MADRID. Apenas restan unos meses para finalizar el año y la incertidumbre continúa vigente entre los inversores. Es cierto que, históricamente, en la mayoría de las ocasiones el cuarto trimestre suele ser un periodo favorable para las bolsas, pero en esta ocasión nos encontramos con diversos elementos que podrían hacernos dudar de ello. Por un lado, tenemos que la OMC dio luz verde a Trump para implementar aranceles a las importaciones procedentes de la Unión Europea para compensar las ayudas concedidas a Airbus. Entre los países más afectados tendríamos a España, Reino Unido, Alemania y Francia.
Por otro lado, tenemos los datos macroeconómicos como por ejemplo el peor dato de producción industrial de Estados Unidos desde 2012, el peor dato de producción industrial de Europa desde el 2009 y el peor PMI de servicios de USA en tres años. En Europa se ha producido una caída de la actividad económica (mayor de lo esperado) en Alemania, Francia y España, pero lo que más preocupa es Alemania, el motor europeo. El sector servicios cayó al nivel más bajo en tres años, el sector manufacturero hundido y el índice compuesto cayendo a niveles no vistos desde hacía seis años.
Mientras tanto, el 31 de octubre está a la vuelta de la esquina con el tema del Brexit -y aunque Bruselas cree que sigue habiendo importantes obstáculos para llegar a un acuerdo- ha reconocido avances y la idea de una prórroga adicional de tres meses cobra fuerza. La Bolsa de Reino Unido podría caer un 10% en el caso de una salida desordenada y sin acuerdo. Respecto a las bolsas europeas, los descensos serían más limitados y no llegarían a esa cota, seguramente entre 5-8%, siendo el sector financiero y el automovilístico los más afectados. A todo esto el riesgo de recesión en Estados Unidos ha aumentado, de hecho la probabilidad de recesión en los próximos 12 meses ha subido al 40%.
Los mercados de renta variable aguantan estoicamente gracias a los bancos centrales y a sus políticas monetarias. Es más, fíjense que incluso las malas noticias macro se acogen como buenas, ya que los datos más débiles incrementan las probabilidades de que la Reserva Federal (FED) ofrezca recortes adicionales en las tasas de interés. Pero la realidad es que la FED se está quedando sin munición y se nota la falta de consenso entre sus miembros. El caso es que la FED -incluso si continúan trabajando con tasas de interés bajas-, seguramente no tenga la capacidad de prevenir una recesión si la 'guerra comercial' y arancelaria contra China continúa su curso. Si hablamos del BCE, decir que el índice Sentix de la zona del euro cae a -16.8, su nivel más débil desde abril de 2013, pocas semanas después de que el BCE redujera las tasas de interés y decidiera reiniciar las compras de bonos. Así pues, los inversores pueden estar perdiendo la fe en la capacidad de la entidad.
Como vemos, hay demasiados elementos de incertidumbre (Brexit, 'guerra comercial' Estados Unidos-China, desaceleración económica a nivel mundial, banco centrales que se van quedando sin munición)... Y habría que añadir otro más: y es que Trump aplazó al 24 de noviembre su decisión de gravar con un 25% a los coches europeos. Y este es el motivo por el que Europa no se ha atrevido a responder con firmeza a los últimos aranceles de Estados Unidos, pues teme que Trump se enroque más aún si cabe y termine atacando al sector automovilístico del Viejo Continente. Hay un antecedente: Alemania fue uno de los impulsores de la tasa Google y curiosamente también fue uno de los primeros en renunciar a ella en septiembre del año pasado por el temor a a las posibles represalias de Trump sobre la industria automovilística.
La fuerte caída de las acciones europeas en los últimos días puede parecer similar a la de mayo y agosto, pero hay una diferencia significativa. Esta vez, los inversores estaban listos. Los contratos de opciones muestran que los operadores del mercado se protegieron. El Euro Stoxx 50 cayó un 4,4% en los primeros dos días de octubre, similar a los fuertes retrocesos observados en mayo y agosto. Lo que diferencia a la última caída de las anteriores es el posicionamiento de cobertura de los inversores.
Así pues, con este panorama y todos los focos de incertidumbre, se impone la máxima cautela y sigo prefiriendo los activos refugio como el oro, el yen japonés y el franco suizo, ya que la renta variable puede seguir débil, así como la divisa comunitaria, el euro. De hecho, los hedge funds mantienen la apuesta bajista dado que los 'cortos 'han aumentado con 9.000 millones de dólares o 65.978 posiciones cortas.
¿Qué compañías podrían sufrir los próximos meses? Bueno, si atendemos al Brexit, en el caso de un divorcio sin acuerdo estaríamos hablando de IAG, que es la que tiene una mayor exposición al Reino Unido con más del 30% de sus ingresos, pero es que además se le suma el tema del petróleo y todo ello provocó que la aerolínea rebajase su previsión de resultados. Banco Sabadell sería otra, ya que el 15% de sus ingresos proceden de TSB, su filial en el Reino Unido. Dentro del sector bancario también estaría Banco Santander; mientras que Iberdrola también se uniría a la lista con el riesgo de posibles interrupciones en la cadena de suministro. En el otro lado de la balanza estarían los valores defensivos, pero el tema es que ya presentan valoraciones ajustadas.
Pese a todo, hay compañías que gustan a los mercados como por ejemplo estas tres: CAF, gracias a la visibilidad que tiene en licitaciones, a su cartera de pedidos que cerró el primer semestre en máximos y su diversificación con el 90% de la cartera internacional; Deutsche Post, que está experimentando una gran subida en los volúmenes de paquetería, le ayuda el aumento de la tasa de correo alemán; y Fluidra, cuyos fundamentales del negocio siguen siendo sólidos, a su favor cuenta con su liderazgo mundial en el sector de piscinas y el aporte de la región de Norteamérica a raíz de su fusión con Zodiac.
En el gráfico superior del Ibex 35 se observa la vigencia de un canal tendencial bajista y el soporte formado el pasado mes de diciembre utilizando aperturas y cierres para evitar el ruido del mercado, que fue tocado y puesto a prueba en agosto, funcionando bien y evitando mayores caídas.
Ismael De la Cruz es analista senior de Investing.com