VALÈNCIA. Tal y como se comprometieron la semana pasada los responsables de CaixaBank (CABK) en la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en curso con los sindicatos, este miércoles -en la segunda reunión formal- pusieron sobre la mesa una nueva propuesta económica, que tampoco fue del agrado de los mismos. Y es que todavía resuenan las críticas en la pasada junta de accionistas del 14 de mayo sobre el salario que va a percibir el otrora presidente de Bankia (BKIA), José Ignacio Goirigolzarri -casi cuatro veces más-. El mismo que defendió su sueldo de 1,65 millones al ser inferior a las "referencias comparables".
El banco dirigido por Gonzalo Gortázar ha mejorado parte de su propuesta económica, incrementando las indemnizaciones para las extinciones de contrato -el despido colectivo afecta a 7.791 trabajadores tras su intención de recolocar a medio millar -, en función de los colectivos por edades. CABK propone para los mayores de 63 años pagar de 20 días por año trabajado; para los mayores de 57 años ofrece el 50% del salario regulador hasta los 63 años; para los de entre 55 y 57 un pago de 4,5 veces la mitad de su salario regulador (2,25 anualidades); y para el resto de afectados abonar 30 días por año trabajado hasta un tope de 20 mensualidades.
La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri destacó tres aspectos de su nueva oferta a la mesa sindical:
Además, y en cuanto a la homologación laboral de las condiciones de los empleados procedentes de Bankia (BKIA), la propuesta de la dirección es pactar la convergencia de condiciones a partir de la entrada en vigor del acuerdo laboral. En este sentido advierten que si se han de aplicar mejoras retributivas, se realizarán de forma progresiva en un plazo de 5 años. Sin embargo, los sindicatos presentes en la negociación tildaron las nuevas propuestas de "ridículas". Lo hicieron a través de una declaración conjunta donde consideran que "el acercamiento de la empresa es ínfimo y muy alejado de una propuesta viable. Ni siquiera es un acercamiento. Es insultante".
Todo ello mientras siguen exigiendo voluntariedad en el proceso en lo que calificaron como una "línea roja" para llegar a un acuerdo. "La valoración global es nefasta. Esperábamos movimientos más significativos por parte de la dirección". De ahí que "ante la falta de avances en la negociación", tal y como avanzaron hace una semana y contó Valencia Plaza, han convocado la primera gran movilización para este jueves 20 de mayo en una veintena de provincias españolas a las siete de la tarde. Y, entre ellas, en València frente a la dirección territorial situada en Pintor Sorolla, la hasta hace poco sede de BKIA.
Los sindicatos recuerdan que en la pasada junta de accionistas de CABK, Gonzalo Gortázar garantizó que la entidad buscará “activamente” llegar “a un acuerdo razonable que asegure la competitividad futura, eliminando los solapamientos derivados de la fusión” en el despido colectivo que negocia con los sindicatos. Según subrayó el consejero delegado ante los accionistas, se buscará además "la recolocación de las personas que salgan de la entidad, dándoles la formación adecuada para que puedan encontrar nuevas ocupaciones".
La próxima reunión entre dirección y sindicatos está previsto que se celebre el 26 de mayo, si bien es cierto que la intención es que a partir de la siguiente semana se acelere el ritmo de contactos con dos reuniones semanales. Una negociación cada vez más presionada desde diversos frentes ante los miles de despidos que se han puesto sobre la mesa. Sin ir más lejos, la Dirección General de Trabajo requería hace seis días formalmente a CABK y BBVA que sean "estrictamente rigurosos" con las formalidades del periodo de consultas de sus EREs, cuyas primeras medidas a debatir deben estar destinadas a evitar o reducir los despidos planteados por el banco.
Hablando del ERE de BBVA, que este miércoles aceptó a reducir el número de afectados a 3.331 mediante la recolocación de 467 trabajadores en los centros de atención remota, fuentes sindicalistas consultadas por este periódico manifiestan "su estupefacción por el inmovilismo de CaixaBank en las negociaciones; precisamente mientras la ministra de Trabajo y vicepresidenta tercera del Gobierno, Yolanda Díaz, estuvo antes de ayer en València con motivo del 43 congreso de UGT".