AL OTRO LADO DE LA COLINA   / OPINIÓN

Civilización versus Barbarie

Algunas imágenes de estos días parecen sacadas de películas como “Enemigo a las puertas” o “El hundimiento”, una mezcla de sufrimiento, desesperación, y fin de ciclo

22/05/2021 - 

Esta semana ha estado tan repleta de noticias e incidentes internacionales, que un escándalo u horror tapaba a otro, y si me lo permiten voy a centrarme sólo en dos hechos ocurridos a la orilla del Mare Nostrum, ese crisol de culturas, Grecia, Roma y Cristiandad que alumbró a nuestra civilización Occidental, aunque también a través de sus aguas sufrimos el envite de otras culturas y costumbres.

Porque civilizaciones han habido muchas, han surgido, crecido y desaparecido a lo largo de la Historia como explicó hace un siglo Oswald Spengler en su obra “La Decadencia de Occidente”, y que Arnold Toynbee matizaba afirmando que Occidente podría salvarse de su desaparición, siempre que hubiera una minoría líder que fuera suficientemente creativa como para poder enfrentarse a los desafíos de cada momento, y que, por otra parte, nos ha permitido alcanzar las máximas cotas en esa historia de las civilizaciones, aunando, Orden y Progreso, Seguridad y Libertad.

Por eso, y dicho lo anterior, teniendo en cuenta nuestros principios y escala de valores, nos estremezcamos ante lo ocurrido estos días pasados, ver como unos dirigentes radicales marionetas de poderes foráneos han usado a su población como escudos humanos, hablamos de ese grupo terrorista llamado Hamás, produce escalofríos tras haber atacado a Israel con más de 4.000 misiles, per cápita sería como si a nosotros nos lanzarán unos 20.000 y que, ademas, hubieran afectado a más de 30 millones de españoles que tendrían que haberse refugiado en búnkers.

Y la respuesta y reacción de una nación casi exterminada en el holocausto de los campos de concentración de la II Guerra Mundial, rodeada por 1.600 millones de personas que quieren tirarlos al mar (a excepción de los que ha ido convenciendo Donald Trump, además de Egipto y Jordania que ya habían reconocido a Israel) era clara, iba a ser de una evidente dureza, pues para mantener el equilibrio o proporción numérica-demográfica (Israel no llega a 10 millones de habitantes), y por mor de la disuasión, esta puede resultar ser, algo así como 160 veces peor, fíjense 160 veces más dañina que la que recibe, de hecho las bajas son 12 muertos israelitas por 232 palestinos (de los que al menos 160 son terroristas islámicos según las IDF), triste es, porque detrás, de estas siempre frías estadísticas, están los dramas humanos. 

Es la vieja técnica terrorista de acción y reacción, y vuelta a empezar, muy usada por Harakat al-Muqáwama al-Islamiya (Movimiento de Resistencia Islámico, es decir Hamás), esto hace que los palestinos sean víctimas de sí mismos, o mejor dicho de sus dirigentes que usan a su población y su victimización, como sistema de ejercicio del poder y así asegurar su perpetuación en él, mediante la radicalización. Además esta estrategia necesita contar con el apoyo de todo tipo de recursos, incluso los tecnológicos, y esto lo consiguen del principal enemigo de Israel, Irán, pues la importación y fabricación de esos cohetes/misiles balísticos de alcance limitado, pero suficiente para alcanzar a todo el territorio israelí, requiere de un gran respaldo financiero que lo proporcionan los Ayatollahs de ese país.

Otro de los motivos de los ataques de Hamás a Israel, son las cuitas políticas internas palestinas; la división en dos bloques, por un lado Al-Fatah que controla la Autoridad Nacional Palestina con Mahmoud Abás a su frente y por el otro lado Hamás con su líder Ismail Haniya que controla la Franja de Gaza, y que esperaba ganar las elecciones parlamentarias que se tenían que celebrar este sábado 22 de mayo, y que M. Abás acaba de posponer (sin comentarios). Ya ven la negociación es muy difícil, casi imposible, primero porque en frente de Israel (que por otra parte aprovecha todas esas divisiones para seguir ocupando y avanzando en el dominio de cuantos más territorios mejor) no existe un único interlocutor, y además por las imágenes (que circulan en redes) de padres empujando a sus hijos de escasos años (unos 5-6) en dirección a tropas israelitas, agitando banderitas, y haciendo que insulten y tiren piedras (más bien piedrecillas por lo pequeños que son) a los soldados apostados son estremecedoras, que me hacen recordar las palabras de Golda Meir, primera ministra de Israel y madre de dos hijos (por eso supo expresar la idea también), cuando afirmó la paz llegará cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros”.

