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el festival rebaja la programación a mínimos en 2020

Cinema Jove hace agua

25/11/2020 - 

VALÈNCIA. “Nuestra prioridad ha sido siempre la de posponer y no cancelar”, avisa Abel Guarinos, director del Institut Valencià de Cultura, cada rueda de prensa en la que se presenta algo de programación. Un axioma que ha dado más vida que nunca a los espacios del IVC durante este otoño (“hasta 90 propuestas más de lo habitual”, calcula Guarinos). El lema sirve a medias a Cinema Jove, que se presentó ayer. El festival internacional de cine de València que este año tuvo que aplazar su 35º edición al celebrarse habitualmente en junio. El certamen se aplazó a diciembre y, ya a finales de mayo, Carlos Madrid adelantó a este diario que se podría ver “un 25% de lo que sería el festival normalmente”.

En el Cinema Jove presentado ayer es complicado defender que siga considerándose un festival y de carácter internacional, ya que la única sección a competición será la de los cortometrajes y la presencia internacional se reduce al mínimo. Del 5 al 9 de diciembre, coincidiendo con el puente de diciembre, la Filmoteca y el Teatre Principal acogerán el certamen, cuyo eje central serán los cortometrajes, algunos de los cuales ya se han podido ver en festivales online este mismo año.

La pérdida de peso de la propuesta de Cinema Jove es evidente: de una sección competitiva de 10 largometrajes internacionales inéditos, a 4 estrenos en València (3 de ellos valencianos); de los habituales 10 programas de cortometrajes a 6; de dos ciclos temáticos con media decenas de películas en cada uno a dos films para celebrar a Mario Benedetti, el premio Luna de València de carácter internacional, la gala de inauguración y la gala de clausura se pierden también por el camino. Tan solo mantienen el pulso las webseries, que mantienen su competición pero no su actividad formativa, y el Encuentro Audiovisual de Jóvenes, que es lo único que se adaptado de manera online.

Preguntados por si este era el mejor Cinema Jove que se podía presentar, teniendo en cuenta que este otoño, finalmente, otros festivales de carácter nacional como San Sebastián, Gijón o Valladolid, e incluso de la ciudad, como La Mostra de València y La Cabina, se han podido celebrar, la respuesta evita la comparación: “dadas las circunstancias, es lo mejor que podemos ofrecer, y lo más importante era no cancelar”, explicó Carlos Madrid, responsable de programación. Guarinos recogía el guante y apuntaba a dos películas valencianas que se tendrían que haber estrenado en el Cinema Jove aplazado, como son La Mort de Guillem y The Mystery of the Pink Flamingo.

Foto: EDUARDO MANZANA

De cara a 2021, esperan recuperar la normalidad. Queda que se resuelvan dos grandes obstáculos: una pandemia mundial (aunque todos sus festivales compañeros han podido adaptarse a la situación para celebrarse con relativa normalidad) y que haya alguien responsable salido de la licitación que se publicó el pasado viernes para dirigir el festival durante dos o cuatro años. Carlos Madrid se va a presentar. Tal vez sea entonces cuando el festival vuelva a organizarse a lo largo del año y no en unos pocos meses, tal y como ha sucedido por cuestiones burocráticas los últimos años. Mientras tanto, el festival desdibuja este año todo el potencial que ha demostrado como propuesta. Una 35º edición con muy poco que celebrar.

Cuatro premieres con mucho sabor valenciano

Los largometrajes que se podrán ver en primicia durante el festival son un total de cuatro, tres de ellos valencianos y documentales. Pérez Arroyo, alma de animador, del director Carles Palau y Raúl González Monaj, es un documental en el que se revisa la trayectoria del creador de uno de los primeros estudios de animación en València en los años cuarenta.

Batega!, de Andreu García, es otro documental que retrata a la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana para mostrar la parte personal de cuatro de sus músicos y la exigencia de aprender a sentir y a tocar juntos. El documental, rodado en València, Alicante y Castelló, realiza un seguimiento de 10 meses de ensayos y conciertos.

También se estrenará Esclats de llum, un falso docudrama de Nacho Ruipérez protagonizado por Iris, una chica de 19 años que estudia un ciclo formativo para cumplir uno de sus sueños: ser artista fallera. Este año, en busca de inspiración, se ha decidido a realizar un documental para clase en el que entrevista a las distintas artistas falleras, foguereras y gaiateras que ha localizado a través de las redes sociales, pero su proyecto se ve interrumpido por la repentina pandemia. 

Por último, se ha programado Jesus Shows You The Way To The Highway, una sátira de ciencia ficción contra el capitalismo y el miedo a la inteligencia artificial dirigida por Miguel Llansó.

Gloria March y Raúl Navarro, un Futuro de Cine

El festival sí mantiene los galardones Un Futuro de Cine, que este año recaen en una actriz y un actor valencianos. Gloria March ha sido recientemente reconocida con el galardón a la mejor actriz protagonista en la tercera edición de los Premios del Audiovisual Valenciano por su papel en La mort de Guillem, de Carlos Marqués-Marcet. Puede que todavía cuente con una corta carrera en el cine, pero la respalda una extensa y variada trayectoria en el teatro, donde ha trabajado para las compañías El Conde de Torrefiel y El Pollo Campero.

“Se trata de una de las actrices más prometedoras del panorama nacional, con una carrera notable y heterogénea de una década en las artes escénicas, donde se ha prodigado en diferentes registros, lo que apunta a una evolución natural en el cine. Su primer papel protagonista es de una sinceridad y una emotividad demoledoras. Y con este galardón, Cinema Jove se suma no sólo a la felicitación por su reciente reconocimiento en los Premios del Audiovisual Valenciano, sino al prometedor augurio de Gloria como actriz de cine”, argumenta Carlos Madrid.

Raúl Navarro procede así mismo del teatro. De hecho, su primer papel protagonista en el cine le debe mucho a su formación junto al dramaturgo Chema Cardeña. El actor valenciano da vida a Christopher Marlowe en El cercle en l’aigua, de Vicente Monsonís. El actor ha alternado su trayectoria entre València y Madrid, donde ha participado en series de gran importancia como Isabel, Hospital Central, En tierra de lobos, Doctor Mateo y Los misterios de Laura. En los últimos años hizo el salto internacional con un papel en la versión europea del fenómeno de masas japonés Idol x Warrior Miracle Tunes, exhibida en Grecia, Italia y Francia, aunque sobre todo, ha sido un éxito en Asia. En cine ha participado en películas españolas como Paella Today, de César Sabater, El último fin de semana, de Pedro Reyes, y El síndrome de Svensson de Kepa Sojo.

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