VALÈNCIA (EFE). Juan de Dios Crespo, abogado especialista en derecho deportivo internacional, ve viable que las ligas europeas acaben más tarde de lo previsto, pero inviable que se suspendan definitivamente porque esa situación impediría estructurar los torneos nacionales y supranacionales de la próxima campaña.
El abogado afincado en Valencia señaló a EFE que no descarta la posibilidad de que como consecuencia de la crisis del coronavirus la actual campaña acabe más allá del 30 de junio y que la siguiente empiece más tarde de lo habitual.
Sin embargo, insistió en que es muy complicado que no se completen los torneos ya iniciados porque eso es algo que no se puede ni tan siquiera compensar con ayudas económicas a los clubes y menos en un momento en los que sus ingresos van a menguar.
En este sentido destacó como cuestiones que no quedarían resueltas el de la decisión de qué clubes participarían en los próximos torneos continentales y el de los ascensos y descensos en las diferentes categorías de las competiciones de cada país.
Crespo ha desarrollado su carrera profesional inmerso en la defensa de clubes y futbolistas en diferentes litigios, muchos de carácter internacional, entre ellos el de la suspensión del jugador argentino Lionel Messi.
En el caso de Messi, la defensa presentada por Crespo permitió hace dos años que el futbolista fuera eximido de una suspensión de cuatro partidos por parte de la FIFA, aunque cuando llegó el perdón el jugador del Barcelona ya había cumplido uno.
"La suspensión de la Eurocopa por la UEFA resta complejidad al asunto y da un poco de respiro", explicó Crespo, quien considera que si no más allá del 30 de abril se abriera la posibilidad de volver a competir en el fútbol europeo de élite, se podría encontrar una solución en unas siete semanas hábiles antes de final de temporada.
Consideró que otra opción pasa por solapar esta temporada con la siguiente, ya que la actual podría acabar más tarde y la próxima empezar después y que otra posibilidad es reducir con unos "play offs" tanto el final de las ligas nacionales como las competiciones continentales.
"A efectos europeos, las competiciones, Liga de Campeones y Liga Europa, acabarían con la misma incidencia y aunque la potestad de los campeonatos nacionales es de cada país, la UEFA podría adoptar una decisión sobre la fecha máxima en la que podría acabar cada torneo nacional", explicó.
Para Crespo es una buena noticia la de las fechas en las que se baraja la posibilidad de que se vuelva a competir en China, quizá a partir de finales de abril, o en Japón, porque dan una referencia sobre los plazos que se podrían llegar a establecer en Europa.
Lo que no considera una buena idea es competir a puerta cerrada porque esta medida devalúa los torneos en muchos aspectos y, además genera problemas económicos importantes como el de la devolución a los socios de los clubes de la parte proporcional del importe de los abonos por los partidos que se puedan jugar sin público.
Preguntado sobre las consecuencias de la compresión de las actuales competiciones de liga de veinte clubes y con equipos que juegan prácticamente a un ritmo de dos partidos semanales, señaló que es difícil rebajar el número actual de encuentros programados.
Admitió que en ocasiones apenas quedan fechas disponibles para jugar encuentros que se aplazan por circunstancias coyunturales de carácter climatológico o de otro tipo, pero señaló que el fútbol profesional no puede reducir su nivel competitivo.
Crespo señaló que también ve inviable la reducción de equipos en las grandes ligas y que hacerlo solo se podría plantear como concepto teórico, pero que en la práctica es algo que no se podría aplicar en el fútbol actual.
"Hoy en día los futbolistas profesionales están más preparados para acumular un mayor número de partidos, las plantillas son más numerosas y el aficionado asume perfectamente las rotaciones en los equipos. Recordar de memoria el equipo titular de tu club es una cuestión del pasado", concluyó.