molestias para el vecindario y hacía la conducción “incompatible con el uso residencial adyacente”. Todo ello en una calle que apenas reservaba espacio para los transeúntes en aceras estrechas e inaccesibles para personas con discapacidad, carros de la compra y de bebé.
La intervención que ahora concluye corrige estas deficiencias e incluye zona ajardinada, además de espacio para aparcamiento. La nueva configuración del vial fomenta la movilidad urbana sostenible mediante la accesibilidad peatonal y la reserva de vía ciclista. Reduce el tamaño de la calzada, amplía la superficie para peatones y planifica la futura integración del vial en la red de itinerarios ciclistas de Almassora mediante vía ciclista segregada.