VALÈNCIA (EFE). Dolor, gratitud, resignación, responsabilidad, compromiso, reto, pesadilla o incertidumbre son algunas de las palabras que, a petición de la Agencia EFE, han elegido dieciocho personajes públicos valencianos para resumir un año de la pandemia de coronavirus.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha escogido la "responsabilidad" de la ciudadanía al respetar las restricciones; de los sanitarios al atender a los afectados con un "enorme esfuerzo"; y del conjunto de la sociedad para ofrecer una resistencia que permitirá "más pronto que tarde" superar al virus.
El último Premio Cervantes, Francisco Brines, se decanta por "nostalgia", pues aunque la pandemia no ha afectado de forma negativa a su escritura -"para escribir poesía es bueno cualquier momento, porque viene a mí cuando ella quiere", sostiene- sí lo ha hecho a la amistad, a la posibilidad de tocar de cerca a sus amigos.
La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha elegido "dolor", por la cantidad de enfermos y de muertos que causa el virus; porque "es doloroso asumir que un ser al límite de la vida nos haya puesto la vida al límite, aceptar nuestra vulnerabilidad"; y porque gestionar desde los gobiernos viendo el destrozo que causa la covid "también es doloroso", por empatía con el sufrimiento humano.
El científico Santiago Grisolía se queda con "incertidumbre", la que han vivido desde los científicos a las empresas, los artesanos, los empleados y los referentes culturales. Pero tiene la esperanza de que al final los sanitarios, "los verdaderos héroes de la pandemia", mejorarán sus condiciones laborales en hospitales y centros mejor dotados, donde ya no habrá enfermos de covid.
El expresident de la Generalitat Alberto Fabra, quien estuvo hospitalizado por covid, elige sin dudar "gratitud": hacia quienes se dejan la piel a diario en los hospitales por salvar a los contagiados; hacia los colectivos sociales que ayudan a quienes peor lo pasan; hacia las fuerzas de seguridad que nos protegen; y "a la vida en general" por parte de quienes, como él, han superado la enfermedad.
Para la oncóloga Ana Lluch, este año ha mostrado "la gran fragilidad de nuestro mundo y la urgente necesidad de cuidar nuestro planeta", pero también "la importancia de la ciencia y la investigación para afrontar los problemas", y de tener unos buenos servicios públicos para "cuidar de todos sin dejar a nadie atrás".
El ilustrador Paco Roca cree que "resignación" define "bastante bien la forma en la que hemos aceptado el fin de muchos de nuestros hábitos y el cambio tan radical de nuestras vidas. No nos gusta perder la costumbre de abrazarnos, de tocarnos, de besarnos, de estar juntos, de quedar con amigos... No nos gusta haber perdido todo eso que era tan importante, pero nos resignamos", sostiene.
Para la investigadora y doctora en Química Pilar Mateo, la palabra que resume este primer año de pandemia es "actitud", entendida como la necesidad de "una predisposición especial para hacer frente al mayor desafío que la civilización moderna se ha enfrentado en su conjunto".
La jugadora internacional del Valencia Basket Leticia Romero ha vivido la pandemia como una prueba de superación, ya que comenzó cuando estaba en fase de recuperación de una larga lesión, que llegó a estancarle "más mental que físicamente", sobre todo hasta que se curó.
El cocinero con dos estrellas Michelin Ricard Camarena ha optado por "sosiego y reflexión", pues este año ha aprendido que las personas "tenemos mucho poder de decisión de lo que nos pasa". Frente al "frenesí" de antes de la pandemia, el parón del confinamiento le ha enseñado que "no se pueden tomar decisiones ni gestionar desde la desesperación, hay que hacerlo desde el sosiego y la calma".
Para el presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana, José Vicente Morata, la palabra que mejor define este año es "reto", porque remite al desafío que ha supuesto para todos afrontar una de las mayores crisis social y económica de la historia reciente, pero a la vez implica que "estamos luchando por superarlo colectiva e individualmente".
El entrenador del CD Castellón, Juan Carlos Garrido, considera que la pandemia supuso pasar "del sueño a la pesadilla", ya que era feliz en Casablanca (Marruecos) entrenando al Wydad. "Hasta entonces podía ver a mi familia y cuando todo empezó me quedé aislado y luego obligado a jugar pese a los positivos del equipo", explica.
El ilicitano Raúl Martínez, recién clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio en taekwondo, ha visto en la pandemia una oportunidad para adaptarse a situaciones adversas, como haber tenido que entrenar en casa y haber estado todo este tiempo sin competir, aunque a la espera de cumplir su sueño olímpico.
María Alharilla, futbolista internacional del Levante UD, ha aprovechado la pandemia para compartir la crianza de su hijo, ahora de 2 años, con entrenamientos en casa que recuerda "durísimos" y con el niño alrededor tratando de imitarla hasta que pudo sacarlo a la calle para que pudiera correr.
El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, ha elegido "compromiso de los empresarios", porque desde el inicio de la pandemia han demostrado el compromiso con sus proyectos empresariales, trabajadores y con la sociedad y se han adaptado a la situación, y cree que la pandemia evidencia que hay que "confiar más en los empresarios, los que generan empleo".
La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha señalado que la pandemia ha evidenciado la "crisis de lo global", ya que lo global ha entrado en crisis y ha acabado afectando los cimentos de lo local: "Una pandemia que sale de China y va creciendo acaba con una persona muerta en un municipio de 50 habitantes del interior de Castellón".
El secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez, opta por dos palabras: "aplausos", como reconocimiento al trabajo del personal sanitario, servicios públicos y trabajadores esenciales, y "caceroladas", cuando se opta por "la confrontación y la crispación política en medio del drama". Reivindica también el diálogo social, y pide recordar el dolor, para no pasar página sin prepararse para el futuro.
El presidente de la patronal CEV, Salvador Navarro, ha elegido compromiso social. "Pese a todo lo negativo que deja el primer año de pandemia, siempre es posible encontrar algo positivo y para mí es el enorme compromiso con los trabajadores y con la sociedad" que ha mostrado el empresariado. Destaca también la importancia del diálogo social, que ha permitido acuerdo en beneficio del interés general.