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tendencias escénicas

Casi cuatro décadas de improvisación dan para un apañado apocalipsis

L’Om Imprebís completa el estreno de Herederás la lluvia con una exposición de fotos de toda su trayectoria

20/01/2021 - 

VALÈNCIA. No hace falta cumplir una efeméride redonda, alcanzar el medio siglo o la centuria, para celebrar la andadura de una compañía de teatro. L'Om Imprebís alcanza sus 38 inviernos y lo celebra con una exposición de instantáneas de su trayectoria en las paredes del Teatre Principal De València, donde del 21 al 24 de enero, estrenan una nueva obra, Herederás la lluvia.

La formación de Picassent mira al pasado en fotos que plasman su abordaje de títulos clásicos, como Tío Vania, de Chéjov, y Calígula, de Albert Camus; gemas de la dramaturgia contemporánea, caso de Un obús en el corazón, de Wajdi Mouawad; teatro del absurdo, ejemplificado en Los mejores sketches de Monty Python; y la mirada multicultural de Decamerón Negro, uno de sus dos trabajos de creación sobre culturas indígenas con artistas autóctonos de Guinea Ecuatorial y de la selva amazónica del Perú.

Un espectáculo y un modo de trabajar sobrevuelan el despliegue de su surtida producción. Es el estreno en 1994 de su obra seminal Imprebís, referente de la improvisación escénica.

Aquella genialidad generó sucesivas secuelas y reentregas hasta la propuesta distópica con la que este fin de semana se instalan en València.

Calígula en el Festival de Mérida

"Evidentemente hay aspectos en los que hemos evolucionado mucho, pero hay otros en las que seguimos fieles a las ideas con las que fundamos la compañía. Por ejemplo: la voluntad de hacer un teatro popular. El deseo de acercar los grandes títulos del repertorio universal a amplios sectores de público. Creo que el hecho de hacer un teatro de improvisación nos ha permitido utilizar esa frescura al poner en escena a autores como Brecht y clásicos como El Quijote o Don Juan. Al mismo tiempo, trabajar con esos textos fundamentales de la literatura dramática ha enriquecido nuestras improvisaciones y las ha llenado de nuevos contenidos y de referentes como Koltés y Beckett”, valora el director de la compañía, Santiago Sánchez

Imprebís les deparó el interés de más de un millón de espectadores en 21 países, desde Estados Unidos a Burkina Faso. Así, lo que comenzó en 1983 con una versión de Mort accidental d’un anarquista, de Dario Fo, por parte de un grupo de amigos acabó convirtiéndose en una estructura que ahora mismo produce y gira seis espectáculos y da trabajo estable a 25 personas. 

De aquellas improvisaciones, este fin del mundo

 “Siempre decimos que improvisar se queda en la anécdota, pero es una forma de vivir y de hacer teatro. Ahora que se están reivindicando los colectivos de creación, queremos llamar la atención sobre la existencia de uno con más de 30 años de experiencia”, destaca Sánchez, que conforma el núcleo duro de la compañía junto a los actores Carles Castillo y Carles Montoliu y el músico Víctor Lucas.

La música, de hecho, participa del mismo sistema de ensayo que los actores. La banda sonora que los acompaña en Herederás la lluvia se improvisa al mismo tiempo para potenciar sus emociones.

Ensayo de 'Heredarás la lluvia'.  Foto: ESTRELLA JOVER

“La música también va tendiendo puentes entre el eco de lo que los personajes fueron y la sociedad devastada del presente. La idea es instalar un espejo frente al espectador, con cuatro notas hacerlo saltar de cuando los protagonistas iban a pedir un crédito al banco a la sociedad devastada en la que ahora viven”, adelanta Lucas. 

El trabajo de escritura de Heredarás la lluvia arrancó en agosto y se fue nutriendo tanto de las improvisaciones de los integrantes de la compañía como de las aportaciones de seguidores en una campaña interactiva.

“El texto en torno al que gira el montaje ha ido tomando forma gracias a la colaboración del público que jugó con nosotros a través de las redes sociales y de una app que pusimos a su disposición”, explica el director.

La dramaturgia de la obra está fijada, pero se reescribe en el escenario día a día, puesto que los espectadores presentes y futuros pueden intervenir y aportar ideas durante la gira. 

A lo largo de estos meses, los internautas han ido respondiendo a preguntas planteadas por L’Om Imprebís como qué palabras eliminarías  del diccionario, qué obra de artes salvarías, qué banda sonora sonaría en el fin del mundo o qué harías si fueras una de las dos últimas personas que quedan en el mundo. 

Las respuestas de los usuarios de redes les están deparando sorpresas. También las representaciones, como así lo comparte Carles Montoliu: “Toda función depende de la energía que se genera en el teatro con el público. Ahora estamos haciendo una comedia de corte íntimo en un contexto en el que la gente siente el deseo de normalizar su vida e ir al teatro, pero las noticias nos influyen. Es como cuando tiras la red, no sabes cómo va a ir la función. Lo que va a suceder en València es un misterio”.

Cuidado con lo que improvisas

Un obús en el corazón

En 2019, antes de que coronavirus, desescalada y COVID se encontraran entre las palabras más consultadas en Google, la compañía realizó un taller con el dramaturgo José Padilla en el que ya abordaron el apocalipsis, así que durante el confinamiento, el autor canario les llamó para bromear sobre su premonición. 

“Hay sensaciones que estaban presentes antes de la extensión del virus: el individualismo, el afloramiento del fascismo y el ecologismo de mentira, con mucho Ecoembes y el pago de cinco céntimos por la bolsa cuando el plástico sigue siendo el mismo. Lo que ha hecho la pandemia ha sido señalarlo, encender las luces de emergencia”, señala Carles Montoliu.

El espectáculo, no obstante, no trata sobre la pandemia, sino sobre un sentimiento general de fin de ciclo. L’Om Imprebís ha abordado un teatro urgente, inmediato y presente al que le ha impreso un lenguaje humanista y esperanzador.

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