Cano celebra dos años como técnico del Castellón

CASTELLÓ. El 10 de diciembre de 2018, el Castellón tomaba la decisión de prescindir de David Gutiérrez como técnico del primer equipo tras la derrota sufrida en casa ante el Sabadell. Era la segunda vez que la entidad albinegra destituía a un entrenador esa temporada, después de cesar de su cargo a Sergi Escobar, con apenas cuatro jornadas disputadas.  

La situación deportiva del equipo, recién ascendido a Segunda División B, se iba deteriorando a pasos agigantados hasta situarse en la posición de cola de la clasificación. El club, en un último y desesperado intento por revertir la situación, contrató a Óscar Cano como tercer técnico del curso. El granadino dirigió su primer entrenamiento el 11 de diciembre y ese fin de semana no logró el debut soñado después de perder ante el Peralada. Sin embargo, el Castellón acabó salvando la categoría en un final de liga agónico. 

Dos años después, Cano dirige un equipo que milita en categoría profesional tras el ascenso logrado la pasada campaña en el play off exprés disputado en Málaga. El técnico andaluz, que había saldado con éxito su primer y complicado objetivo, logró un salto triunfal al año siguiente con un ascenso inesperado a Segunda División. Tres semanas antes de disputar la promoción, el club ya le había renovado hasta junio de 2021, en una expresión de confianza a su gestión.

"Dos milagros"

En declaraciones a EFE, Cano califica de "milagros" los dos éxitos que ha sumado en estos dos años de vínculo con el Castellón. "Han sido dos milagros porque la permanencia se logró in extremis con números de promoción y el campeonato del año pasado y el ascenso cuando el equipo no entraba en la quinielas de nadie por el potencial de los rivales", ha recordado.

Cano tiene un tercer reto de envergadura como es mantener al Castellón en división de plata con uno de los presupuestos más bajos de la categoría. Los albinegros, que están ubicados en puestos de descenso tras 17 jornadas disputadas, esperan revertir la situación y superar este nuevo obstáculo, tal como hicieron hace dos temporadas, con Cano en el banquillo.