VALÈNCIA. 'El mercado ve demasiado optimistas las previsiones del nuevo CaixaBank'. Así titulaba este diario el pasado 19 de septiembre y ya entonces advertía del mal tono bursátil de Bankia (BKIA) y CaixaBank (CABK), que se ha ido acentuando con el transcurso de las jornadas. Desde el día siguiente que se anunciara la fusión de ambas -a última hora del 3 de septimbre cuando lo comunicaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)-, se han dejado en el parqué conjuntamente la friolera de 2.544 millones de euros, tomando los cierres de la jornada del viernes 2 de octubre.
Las acciones de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri han reculado un 15,20% pasando de los 1,376 euros del 4 de septiembre a los 1,167 euros de la última sesión de la semana pasada, lo que equivale a una pérdida de capitalización bursátil de 642 millones de euros hasta los 3.582 millones. Las 'bankias', que llegaron a cerrar en los 1,4405 euros el 17 de septiembre, retroceden este año un 31,03%.
Por su parte, los títulos del banco presidido por Jordi Gual se han dejado en el camino en tan corto espacio de tiempo un 15,59% -muy en la línea de su pretendida-, dado que los 2,040 euros de entonces se han convertido en 1,722 euros tras haber llegado a cerrar en los 2,065 euros también en la jornada del pasado 17 de septiembre. De este modo su valor en el parqué ha menguado en 1.902 millones hasta los 10.300 millones de euros; mientras el descenso acumulado en lo que va de año roza ya el 38%.
Los descensos de ambas entidades en el parqué, cuyos equipos responsables en la tarea de fusión siguen trabajando, son similares pero eso sí cuatro veces más de lo que el Ibex 35 ha cedido en el mismo periodo (-3,36%). Cuanto menos ninguno de los dos bancos cotizados tiene actualmente bajista alguno con nombre y apellidos, tal y como lo ha constatado Valencia Plaza de la base de datos pública de la CNMV.
"Ambos bancos se están viendo presionados a la baja y lo más probable es que dicha presión continúe", advierte Sergio Ávila, analista de Mercados de IG. Y no le falta razón porque pertenecen a un sector que no gana para disgustos con una clara falta de visibilidad, tipos negativos del Banco Central Europeo (BCE), una cada vez mayor competencia, requerimientos por doquier, resultados a la baja por el aumento de provisiones, coronavirus...
Y en el caso de CABK-BKIA hay que añadir que el mercado no termina de creerse las previsiones que José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar, actual CEO de CaixaBank y quien dirija la nueva entidad con plenos poderes ejecutivos, hicieron en la presentación de la operación ante analistas e inversores. Y el mercado siempre es soberano...
Tampoco lo tienen claro los expertos consultados por este diario en el panel publicado el pasado 25 de septiembre. Y menos tras conocer la ecuación de canje establecido en 0,6845 acciones de CABK por cada una de BKIA, que se emitirán de forma ordinaria. De este modo, los accionistas de la entidad de origen catalán contarán con el 74,2% del capital del nuevo banco, mientras que sus 'colegas' del banco fruto de la unión de siete extintas cajas de ahorro -entre ellas Bancaja- tendrán el 25,8% restante.
Sin embargo, 'Goiri' tiene claro que "crear y gestionar entidades más fuertes, con un mayor tamaño crítico, y con mayor rentabilidad, es la mejor aportación que desde el sector financiero podemos hacer para ayudar a la estabilidad financiera del país y, en definitiva, apoyar a nuestra sociedad, a las familias y a las empresas a superar esta crisis". Así lo expresó esta semana en ‘VI Foro Guadarrama’, encuentro empresarial organizado en Madrid por la revista ‘Castilla y León Económica’.
El presidente de BKIA enmarcó el proyecto de fusión -o para ser más exactos la compra de CABK- en la necesidad de asegurar la rentabilidad del sector financiero porque, en su opinión, si las entidades no obtienen una rentabilidad apropiada, no podrán allegar capital, estarán infracapitalizadas y, por lo tanto, "no podrán cumplir con su objetivo de financiar a familias y empresas y apoyar la recuperación socioeconómica de nuestro país. Esta es una responsabilidad nuestra, de los gestores de las entidades financieras", reconoció.
"De esta operación corporativa nacerá, si así lo deciden sus accionistas, no solo la entidad líder de nuestro país en términos de volumen de negocio y número de clientes, sino que también será la entidad financiera, entre los principales grupos de nuestro país, con el balance más saneado y con unos niveles de capital claramente superiores a los requerimientos regulatorios", añadió el presidente de Bankia.