VALÈNCIA. El departamento que lidera Vicent Marzà prepara cambios para el próximo curso, entre los que se encuentra la reorganización del modelo de orientación escolar. Se trata de una de las apuestas que más polémica ha despertado entre algunos sindicatos (Stepv y UGT) y trabajadores, dado que supone la disolución de los anteriores servicios psicopedagógicos, conocidos como SPE, cuya función ha sido hasta ahora la de ofrecer apoyo al alumnado y profesorado en Infantil y Primaria mediante equipos externos a los centros, mientras que los IES sí que contaban con personal interno que ejercía esta labor.
En su lugar, Educación pondrá en marcha en septiembre un sistema en el que los profesionales pasarán a formar parte de la plantilla de los centros de todas las etapas educativas y, a su vez, contarán con el soporte externo de las seis nuevas unidades especializadas de orientación (UEO), enfocadas en diversos ámbitos: trastorno del espectro autista (TEA), la discapacidad motriz, intelectual, sensorial, altas capacidades intelectuales, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), convivencia y conducta y dificultades específicas de aprendizaje, según recoge el decreto 27/2021 del 21 de mayo que las regula.
Ante esta modificación, la Conselleria recolocará a los trabajadores de los SPE, que no solo estaban integrados por docentes, sino que contaban con educadores para alumnos con necesidades especiales, fisioterapeutas y trabajadores sociales. De hecho, uno de los pasos que faltaban por dar antes del inicio de las clases era la reorganización de este personal no docente, cuya resolución fue publicada este viernes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) tras las negociaciones en la Mesa Sectorial de Función Pública.
En concreto, el documento determina que los especialistas en educación especial y los fisioterapeutas que trabajaban en los SPE “se adscribirán a los centros de educación especial o a los centros educativos” y, en caso de que no existan centros de educación especial en algunas localidades, “se adscribirán en el más próximo”, según indica el texto. Por su parte, el personal funcionario trabajador social dependerá de las unidades especializadas de orientación, “teniendo en cuenta la localidad donde está situado el SPE al que está adscrito”.
Cabe recordar que la creación de este sistema viene de la mano de un incremento de plazas, ya que se incorporarán más de 340 orientadores en una plantilla que superará los 840 profesionales y pasarán de 27 a 37 trabajadores sociales, que se añadirán a los 5.000 docentes que entrarán en septiembre.
Así, las adjudicaciones del personal funcionario de los SPE saldrán a principio de curso y, dada la supresión de sus puestos de trabajo, serán “los primeros en escoger plaza”, según indica la Conselleria a este periódico: “Podrán elegir cualquiera de los nuevos puestos de orientación educativa que se crean en los centros de Infantil y Primaria”, aseguran. Respecto a los interinos, pudieron avanzar en el orden de bolsa al escoger vacante a finales de julio por los servicios prestados y aquellos que se encuentran en comisión de servicios también escogieron plaza el mes pasado.
Pese a que el nuevo modelo de orientación educativa y profesional ha llevado a la dimisión de 27 de los 34 directores de los SPE, desde el gabinete de Marzà ponen de relieve que la iniciativa está respaldada por ampas, familias y asociaciones de directoras y directores de centros. Según indicaron a Valencia Plaza fuentes de la Administración, estudiaron la petición de algunos sindicatos sobre la implementación de un modelo mixto que permitiese mantener los SPE, pero concluyeron que su propuesta “mejora esos modelos porque al mismo tiempo que facilita una atención más próxima y continuada al alumnado, contempla la coordinación territorial”.