EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

Consejos para invertir (bien) en los mercados financieros

16/01/2019 - 

ALICANTE. Diciembre cerró el 2018 con caídas importantes en muchos mercados (EE UU -10,6%, Europa –5,5%, mercados emergentes -3,3%, Japón -7,8%, rentabilidades en euros). El año fue extraordinario, no tanto por la rentabilidad final, sino porque prácticamente todas las clases de activo han arrojado pérdidas (ver gráfica). Un año en que la diversificación no ha funcionado debido a la elevada correlación, no ha habido refugio posible para el inversor europeo, y si lo hubo, fue mínimo (deuda pública europea y más bien en la parte larga de la curva).

Con estos datos, las carteras diversificadas no han podido mostrar los buenos resultados a los que estamos acostumbrados. Algunos fondos diversificados, con excelentes resultados históricos, han perdido más del 10% en el 2018. Ello no quiere decir que la diversificación haya dejado de funcionar para siempre, solo que no ha sido útil en este período. Repasemos algunos consejos para invertir con éxito y afrontar el 2019.

Seguramente los resultados de 2018 vayan a tener un impacto sobre como se siente un inversor de cara al ejercicio entrante. El sesgo conductual referente a resultados recientes nos afecta a todos. Solemos utilizar la experiencia reciente como punto de referencia para extrapolar el futuro. Es por lo que, a pesar de este sesgo tan humano, nunca debemos perder de vista nuestros planes iniciales.


La asignación de activos diversificada en cuanto a zonas geográficas, clase de activos, factores de riesgo y divisas ayuda siempre (o casi) a esquivar resultados muy extremos y asegurar nuestros objetivos de inversión. Invierta a nivel global.

La inversión debe entenderse como un ejercicio a largo plazo. La disciplina es fundamental y una inversión basada en reglas predefinidas y bien delimitadas ayudarán a que no nos apartemos de nuestros objetivos.

Proporción de activos

Vaya aportando a su inversión los ahorros que tenga disponibles de forma periódica. De esta forma, el precio medio de entrada en sus inversiones nunca tendrá un valor extremo. Con ello, minimizamos la probabilidad de equivocarnos por incrementar nuestra inversión justo cuando las valoraciones sean demasiado elevadas. En el caso de caídas extremas, intente aportar una cantidad algo superior.

Retire de forma escalonada una proporción de sus activos de riesgo a medida que se acerque su horizonte de inversión. Un único mes (como diciembre de 2018), puede hacer descarrilar cualquier plan, aunque haya sido gestionado correctamente durante un largo período de tiempo.


Intente incluir siempre alguna proporción de renta fija en su cartera, incluso aunque su aversión al riesgo sea mínima. A pesar de que la rentabilidad no sea elevada, permite actuar como cobertura de nuestras propias emociones cuando la volatilidad aumenta de forma inesperada, y sobretodo sirve como dinero bajo el colchón para adquirir renta variable después de una fuerte corrección.    

Rebalancé periódicamente su cartera para ajustar el nivel de riesgo de su cartera al riesgo planificado. El rebalanceo periódico posee además un efecto beneficioso: permite comprar valoraciones relativas baratas y vender las caras, popularmente 'vender caro, comprar barato'.

Estrés y sobreinformación

Estas ideas, simples a primera vista, pero difíciles de implementar por los sesgos conductuales que todos poseemos, permiten alejarse del estrés de los mercados y la sobreinformación. Porque 2019, como cabe esperar, no será diferente en cuanto a ruido de mercado, es lo habitual, y no nos queda más remedio que acostumbrarnos a ello. Intentemos abstraernos en la medida de lo posible.

Como dijo el inversor legendario Benjamin Graham, “el principal problema del inversor, e incluso su peor enemigo, es probablemente él mismo”. Si a un inversor le resulta complicado implementar todos estos puntos y con ello estorba su propio éxito, contratar un asesor financiero, que le acompañe en hacer oídos sordos a los muchos cantos de sirena que generan las noticias, puede ser una solución. El coste de un asesor financiero se puede asemejar a la prima de un seguro que proteja al inversor contra los sesgos conductuales que lo aparten de sus planes iniciales.      
Marc Leutscher es responsable de inversión, producto y riesgo de la EAF alicantina gCapital Wealth Management.

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