AL OTRO LADO DE LA COLINA  / OPINIÓN

De la amenaza china al drama palestino

Dice un viejo dicho castellano “Virgencita, virgencita, que me quede como estoy“ y contemplando el escenario internacional actual, seria lo que desearía cualquier observador de ella

15/05/2021 - 

Este pasado fin de semana vivimos pendientes del cielo, al existir la posibilidad de que nos cayera sobre las cabezas restos del cohete chino Larga Marcha 5B, que finalmente y tras largas horas de seguimiento por parte de casi todos los observatorios y centros espaciales, se han desintegrado en su reentrada a la atmósfera sobre el Océano Índico, bastante cerca de las islas Maldivas.

Esta preocupación de ser víctimas de la chatarra espacial china es para la República Popular (también conocida como la mayor dictadura comunista de la historia de la Humanidad) una falsa y artificial polémica creada por Occidente para desprestigiar los avances científicos de aquel país. Pero también, ha servido para ocultar a la opinión pública o por lo menos disimular, el gran desarrollo del programa espacial chino que acaba de poner en órbita, con ese LM 5B que acaba de destruirse, la parte central (el módulo Tianhe) de su estación espacial orbital (Tiangong), que esperan esté operativa el año que viene y durante 10 años más, y compuesta por varios módulos, con un peso total de 66 toneladas, y que ha tenido como antecesoras la Tiangong 1 y 2, como estaciones de prueba, y que supone un paso más que significativo hacia el liderazgo mundial de la China bajo la batuta de Xi Jinping.

Esta competición por la hegemonía mundial entre China y los USA, muy bien visibilizada por el presidente Donald Trump, parecería más propio de conspiranóicos que de concienzudos analistas, pues la República Popular ha seguido a pies juntillas esa expresión de Sun Tzu de "El arte de la guerra se basa en el engaño", o cuanto menos el disimulo, y que aquí en España esa estrategia, la definía muy bien el periodista José María Garcia como “ni una mala palabra ni una buena acción”, pero que gracias a diferentes síntomas, como el LM 5B anterior, se ve desenmascarada.

Pues sí, la puesta en órbita de la primera fase de la estación espacial china es una evidencia del objetivo de controlar uno de los cinco espacios existentes, tierra, mar, aire, ciberespacio y espacio sideral (en concreto este último). Pero también se ha evidenciado durante estos días o semanas los avances en el dominio del entorno maritimo. Este desarrollo chino de la doctrina de la superioridad marítima de Alfred T. Mahan se ha evidenciado en la hostilidad desarrollada en el mar de China Meridional por embarcaciones chinas, y le ha llevado a tener un roce diplomático con Filipinas, cuando su ministro de Asuntos Exteriores Teodoro Locsin a través de Twitter, dijo “China, amiga mía, ¿cómo podría decírtelo educadamente? Déjame ver... o... Váyase a la mierda”, después de que el gobierno filipino hubiera manifestado su protesta por "el seguimiento, el bloqueo, las maniobras peligrosas y los desafíos por radio" de embarcaciones chinas tripuladas por milicias de aquel país en las cercanías del atolón Bajo de Masinloc o atolón de Scarborough.

Y no olvidemos como en 2016 la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya declaró estos atolones bajo la soberanía de Filipinas, cosa que a China parece no importarle, y por eso prosigue su política de expansionismo militar en el mar, y un ejemplo, ha tenido lugar al principio de este mes de mayo, cuando el segundo grupo aeronaval chino operativo encabezado por un portaviones, en concreto el portaaviones chino Shandong (primero de fabricación nacional), realizó unas maniobras en esas disputadas aguas del mar Meridional, y donde pudo observarse, otro ejemplo de sus avances tecnológicos, la prueba en vuelo de un drone nodriza desde el que partían a su vez un enjambre de drones más pequeños, ya ven como Terminator y la guerra hecha por maquinas está más cerca.

Pero aún hay más en ese expansionismo maritimo chino, hay una seria preocupación tanto en la cancillería australiana como en la norteamericana por el aumento de la influencia de China en los catorce estados-islas existentes en el Pacífico Sur (como muy bien expone Jorge Cachinero en su blog), y que sobre todo para los USA lo parecen focalizar en el posible despliegue de Pekín en aguas de Kiribati, ubicadas por detrás de la segunda línea de contención marítima de los USA contra China, y en un punto casi equidistante del triangulo formado entre la isla de Guam, Australia-Nueva Zelandia y las islas Hawaii, como pueden ver en una inmejorable situación estratégica, y dejando todas las espadas en lo alto.

Y si hablamos de espadas, donde ya se han desenvainado y se ha iniciado el duelo es en Tierra Santa, donde Israel y Hamas se están enfrentando en estos momentos, por lo que es muy aventurado hacer en estos momentos conjeturas. Como en otras ocasiones he expuesto, no es una historia de buenos y malos -que los hay-, es un historia de dos pueblos el palestino y el judío que quieren vivir básicamente en el mismo sitio, y en la que potencias foráneas intervienen, y no precisamente para poner orden o paz, ya saben que como decía el griego Esquilo hace unos 2500 años, en la guerra la primera víctima es la verdad. Esperemos que para el próximo artículo exista ya un alto el fuego y podamos comentar lo sucedido de la forma más objetiva posible, si es que soy capaz pues todos tenemos nuestros sesgos, y el mío, ya saben, es el Occidental.

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