VALÈNCIA. (EFE).- El entrenador del Villarreal, Javier Calleja, cumple este martes 42 años con la mente puesta en resolver la actual temporada con la clasificación de su equipo para la próxima edición de las competiciones europeas tras haber llegado a la jornada 27 en octavo posición a cuatro puntos de la séptima.
Calleja, uno de los técnicos más jóvenes de la categoría, llegó al primer equipo desde las categorías inferiores del Villarreal, club en que se ha criado como futbolista profesional y como entrenador y con el que tiene la espina clavada de retornar al equipo a Europa tras haberlo salvado del descenso de categoría.
Cabe destacar que el técnico madrileño es uno de los pocos de la historia de Primera División que ha sido destituido y recuperado por un club en una misma temporada, en este caso la pasada, en la que salió del equipo antes de Navidad y fue reincorporado en los primeros meses del año 2019.
Tras una temporada con problemas, en la actual el equipo que dirige Javier Calleja ha tenido altibajos que le han impedido estar en plazas europeas, aunque siguen cerca de ellas y mantien ese objetivo de cara a la vuelta del fútbol tras la pandemia que lo mantiene más de dos meses paralizado.
Calleja cuenta con una temporada más de contrato, lo que hace pensar que seguirá al frente del equipo al próxima temporada, aunque los once partidos que restan serán lo que despejen cualquier duda al respecto.
El técnico madrileño es un hombre de club, ya que de sus 42 años, más de la tercera parte, dieciséis, los ha pasado en la entidad amarilla, pues militó en el equipo durante siete temporadas de los quince de su carrera como futbolista, desde la campaña 1999-2000 a la 2005-2006, a lo que añade nueve campañas como técnico de la casa.
Empezó con el equipo cadete en la campaña 12-13, para ya dirigir tres campañas al juvenil, media al filial y en tres temporadas, con intervalos al primer equipo.
Calleja llegó al club en la temporada 99-00 tras haber jugado en el Real Madrid C, Almería y Alcalá para integrarse en el equipo filial, el CD Onda. Su buen hacer le llevó a debutar con el primer equipo ya esa temporada de la mano de Francisco García "Paquito", en un partido en El Molinón ante el Sporting.
Ese debut supuso la incorporación definitiva al equipo y marcó su continuidad en el Villarreal, donde disputó 150 partidos y marcó doce goles antes de ser jugador del Málaga y el Osasuna, con tres temporadas en cada uno de esos clubes.
Su perfil es el que siempre había buscado el club para su banquillo, con la idea de contar con alguien de la casa, que conociera bien el club y la categoría. Su llegada fue positiva, pues metió al equipo en Europa con un buen nivel de competencia, pero en la segunda campaña el equipo comenzó muy mal, lo que provocó su destitución en la jornada quince. Tras seis de ausencia, el club que preside Fernando Roig lo recuperó.