VALÈNCIA. ¿Recuerdan su etapa adolescente? Probablemente fuera tan traumática como la de cualquiera. Con las hormonas como una montaña rusa, uno ya es capaz de darse cuenta de lo loco que está el mundo. Pero precisamente por eso, y con las emociones a flor de piel, el aspirante a persona adulta vive en una perpetua angustia. Ahora imaginen que esa misma explosión de emociones les ocurre en Irlanda del Norte en los años 90. Es decir, con soldados armados por las calles, explosiones de bombas en el vecindario, una educación católica rancia en colegios segregados por géneros, una negación de cualquier tipo de profilaxis, como defendía Juan Pablo II por entonces, y una familia disfuncional que convive con pocos recursos.
“La cuestión es que la vida no es justa. Me he acostumbrado a la injusticia. Después de todo, soy hija del fuego cruzado, rodeada de conflicto” (Erin)
Angustia elevada al cubo. Desde fuera, comedia de la buena. De eso trata Derry Girls, la comedia adolescente ambientada en Irlanda del Norte en los 90, en plena etapa de confrontación entre protestantes británicos y católicos irlandeses nacionalistas. La serie sigue a un grupo de cuatro amigas y el primo inglés de una de ellas que se ve obligado a asistir a la escuela católica de chicas para evitar que los chicos irlandeses le peguen una paliza por ser inglés. Son Erin (Saoirse-Monica Jackson), Orla (Louisa Harland), Clare (Nicola Coughlan), Michelle (Jamie-Lee O'Donnell) y James (Dylan Llewellyn), al que todo el mundo tilda de gay, aunque no sea gay ¿O sí lo es?
La pandilla es un auténtico desastre y no se sabe muy bien por qué están juntos. Ninguno es brillante en nada, de manera que en cada episodio si algo puede salir mal, saldrá muchísimo peor. Desde buscar algunos trabajillos para conseguir dinero para el viaje de fin de curso; a asistir a una fiesta donde está el chico que te gusta; recibir la visita de unos adolescentes de Chernobyl; o editar el periódico de la escuela sin tener la más remota idea de hacerlo; hasta llevar a un terrorista en el maletero del coche durante unas vacaciones. Premisas que se transforman en aventuras descabelladas e hilarantes.
Esta ficción, producida por Channel 4, es una creación de la guionista Lisa McGee. La autora ha confesado haberse basado en su propia infancia en Irlanda del Norte para escribir Derry Girls. Muestra una juventud que sufre durante esta etapa de crecimiento, que miente como método de defensa, que carece de herramientas suficientes para manejarse en un mundo absurdo. Las incongruencias entre la vida real y su educación católica se ponen en evidencia constantemente, como por ejemplo el disgusto de la protagonista, Erin, porque James se vaya a acostar con una estudiante ucraniana usando preservativos ¡Por Dios! ¿Qué diría el Papa de esto?
El humor se extiende a los personajes adultos. Comparten peso en la serie los familiares de algunas de las chicas. Entre ellos brilla la cínica hermana Michael (Siobhan McSweeney), el personaje más desternillante de la serie. La hermana Michael odia ser monja, se muestra escéptica ante cualquier asunto de fe y le aburre la educación católica. En una escena, por ejemplo, dice a sus alumnas: “Sé lo desalentador que puede ser el próximo examen. Si alguien se siente ansioso o preocupado, o si solo desea hablar un poco, por favor, que no venga a llorar a mi despacho”.
El contraste de su personaje, siendo además justamente la monja católica, frente a estos adolescentes confundidos, que creen todavía los preceptos del dogma religioso, resulta lo más brillante de esta comedia de tan solo seis episodios de treinta minutos, y que se visiona de una tacada.
Derry Girls ha sido el mejor estreno de una comedia para Channel 4 de los últimos catorce años. Para la prensa británica se trata de la mejor comedia de 2018 en su mezcla de locura adolescente, nostalgia y un buen número de temas musicales de la época. En cuanto escuchen la banda sonora a buen seguro recordarán su juventud si pertenecen a esta misma generación. En Derry Girls suenan canciones de The Cranberries, Cypress Hill, Genesis, Wet Wet Wet, Supergrass, R.E.M., The Corrs, y Blur, entre otros.
Aunque acaba de estrenarse en todo el mundo vía Netflix, en realidad Derry Girls llegó a las pantallas de Gran Bretaña a comienzos del 2018. Gracias al gran recibimiento dentro de su territorio, la serie fue renovada por una segunda temporada, capítulos que ya han sido grabados, y ya se está hablando de la tercera tanda. Según su creadora, está previsto que llegue a Channel 4 el mes de marzo, por lo que probablemente unos seis meses después podamos disfrutar de la segunda temporada en el resto del mundo, de nuevo a través de Netflix.
Algo tienen los uniformes escolares y las aulas que vuelven a estar de moda. Desde el boom mundial de Elite, la compra de los derechos de Merlí por parte de Netflix y la aparición de títulos con tramas adolescentes como Sabrina o Por 13 razones, el nicho de series teen recobra espacio gracias a la fragmentación del consumo audiovisual que posibilita ofrecer productos para todos los targets. Pero esta vez con otra vuelta de tuerca, ya que la gran mayoría de estas series han logrado, además, cautivar al público adulto. Derry Girls con más motivo, al ser una comedia gamberra con tintes de nostalgia. Se echaba en falta una buena comedia.