Esta semana cuatro de las principales instituciones valencianas ligadas a la cooperación internacional han participado en el “Primer Encuentro sobre cooperación y solidaridad” donde analizaron y debatieron sobre la cooperación en estos tiempos de “nueva normalidad”
Agilizar los trámites burocráticos para lograr una cooperación más ágil y mantener o aumentar los presupuestos para cooperación por parte de las diferentes instituciones, con el objetivo del 0,7% marcado para 2030, han sido algunos de los compromisos que salieron de este encuentro celebrado esta semana.
Y es que no hay que adentrarse mucho en este sector para darse cuenta, cuando empiezas a trabajar en él, que la burocracia es tremendamente poco eficaz y boicotea muchos proyectos que no puede soportar tantos trámites administrativos. En ocasiones es la propia burocracia administrativa la principal enemiga de sus propios proyectos y hace inviable que pequeñas y medianas organizaciones puedan entrar en ella.
Está claro que está todo perfectamente orquestado para que sólo sobrevivan los más fuertes, como todo en la vida pero quizá se podría flexibilizar en algo para que se dieran oportunidad a otras entidades y proyectos que valen mucho la pena y que trabajan con enfoques y profesionales de primer nivel. En cualquier caso, no está nada inventado ni descubro nada nuevo.
Sobrevivir a esa tremenda burocracia de acceso a determinadas ayudas públicas es el primer sesgo al que se enfrentan las organizaciones no gubernamentales.
Podríamos equiparar la cooperación a la asignatura “maría” que todas y todos hemos tenido en clase cuando estudiábamos. Esa asignatura que nunca contaba , esa asignatura que no se estudiaba, esa asignatura que sólo servía para subir o bajar nota … y al mismo tiempo, esa asignatura que, a muchas personas, tanto nos gustaba.
La cooperación valenciana ha sido duramente apartada y castigada en determinadas épocas . Y ha sufrido un tremendo desinterés por parte de determinados partidos políticos que, al mismo tiempo, la han usado según sus intereses. En ocasiones me duele percibir la poca sensibilidad y concienciación que existe en la clase política en general con el Tercer Sector y el mundo de la cooperación internacional.
Poco a poco se va visibilizando el gran trabajo que se hace en el sector y la cantidad de organismos que han implicados y trabajando en él como es el caso de las instituciones y organizaciones civiles que participaron en este primer encuentro.
Se debatió y se analizó sobre seis temáticas principales como las prioridades de la cooperación y la adaptación al Covid-19, la cooperación en tiempos de crisis, el quinto aniversario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible o la importancia de la sensibilización ciudadana y la comunicación en cooperación.
En el encuentro se producía un intercambio de opiniones muy gratificante en el que la directora general de Cooperación de la GVA, Xelo Angulo, se comprometía a “facilitarle las cosas al sector, con el marco normativo que estamos estableciendo y que estamos negociando”. Ella recordaba, en referencia a los casos de corrupción de la anterior legislatura y englobados bajo el caso “cooperación”, más conocido como “Caso Blasco”, que “venimos de una época compleja, nos hemos tenido que encorsetar mucho porque estábamos hablando de dinero sagrado, que era el dinero de todos los valencianos, pero en estos momentos estamos en una fase de negociación para mejorar el marco jurídico y facilitar a las entidades todo su trabajo”.
Xelo Angulo respondía así a unas palabras de Lourdes Mirón, presidenta de la Coordinadora Valenciana de ONGD (CVONGD), en las que indicaba: “Nos gustaría que la cooperación fuera más sencilla de hacer. Sabemos que administrativamente es muy compleja, hay muchas trabar burocráticas que impiden que podamos hacer una intervención más ágil. Entonces, el objetivo que nos hemos marcado es cooperar mejor y de una manera más sencilla. Que dentro de cinco años podamos hacer, todo lo que queremos hacer, en menos tiempo”.
Mirón agregaba que “en el sector intentamos ponernos metas realistas. Dentro de cinco años habrá pasado ya la legislatura actual. El año pasado nos marcamos el compromiso de llegar al 0,4% de inversiones en cooperación en esta legislatura. Me gustaría que ese compromiso se pudiera cumplir porque, de lo contrario, va a ser imposible llegar a esos grandes objetivos que nos planteamos de erradicar la pobreza…” Una petición que tanto Xelo Angulo como la diputada de Cooperación, Mentxu Balaguer, se comprometían a asumir, dentro de las posibilidades y las dificultades del contexto actual marcado por la Covid-19.
En esta línea, Mentxu Balaguer aseguraba que la Diputación de Valencia, desde el área de cooperación internacional, “también queremos consolidar ese compromiso, esperamos alcanzar dentro de cinco años ese 0,7% en cooperación, en compañía de ese 0,7 de los ayuntamientos, de entidades, empresas… y eso habrá sido posible si en estos cinco años la ciudadanía normaliza que la cooperación internacional forma parte de su día a día para construir ese mundo más igualitario, más justo, sin pobreza, que todas y todos deseamos y por el que trabajamos”.
Por su parte, el presidente del Fons Valencià per la Solidaritat, el edil vila-realense Álvaro Escorihuela, auguraba “una cooperación más fuerte, más consolidada, que deje detrás etapas recientes más oscuras”. Él agregaba que desea que “todo el mundo, desde las administraciones, las ONGD, seamos capaces de poner en valor aquello que merece la cooperación valenciana y que esa percepción llegue a la ciudadanía y, por tanto, que este trabajo importante se valore”.
En definitiva un encuentro de lo más interesante y necesario organizado por la agencia de comunicación social Alberto Pla que consiguió reunir a representantes de Generalitat Valenciana, la Diputación de Valencia, el Fons Valencià per la Solidaritat y la Coordinadora Valenciana de ONGD . El encuentro se pudo seguir en redes sociales con el hashtag #encuentrocooperaciónvalenciana y ahora os invito a volver a ver.
La semana que viene… más!