Y si hablamos de cómo se usa a las personas como carne de cañón, es inevitable hablar del otro tema de la semana, la crisis de Ceuta, que no es migratoria en palabras del presidente del gobierno, y que según la propia vicepresidenta Carmen Calvo ha sido “una agresión a nuestras fronteras”.  Este incidente tiene muchos posibles análisis, desde diferentes perspectivas, la humanitaria, la de las políticas interiores de ambos países, la de sus relaciones bilaterales e incluso la multilateral. La primera de éstas se refleja perfectamente en la fotografía que encabeza el artículo, y que representa como de un lado del muro, el nuestro, está la civilización y el respeto a la dignidad de la persona en forma de un Guardia Civil, que al igual que sus compañeros uniformados, policías y militares, arriesgan su propia vida para salvar a otra, aunque no sea la de un compatriota al que sirve, y del otro, está la falta de respeto a los derechos humanos, la crueldad y la barbarie, que no duda en arriesgar la vida de sus súbditos más pequeños, aunque sean simples bebes de días o semanas, por simples ofensas políticas o intereses espurios.

En cuanto la perspectiva bilateral, es sabido que para Marruecos la cuestión del Sáhara es vital, por eso cualquier tipo de comentario, como la del anterior vicepresidente Pablo Iglesias en noviembre pasado, hablando de la autodeterminación del Sáhara, o el último episodio del tratamiento en un hospital de Logroño del máximo dirigente del Polisario, movimiento de liberación saharaui, Brahim Gali (por intermediación de Argelia que con el tema del gas, parece que también nos tiene un poco limitados), son cuestiones para ellos poco menos que ofensivas. Y además le sirven al sultanato alauita para cobrarse su precio, y no es la primera vez, porque además de mostrar su disgusto por alguna acción del gobierno de España, han utilizado la marea migratoria como elemento de castigo contra nosotros, lo acaba de decir la ministra de Asuntos Exteriores marroquí en España, Karima Benyaich, "Hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir", y parece que el gobierno marroquí cree que nuestro gobierno no pasa por sus mejores momentos, y ya saben que siempre aprovechan nuestras posibles debilidades.

También está la perspectiva multilateral, Marruecos en el orden mundial se siente muy fuerte por su alianza con los Estados Unidos, muchos se olvidan que el sultán de Marruecos fue el primer gobierno que reconoció la independencia de los Estados Unidos en aquel lejano siglo XVIII, y ya en tiempos más cercanos, su acuerdo con el presidente Donald Trump, otra vez Trump, respecto la cuestión de Israel consiguió que los USA reconocieran la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, antigua provincia española, política que parece que Joe Biden no va a alterar por el momento. 

Y después, además, como en muchos otros casos ocurre con truhanes y facinerosos, hay que seguir al dinero (además de que exista un sincero deseo de anexionarse a Ceuta y Melilla), y no sólo son esos 30 millones de euros que los españoles acabamos de darles, sino que aquí entra en juego la Unión Europea, que por otra parte también ha servido para convencer o mediar con Marruecos en esta crisis posicionándose a nuestro lado. Si no que, como ya se publicó en un diario nacional a finales de abril, utilizando un documento reservado de la UE filtrado, Marruecos está muy interesado en que se le considere un socio prioritario a la hora de controlar las migraciones, al igual que se hizo antes con Turquía, y recordemos como el país otomano aprovechó la crisis migratoria del 2015 para obtener sus réditos económicos. Hoy éstos réditos se llaman 80.000 millones de euros (79.500 millones de euros para ser exactos, más un complemento de 9.500 millones para actuaciones de emergencia) que se tienen que repartir dentro del marco financiero plurianual 2021-2027, con el Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional recientemente aprobado pero aun pendiente de su distribución.

Como habrán visto nuestra frontera sur es muy delicada por el tipo de vecindad que tenemos, pero ojo que es también la de la Unión Europea, y eso nos ayuda y mucho. Ahora después vendrán las negociaciones pues casi siempre en las relaciones internacionales se terminan o posponen los problemas de una forma u otra negociando, lo malo es que éstas siempre han acabado mal para Valencia, antes para la agricultura, y ahora puede que también incluso para el puerto, con ese inmenso competidor que se llama Tánger-Med.

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