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radiografía del verano 2021

De los festivales íntimos en Francia al seguro holandés: así desescalará la música en Europa

10/03/2021 - 

VALÈNCIA. La cuenta atrás sigue en marcha. El verano se acerca y el tiempo para los festivales de música que retrasaron su celebración el año pasado y los que siguen anunciando (o incluso vendiendo entradas) ediciones en 2021 se agota. Ni la Comunitat Valenciana ni el gobierno central han hecho público ningún plan para alumbrar qué escenarios se pueden encontrar promotoras, artistas y público en unos tres meses, como ya publicó Culturplaza. En este sentido, la Asociación de Promotores de Festivales de la Comunitat Valenciana (Promfest) -a través de Fotur- presentará esta semana a Sanidad un protocolo para demostrar la viabilidad de sus eventos con medidas como la celebración de estos en grandes recintos, aforo reducido, test rápidos en los accesos para prohibir la entrada a las personas que den positivo en las pruebas o entradas por turnos.

Todo depende de varias situaciones que parece que no se resolverán ya que el horizonte de urgencias no va más allá del final del Estado de Alarma, vigente hasta el 9 de mayo. La más importante es, como es lógico, la evolución de los contagios y la incidencia, pero también que el proceso de vacunación esté avanzado, y las previsiones del 70% de población adulta vacunada se ha retrasado hasta final de verano. Primavera Sound ya ha dado el paso de cancelar. En Portugal, Rock in Rio Lisboa también. Mad Cool aún no. En València, solo lo ha hecho -por ahora- el 4ever Valencia Fest.

Con todo este panorama, la idea de hacer un festival al uso, para el que muchas personas tienen su entrada, se disipa. España no es el único país con esta problemática, aunque hay otros que ya han buscado (y encontrado) una salida.

Es el caso de Francia. La ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, confirmó a finales de febrero en una reunión con organizadores de festivales y representantes del sector que los festivales se podrían celebrarse durante este verano bajo unas condiciones muy estrictas: un máximo de 5.000 personas, sentadas y con distancia social, además de poner en marcha un fondo económico de 30 millones de euros para ayudar a los festivales, que se vean obligados a modificar su programación o a anularse directamente. Las promotoras francesas anunciaron “estar en shock”, según recogió France 24. En una encuesta que hizo el festival We Love Green entre su público, el 85% aseguró no querer asistir a este si no fuera de pie.

Por su parte, el festival de música electrónica Liquicity (que se espera celebrar el 16 de julio) aseguró en un comunicado en febrero que el gobierno holandés les había asegurado la vuelta de los festivales a partir del 1 de julio. “Los eventos en Holanda están teniendo unas ventas de récord gracias a este anuncio del gobierno”, aseguraban. Desde el ejecutivo se ha presentado un fondo de cancelación dotado con 300 millones de euros y destinado a que los eventos con un aforo superior a 3.000 personas y que se celebren después de la fecha indicada sigan operando; si finalmente el evento se cancelara, el fondo sirve como aval para poder devolver el dinero de las entradas. En todo caso, el mismo festival ha presentado su plan B y C: “si el festival se cancela, se trasladará al final de verano, y aún es muy pronto, se retrasará a 2022”.

Uno de los países que más han avanzado en su vacunación es Gran Bretaña, y aunque el planteamiento de su desescalada (tras una tercera ola traumática) es hacerlo de manera muy gradual, algunos festivales no renuncian a celebrarse como Reading and Leeds, Parklife o Creamfields. Desde la Association of Independent Festivals (AIF) aseguran, sin embargo, que “la temporada de festivales en 2021 no está garantizada en este momento” y pedían al gobierno un esfuerzo extra. El gobierno de Boris Johnson no ha puesto fecha para la vuelta, pero les ha ofrecido parte del fondo de los 1.000 millones de libras destinadas a organizaciones artísticas, patrimoniales y de espectáculos afectadas por la situación sanitaria. Glastonbury, por su parte, ya ha adelantado que no se celebrará.

Los experimentos del directo

En España, la Sala Apolo llevó a cabo un estudio junto al Hospital Germans Trias i Pujol, la Fundación Lucha contra el Sida y el Primavera Sound en el que unas 500 personas asistieron a un concierto sin distancia social y pudiendo bailar aunque con mascarilla. El servicio de bar y la zona de fumadores tenía un protocolo propio. El estudio alumbró resultados muy esperanzadores: ninguna de las personas contrajo el virus, por lo que sería un espacio seguro. Este estudio es solo un primer paso para conocer de qué manera funciona el coronavirus y qué partes del protocolo actual se deben mantener y cuáles se pueden relajar para que la música en directo pueda volver cuanto antes a la normalidad.

En Holanda, el gobierno -junto a la empresa Fieldlab y varias promotoras de eventos culturales y deportivos- están haciendo diferentes pilotos desde el mes de enero para probar algunos de los protocolos y poder estudiarlos. Entre ellos, un partido de fútbol con 1.500 personas de público, dos festivales al aire libre y espectáculos de danza y cabaret. 

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