VALÈNCIA. El resultado de las elecciones catalanas fue desastroso para PP y Ciudadanos: los primeros quedaron de nuevo sin posibilidad de formar grupo propio en el Parlament, y los segundos, después de su histórica victoria en 2017 en la que sumaron más de un millón de papeletas, apenas lograron esta vez el 5,5% de los apoyos, lo que les llevó a perder 30 escaños. Un plato de digestión pesada para ambas formaciones que alimentó el debate entre populares y naranjas de una posible confluencia futura para intentar salvar los muebles, especialmente los segundos.
Sobre esto, de hecho, se pronunció este lunes el líder de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, Toni Cantó, en una entrevista concedida al diario El Mundo. En ella, el coordinador autonómico advertía que veía probable pactar listas con el PP a tenor de lo sucedido. "Seríamos la cuarta fuerza", expresaba. Un pronunciamiento que comparten también en el PP: el del presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, aseguró también este fin de semana en el diario Abc que el Partido Popular y Ciudadanos deben buscar "fórmulas" para unirse y lograr alcanzar la Generalitat.
Un posicionamiento público -y claro- que obligó este lunes a la presidenta del PPCV y síndica de los populares en Les Corts a manifestarse sobre el debate en ciernes. Preguntada por esta cuestión, Isabel Bonig consideró "necesario" que los dos partidos traten de buscar una alianza, dado que el "voto de centro derecha fraccionado le interesa a la izquierda". Ahora bien, la líder del Partido Popular en la autonomía advirtió que este tipo de maniobras deben llevarse a cabo de manera "discreta". Es decir, sin airear la vida orgánica a los cuatro vientos a través de entrevistas en la prensa. Ahí quedó el recado.
"Claro que un voto de centro derecha fraccionado en tres le interesa a la izquierda. Pero digo, y lo he dicho siempre desde que se planteó España Suma, y miren si ha cambiado la cosa, cómo ha cambiado la situación de Ciudadanos, que lo que haya que hacer se hace de forma discreta. Porque esto son cebos que nos pone la izquierda. Claro que es necesario, pero lo que hay que hacer es hacerlo de forma discreta, no estar hablando todo el día de nosotros", explicó Bonig.
"A la gente las cuestiones de partido no le interesan porque la situación es muy complicada", añadió en referencia a que si los partidos de la oposición en Les Corts se "olvidan de lo que le interesa a la gente", el Gobierno del Botànic deja de tener oposición sobre cuestiones como "las colas del hambre, los ERTE, la imposición lingüística o que no llega el dinero a los proveedores".
Asimismo, la líder de los populares en la Comunitat sostuvo que confía en la palabra que le dé Ciudadanos. "Confío en la palabra que me da la gente. Si luego no cumple o sí que cumple, de todo hay en la viña del señor. También en el Partido Popular hay gente de una forma y de otra, y en el PSOE y Compromís, pero yo en general me fío de la palabra porque soy una persona de palabra", zanjó. El debate está sobre la mesa y, con toda probabilidad, traerá cola. Sin ir más lejos, quién será el 'elegido' para encabezar un proyecto de ese calado en la Comunitat.