El expresidente vuelve a hablar de una teoría de la conspiración contra él
VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps declaró este viernes como imputado por los presuntos amaños de contratos para el stand de Fitur. Como es habitual en Camps, a la salida del juzgado, atendió a los medios para explicar que todo es una conspiración del Grupo Prisa y del PSOE de Zapatero contra su persona para evitar que vuelva a la primera línea política.
En cuanto a la declaración, fuentes presenciales informaron a Castellón Plaza de que la misma fue muy tensa, sobre todo con el fiscal, con el que dicen que “fue muy desagradable y maleducado” al contestarle. Pero es más, en su línea conspiranoica, llegó tan lejos como para recordarle al magistrado instructor, José de la Mata, su pasado como secretario de Estado de Justicia con Zapatero. Ante esta afirmación, el juez ignoró a Camps y siguió con el interrogatorio.
De su relación con Álvaro Pérez, el Bigotes, aseveró que “apenas lo conocía, que sabía quien era porque organizaba los actos del partido, pero nada más”, y añadió que si fue a su boda era porque “Ricardo Costa se lo pidió por favor”. De la boda dijo no recordar ni con quién estaba sentado, pero cuando empezaron a decirle nombres como el del ex vicepresidente, Vicente Rambla, no pudo negar la mayor.
Durante más de tres horas, hubo un tira y afloja constante pues las acusaciones preguntaban por los contratos y él derivaba la conversación hacia la teoría de la conspiración contra su persona, una conspiración pergeñada por los socialistas y algunos medios.
A su salida, el expresidente dijo que “como siempre que he tenido que declarar en estos último años salgo satisfecho porque, gracias a Dios, se que todo estaba bien hecho. No hay ni un dato, ni prueba, ni circunstancia que varíe lo que estoy diciéndoles ahora”. Y acto seguido dijo “el grupo Prisa decidió de una frase construir un relato, se intentó desde el principio destruir a la persona, ridiculizar a la persona ya mucho medios de comunicación creyeron que ese era un buen camino para hacer periodismo”.
En cuanto al hecho de que no solo Pérez le acuse, sino también otras personas relacionadas con el tema como su número dos en el PPCV, Ricardo Costa, o las trabajadoras de Orange Market, Mónica Magariños e Isabel Jordán, el expresidente dijo que “llevan diez años diciendo lo contrario. El señor Costa y los demás durante diez años han dicho justo, justo, justo lo contrario. Si en estas últimas 48 horas han decidido cambiar por razones personales, ustedes habrán visto que yo nunca he cambiado de opinión: dije que los trajes no me los habían regalado, dije con el resto de causas que se han ido cerrando que todo se hizo de forma legal y no he variado nunca el relato. Si ellos han querido cambiar de opinión, allá ellos y su conciencia”.
De Esteban González Pons, el eurodiputado popular al que el Bigotes metió en el ajo de los amaños, explicó que “no es el hilo conductor de nada, es un político ejemplar y extraordinario. A algunas personas, como a Esteban González Pons y a mí, lo que nos gusta es la convicción, el trabajo político y la seriedad, cualquier otro tipo de atribución o de cosas raras no se corresponden con nuestra forma de ser”.
Y acto seguido volvió a arremeter contra el PSOE con frases como: “¿Cómo es posible que diez años abierto en canal y nadie haya descubierto ni una reunión con policías como Dolores Delgado? La ministra de Justicia o Garzón que habla de que bueno que tengáis una red de prostitución para sacar y chantajear información” o “qué bueno como se lo pasaron mis compañeros en Colombia con azafatas y camareras menores”, y apostilló: “a mí no me han sacado empresas para evadir impuestos como le han sacado a varios ministros del gobierno del PSOE”.
La otra imputada que estaba citada a declarar el viernes era la trabajadora de Orange Market, Isabel Jordán. Al igual que hiciera Mónica Magariños el jueves, Jordán admitió que los contratos que se firmaron estaban todos amañados y que, para ello, les entregaron los pliegos de los mismos antes de hacerse público el concurso.
Según lo declarado, el Bigotes le decía que “era Camps quien lo ordenaba”. El magistrado le preguntó por Esteban González Pons y su implicación en los amaños. Jodán dijo que Álvaro Pérez le decía que “estaba metido”, pero que ella no podía saberlo porque trabajaba en Madrid y no tenía relación directa con nadie de València.